jueves, 7 de junio de 2018

35 años exigiendo justicia



Por Riccy Ponce

Cada Primer viernes de mes, el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH) acude a la Plaza de los desaparecidos para recordar los hechos, denunciar y demandar Verdad y justicia.
Donde están los Detenidos Desaparecidos en la época de los años 80, por razones políticas, hombres y mujeres que soñaban con un país mejor, se preguntó el comité en un comunicado distribuido a la prensa.

A la plaza, acuden familiares de desaparecidos que aún se encuentran en condiciones de acompañar al comité, que desde hace 35 años está exigiendo verdad y justicia, para los detenidos desaparecidos.

Se apuestan en el Parque La Merced, en la plaza de los desaparecidos del centro de Tegucigalpa, nombrada así, en honor a las víctimas de desaparición forzada por razones políticas, en la época de los años 1980.

Leonel Pastor Amador Madariaga, era apenas  un niño de 11 años que llegó a las instalaciones de COFADEH con su familia (madre y abuela ) que  denunciaba la desaparición de su tío Estanislao Madariaga Linares, que fue detenido el 24 de mayo de 1980 frente a la pista de aterrizaje en el departamento de Choluteca, por cinco agentes de la Fuerza de Seguridad Pública, según el informe “Los Hechos hablan por sí mismos”, del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh).

Estanislao desde esa fecha no se volvió a saber más de su paradero, obligando a su madre  Dolores Madariaga  y a su hermana Josefina  Madariaga a denunciar su desaparición y exigir verdad y justicia.

Maradiaga Linares era miembro del Sindicato de Trabajadores  del Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SITRASANAA).

Su madre y su hermana, junto a la familia COFADEH, lucharon  incansablemente por preguntarle al Estado de Honduras que pasó con los  detenidos desaparecidos, muriendo ellas con la esperanza de justicia.

Aquel niño, hoy convertido en un hombre, continúa  esa exigencia por la que su familia tanto luchó; ahora él sigue esa lucha por su tío y los más de 184 desaparecidos que registra el COFADEH, que aún siguen en la impunidad.

“Para mí significa mucho, pero es un lugar para recordar. Venir al plantón es  pensar que están vivos y nunca en el olvido, para mí es un gusto venir y recordar a todos con esta familia  del COFADEH”.

Añadió que cada primer viernes  de mes exigimos  justicia  para  los  desaparecidos  y asesinados en la época de los ochentas”.

Quince años más tarde de la desaparición de Estanislao Madariaga, en la colonia San Miguel de Tegucigalpa, apareció en una alcantarilla, una osamenta que los familiares dijeron que posiblemente fuera de su pariente, porque coincidía con las características de su pariente, según los estudios médicos.

Pero se llevaron esa duda a la tumba porque medicina forense  hasta la fecha no ha dado un informe y respuesta, si era  o no, el cuerpo de Estanislao Madariaga y convirtiéndolo en uno más de los detenidos desaparecidos en Honduras en la época de los ochentas.

Su madre y su hermana  fallecieron en espera de la verdad y justicia y su  sobrino se mantiene con esa  exigencia y de saber que pasó con Estanislao Madariaga.

El COFADEH reciente mente presentó su informe de  desaparición forzada   al Comité de Desaparición Forzada en Ginebra, ya que ninguno de los nuevos casos de desaparición forzada, al igual que los registrados por el COFADEH, no han sido objeto de investigación, ni persecución penal contra los violadores de derechos humanos, ni castigo a los responsables; ni reparación para los familiares de las víctimas, según la memoria histórica escrita por este comité.

Cabe recordar que el COFADEH nace de la exigencia de doce familias que se unieron para alzar su voz y exigir justicia para sus familiares detenidos desaparecidas en la época de los ochentas y con el paso del tiempo se unieron más familias a esta exigencia de verdad y justicia.

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