viernes, 9 de marzo de 2018

A dos años del crimen contra Berta Cáceres, continúan las voces de justicia



Fue capturado el señor Roberto David Castillo Mejía quien fungió como presidente de la Empresa Desarrollos Energéticos S.A (DESA) hace dos años, cuando fue asesinada Berta Cáceres. El Ministerio Público junto a la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC), dieron captura a Castillo en el Aeropuerto Internacional Ramón Villeda Morales de San Pedro Sula.

Las autoridades suponen que Castillo es uno de los autores intelectuales del crimen de Berta Cáceres. Por su parte DESA en un comunicado afirma que Castillo Mejía es inocente de las acusaciones y que realizarán las acciones legales correspondientes para lograr su liberación inmediata. 

A raíz de la orden de captura que emitió en su momento el Juzgado de Letras Penal con Jurisdicción Nacional desde Tegucigalpa, la  Audiencia de Declaración de Imputado será en las próximas horas en el Centro Judicial de La Granja.

El crimen 

La madrugada del 2 de marzo de 2016 en la ciudad de La Esperanza, Intibucá,  las balas criminales  mandadas por la empresarios y políticos, quienes miraron en peligro sus intereses económicos, quitaron la vida de la luchadora, defensora de derechos humanos y coordinadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras, Copinh, Berta Isabel Flores Cáceres. Dos años después su crimen continúa en impunidad.

Las balas pretendían silenciar la voz de denuncia y resistencia contra las represas hidroeléctricas y proyectos extractivos. Sin embargo no pudieron, multiplicaron  la voz de denuncia y defensa que caracterizaba a la lideresa Indígena. 

Berta Cáceres junto al Copinh, lideraba la lucha contra la instalación de las represas hidroeléctricas y de forma concreta en contra del proyecto Agua Zarco de la empresa Desarrollos Energéticos S.A (DESA).


Impunidad

A pesar de la detención de 9 personas, ninguna forma parte de las cúpulas políticas y empresariales que han sido señaladas de la autoría intelectual del crimen. 

El abogado Rodil Vásquez, del equipo legal que lleva el caso de la ambientalista, dijo que este se encuentra en la etapa de juicio oral y público, puntualmente a la expectativa del señalamiento de audiencia para proposición de pruebas.

Explica que la causa se ha dividido en dos procesos: uno para los primeros cuatro imputados, el ex gerente para temas ambientales de DESA, Sergio Rodríguez, el ex capitán del ejército Mariano Chávez, el ex oficial del ejército Douglas Bustillo y Elvin Rápalo. En el segundo grupo se encuentran  Emerson y Edilson Duarte Meza, Henry Rodríguez y Aroldo López. Vásquez asegura que desde el equipo legal ha solicitado al Tribunal la acumulación para que sea un solo proceso en la etapa de juicio oral y público, porque hay distintos niveles de participación, pero todos vinculados al crimen. 

Rodil Vásquez dice es necesario que el Ministerio Público actúe e investigue a la mayor brevedad la autoría intelectual del asesinato, porque si no, el caso seguiría teñido de impunidad. “Desde octubre de 2017 hemos pedido al Ministerio Público que acuse por autoría intelectual, sin embargo, se resiste a realizar los señalamientos, a pesar que existen pruebas fehacientes de los empresarios y políticos que están detrás del crimen contra Berta”.  

Caso llega al sistema interamericano

En el marco el 167 periodo de sesiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el equipo jurídico que lleva el caso de Berta Cáceres y el COPINH, se reunió  con el Estado hondureño para conocer los avances en las investigaciones sobre los autores intelectuales del crimen. 

Berta Zúniga Cáceres, hija de la ambientalista califica de poco productiva la reunión sostenida con el Estado hondureño, porque a pesar que se ha denunciado en varias ocasiones, las irregularidades en las investigaciones continúan.

Bertita, (como se le conoce a la hija de la lideresa), y quien ahora coordina el COPINH, explica que, en la reunión sostenida en la CIDH, el Estado hondureño mintió al asegurar que 3 de las 8 personas detenidas son actores intelectuales del asesinato.

“Lo entendemos como falta de voluntad política. Aprovechamos para insistir que el Estado debe actuar y sancionar a quienes cometen crímenes contra defensores y defensoras de derechos humanos en el país”, aseguró. 

La abogada Liliana Uribe, del Grupo Asesor Internacional de Personas Expertas (GAIPE), asegura que en la reunión de trabajo se presentaron pruebas sobre la participación de directivos y socios de la empresa Desarrollos Energéticos de Honduras, DESA, en el crimen, sin embargo, el Estado se niega a investigar. 

“A través de fuentes que están incluso en poder del Ministerio Público se puede determinar la responsabilidad de directivos y socios de la empresa en la comisión del asesinato, y en una serie de estrategias que impulsó el proyecto hidroeléctrico para romper el tejido social y desestabilizar el COPINH”, detalló Uribe.


