Radio Progreso habló con Luís Alvarado, quien, siendo capitán del Honduras Progreso, tuvo el privilegio de levantar la copa de campeón la tarde lluviosa de aquel sábado 19 de diciembre 2015 en el estadio Humberto Micheletti, de la ciudad de El Progreso, Yoro.
En una amplía conversación habló de sus inicios, su paso por las canchas como profesional del fútbol, su familia, sus batallas y su actualidad siempre en el pasto, pero desde otro lugar.
RP. ¿Dónde están tus orígenes?
LA. En la aldea La 28, aunque ya llevo veintiséis años viviendo en la colonia Paredes de El Progreso, mi familia Alvarado-Amador somos unidos.
RP: ¿Contanos de tu adolescencia, aquella escuela, colegio…?
LA. Primero, segundo, tercero, quinto y sexto grado los hice en la Escuela José Cecilio del Valle de la colonia Los Laureles. Cuarto en la Pedro Nufio de La 28, luego pasé al Perla del Ulúa a estudiar el ciclo y es allí donde comenzaron mis sueños de ser futbolista.
RP: ¿Quiénes motivaron tu entrada en el mundo del fútbol?
LA. En la escuela ya me destacaba como jugador, pero en el colegio mi hermana Wendy Amador siempre quiso que me metiera al equipo. Recuerdo que me pasó a estudiar en la mañana para que entrenara por la tarde. Ella me compró un par de tacos y me daba las condiciones para que entrenara, claro, dentro de nuestras posibilidades. Estando allí coincidí con Fernando Peña, hoy mi mejor amigo. Me miró haciendo un par de piruetas con el balón, un par de chilenas ahí, bueno, también él me propuso para integrar el equipo.
También está el profesor Marcos Fúnez, quien fue parte fundamental en la disciplina y en mi formación como futbolista. Fue ahí donde inició el sueño del Perla del Ulúa, cuando fuimos campeones nacionales del primer torneo de la Copa Coca-Cola en 2003, fuimos a México. Luego fui al El Salvador en la categoría juvenil con el equipo del Perla.
RP: ¿En qué equipos has jugado?
LA. Todo comenzó con el Perla del Ulúa. Luego doy un salto a la Liga Nacional con el Honduras Salzburgo. En ese entonces, contratan al profesor Marcos Fúnez y él nos lleva con Fernando Peña porque éramos conocidos y además jóvenes, él quería formarnos desde ahí. Se dio mi debut con el Honduras en Liga Mayor. Luego paso a jugar en El Lenca siempre en Liga Mayor y me subieron a segunda división con el equipo.
Posteriormente fui a jugar a Choloma. Jugué con un equipo que se llama el Canadá, pero al año siguiente este equipo se fusionó con el Infop y forman el Atlético Choloma. Yo fui fundador del Atlético Choloma en 2009. Ese año fuimos campeones nacionales y subimos a segunda división. En el primer torneo llegamos a la final contra el Necaxa, y las casualidades de la vida; en el Necaxa jugaba mi amigo Fernando Peña. En esa oportunidad le tocó ascender a primera a él.
Tiempo después, me llama el profesor Marcos Fúnez para que le ayude a entrenar el Atlético Junior de El Negrito, y que por mis ocupaciones solamente vaya a los partidos. Un día, se da la casualidad, me toca venir a jugar contra el Honduras Progreso de segunda división y les anoto un bonito gol. Se preguntaban que hacía yo jugando en otra localidad si aquí teníamos equipo.
Tiempo después el Honduras Progreso cambia su directiva, traen a Allan Bennett como entrenador y él me integra al equipo. A partir de allí estuve cinco años con ellos, tres en Liga de Ascenso, dos en Liga Nacional y logramos varios títulos. Fue una etapa bonita, jugamos Conca-champions y ganamos un título contra el Motagua.
RP: Pocos tienen el privilegio de levantar una copa de campeón en Liga Nacional. Vos lo hiciste siendo capitán del Honduras Progreso aquella tarde lluviosa del…. de 2015. ¿Cómo describirías ese momento?
LA. Ese es uno de los momentos más memorables de mi vida. Siento un orgullo saber que el día de mañana mis hijos, alumnos o familiares pongan Luís Alvarado Honduras Progreso en el buscador de Google y aparezca mi foto levantando la copa. Ganar ese torneo es lo más importante para un futbolista aquí en Honduras.
RP: ¿Qué pasó por tu cabeza cuando dirigías tus pasos a lanzar el segundo penal en esa final contra Motagua?
LA. Tenía bastante confianza porque ese penal lo he practicado muchas veces. Ese día me tocó anotarle al equipo al cual siempre le he celebrado sus triunfos, soy Motaguense.