Femicidio

En Honduras las mujeres campesinas, indígenas y trabadoras como Berta se organizan para defender sus ríos y territorios, pero al hacerlo enfrentan persecución, abusos e incluso la muerte. 

El padre Ismael Moreno, director de Radio Progreso y el Equipo de Reflexión y Comunicación, ERIC, describe a Berta Cáceres como una mujer luchadora,  comprometida políticamente con la transformación del planeta desde su pertenencia estricta al COPINH y al pueblo Lenca. “La caracterizaba el pensamiento anticapitalista, anti patriarcal y antirracista”.

Moreno, amigo cercano a Berta y su familia, dice que el asesinato de Berta Cáceres es un crimen político machista, pues hay responsabilidades al más alto nivel, tanto en políticos como empresarios. “Es una estructura criminal la que está detrás del asesinato, por eso mismo su muerte está en la impunidad. El Estado se orienta únicamente en investigar autores materiales, pero se blinda para que no penetre los inmensos corredores de la impunidad donde se protege a altísimos empresarios y altos funcionarios del Estado hondureño”, asegura.

El caso de Berta Cáceres no es un asunto fortuito o producto de la casualidad. El Padre Melo, dice que es el resultado final de un proceso conducido por hombres que miraron en la lideresa indígena una afrenta a su condición dominadora. En su caso, los ataques ya no solo fueron por ser mujer que defiende intereses de la comunidad y la sociedad; sino porque también políticos, militares y empresarios se sintieron derrotados por la acción que emprendía Berta de quitarles la máscara de machistas y defensores del patriarcado.


Copinh y las luchas lencas

Hace más de 20 años, Berta Cáceres fundó el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras, Copinh, organización que lideró feroces batallas contra megaproyectos que violaban los derechos ambientales y las tierras de las comunidades Lencas. 

Con su asesinato, políticos y empresarios creyeron que pondrían fin a la lucha en defensa del territorio emprendida por el Copinh. Berta Zúniga Cáceres dice que el asesinato de su madre fue un golpe duro, hubo mucho miedo porque la organización había perdido a su más grande lideresa.

Sin embargo, cree que la organización y la lucha colectiva de las comunidades se han fortalecido después del asesinato. “Los que la asesinaron no entienden sobre las luchas colectivas y comunitarias, creyeron que, quitándole la vida la defensa del territorio, de los ríos y bosques terminaría, pero lo que lograron fue multiplicar a la luchadora, madre y defensora,” expresa Berta Zúniga.

En la humilde comunidad de Río Blanco, Intibucá, el pueblo Lenca ha llevado a cabo una importante lucha en defensa del sagrado río Gualcarque. El proyecto hidroeléctrico Agua Zarca, desarrollado por la empresa Desarrollos Energéticos, DESA, ha querido acaparar las aguas del río. Berta Cáceres acompañó la lucha y denunciaba constantemente los abusos cometidos por la empresa en complicidad con autoridades locales y nacionales.

El presidente del consejo indígena de Río Blanco, Francisco Sánchez dice que, aunque la construcción del proyecto está suspendida, no significa que las amenazas contra las comunidades hayan terminado.

El líder comunitario agrega que temen que en cualquier momento los empresarios reactiven la construcción del proyecto hidroeléctrico. Explica que los ataques de las familias que están a favor del proyecto no se detienen. Recientemente a los líderes que se oponen les quemaron las parcelas de maíz y frijol.

La Lucha en Río Blanco ha dejado como resultado varias personas criminalizadas, en la comunidad 5 han sido asesinadas por defender el territorio de las manos del capital extractivista.

Berta hija, madre y luchadora

El liderazgo de Berta Cáceres, su temple y compromiso lo heredó de su madre, doña Austra Berta Flores, una mujer que sus 85 años mantiene su lucidez y recuerda como poco a poco se fue formando el carácter y liderazgo de su hija.

Doña Austra dice que desde sus primeros pasos en los centros educativos Berta Cáceres se destacó. Con emoción cuenta que durante sus años de colegio luchó en la defensa de los derechos de los estudiantes. La recuerda como una madre cariñosa y preocupada por sus hijos. 

Con lágrimas en sus ojos, doña Austra Berta lamenta que al cumplirse dos años de su asesinato el crimen siga en la impunidad. Explica que la noticia de su crimen fue un golpe duro para toda la familia, sin embargo, han salido adelante gracias a las múltiples expresiones de solidaridad de la ciudadana.

“Mi hija había denunciado en varias ocasiones que era víctima de percusión y amenazas, pero el Estado no cumplió su papel de protegerla. A los políticos y empresarios no les convenía que Bertita siguiera viviendo porque se había convertido en una piedra en el zapato”, dice acongojada. 

El asesinato de Berta Cáceres y la impunidad que rodea su caso deja un mensaje claro; luchar contra los megaproyectos, a favor del pueblo y contra la destrucción del medio ambiente no es perdonado por los grandes políticos y empresarios que a todo costo buscan continuar llenando sus bolsillos de dinero, aunque este vaya manchado de sangre inocente.


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