Cuando voy caminando desde el círculo central hasta el punto penal, en la caminata normal me estuve como diez segundos, pero en mi cabeza pasaron horas y horas, recordaba cada partido que jugaba en la colonia, escuela, colegio, cuantos partidos y cuantos goles hice en esa portería jugando con el Perla del Ulúa. Gracias a Dios anoté el penal, que al final nos sirvió para ser campeones.
RP ¿Con quién te comunicaste primero, una vez que se coronan campeones?
LA. Fue complejo. Una sensación agridulce. Mis familiares siempre han estado en los partidos, siempre iban a verme, de eso estaré agradecido. Ellos eran diez entradas fijas para el estadio cada vez que jugaba, pero en junio murió mi primo Dany Amador, con el cual compartimos desde pequeños, murió a los veintiséis años, producto del cáncer estando al lado mío en las afueras del Hospital Mario Catarino Rivas. Fue una escena bastante fuerte, uno porque es un ser humano y dos porque es alguien con quien me crié. Me hubiese gustado que él viera ese momento cuando nos coronamos campeones. Ahora mi hijo se llama Dany en honor a él.
RP: Te retiraste como jugador del Honduras Progreso, pero volviste un tiempo como preparador físico en 2018 y se salvaron del descenso. ¿Qué hace Luís Alvarado hoy día?
LA. Sí, mi tiempo como jugador terminó en el Honduras Progreso por razones administrativas, ya no entraba en los planes del equipo y volví como preparador físico con el compromiso de contribuir para no descender.
Actualmente soy catedrático de Educación Física en el Instituto Notre Dame de El Progreso. Es una de las cosas que más me apasiona, trabajar con niños desde cuatro años hasta jóvenes de diecisiete. También tengo una academia de futbol llamada Águilas, donde formamos a niños y niñas futbolista entre los cuatro y los diecisiete años, también ya estoy por culminar mis cursos como entrenador de futbol. En un par de semanas estaré habilitado para dirigir en Liga Nacional y primero Dios algún día en La Selección.
RP: ¿Cuál es tu formación académica?
LA. Soy licenciado en Educación Física por la Universidad Pedagógica San Pedro Sula, con un diplomado en formación pedagógica en Educación Superior.
RP: ¿Qué piensa Luis Alvarado de la corrupción y la impunidad en Honduras?
LA. Somos un país tercermundista, y eso es así porque ha imperado la gente tercermundista en las administraciones públicas y bueno, cada quien en la vida tiene lo que se merece. Pienso que solo nosotros mismos vamos a cambiar esto, desde el área que sea. Yo estoy haciendo mi parte desde mi área, el área del deporte. Tendremos que crecer juntos como país, para eso necesitamos masificar las cosas buenas que hay en Honduras.
RP: ¿Qué perfiles de personas te llenan humanamente?
LA. Aprendí muchísimo del Profesor Héctor Castellón. Ser campeón con el Honduras Progreso en medio de todas las circunstancias que tenía y de la forma que lo hizo, no solo en la final si no en las vueltas del torneo. También lo que hizo la temporada pasada con el Vida. Es un gran ser humano. Es hondureño, él se preparó en México.
También está el Profesor Horacio Londoño, yo se lo dije muchas veces, “profe, usted es un gran profesional, pero como ser humano es tres veces mejor”. Ahora él está en Colombia y casi a diario me comparte libros de tácticas, libros de motivación.
Admiro mucho al Profesor Marcos Fúnez, un tipo entregado, lo recuerdo con el equipo del Perla, que en vez de estar con su familia un sábado a las once del mediodía estaba con nosotros entrenando, eso es dedicación.
RP: ¿Qué significado tiene la palabra “futbolista profesional”?
LA. Ser jugador de futbol no tiene ciencia, para nada. Como decimos típicamente, correr atrás de una pelota. Ahora, estar pendiente de las horas de descanso, del agua que tenés que tomar, los alimentos que debes consumir, cuántos carbohidratos, cuántas proteínas y hasta lo que escribís en una red social. Eso no es fácil. Si los jugadores comenzáramos por ahí, nos tomarían más en serio.
RP: ¿Aún vas a la cancha donde aprendiste a jugar?
LA. Ya no existe, porque ahora la población creció. Hay unas casas en esa cancha, pero si voy a hacer ejercicios a la cancha del Perla del Ulúa. Cada vez que puedo voy a correr los fines de semana tipo cuatro de la tarde, así que bienvenidos a quienes se quieran sumar, no les cobro nada.
RP: Gracias por tu tiempo para Radio Progreso Luís…
Al contrario, siempre será un placer atenderles.
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