miércoles, 28 de marzo de 2018

Honduras a las puertas de un diálogo sin condiciones



La palabra diálogo en Honduras tiene dos interpretaciones: la oficial y la de oposición. La oficial es la orientada a la reconciliación y consensos generales, pero la de oposición es dirigida a que ese procedimiento es relativo a validación de una dictadura.

Y es que en medio de esos criterios encontrados, en Honduras se impulsa un ejercicio de acercamiento bajo la venia de la Organización de Naciones Unidas (ONU), que ha juntado ya en tres ocasiones al Partido Nacional, Liberal y representantes de Salvador Nasralla, comandados por Arístides Mejía.

Los acercamientos han dejado varios acuerdos: la conformación de una comisión que conocerá y presionará sobre las investigaciones de asesinatos y violaciones a derechos humanos durante la crisis post electoral, y también continuar con las reuniones preparatorias para definir la agenda de discusión de un posible diálogo nacional.

Los participantes de este encuentro aceptan esas condiciones y el protocolo impulsado, pero los representantes del partido Libertad y Refundación, han dejado claro que ese diálogo no es más que un ejercicio para terminar de validar la dictadura de Juan Orlando Hernández.

La Organización de Estados Americanos (OEA), engañó a Nasralla, la Unión Europea engañó a Nasralla y ahora la ONU lo está haciendo, por eso les digo que este es un ejercicio para validar el fraude electoral, y por eso nosotros no nos vamos a sumar a ese show mediático- dijo Manuel Zelaya en referencia a los acercamientos.

Zelaya, dijo que ellos no se oponen al diálogo, pero a uno que sea vinculante y que en realidad aborde la situación del fraude, caso contrario no lo harán y seguirán manteniendo su postura.

Ante las acusaciones de un sector de base de Libre, Nasralla ha dicho que en ningún momento está traicionando al pueblo hondureño, todo lo contrario, dice que ellos solo están explorando para saber si hay posibilidades de conversar de forma vinculante, si esas condiciones no se presentan, entonces ellos se retirarán de la mesa preparatoria.

Nasralla dijo que sus representantes van a continuar, porque ellos quieren buscarle una salida conversada al asunto, pero que sea siempre y cuando bajo el reconocimiento del fraude y la repetición del proceso electoral.

El tema por ahora no se discute de lleno en la mesa preparatoria, Octavio Pineda, secretario del Comité Central Ejecutivo del Partido Liberal dijo que ese tema se está dejando de último por ser el punto toral de la crisis, pero acepta que es la prioridad para solventar la crisis política que vive el país.

Partidos con diversas agendas

En la mesa de acercamiento los partidos políticos coinciden en algunos temas y divergen en otros, por ejemplo el Partido Liberal cree así como los representantes de Nasralla que se debe abordar el tema toral de la crisis: el fraude electoral, mientras que el Partido Nacional cree que no hay pruebas para decir que hubo fraude, pero que en lugar de eso están con la disposición de dialogar sobre la construcción de reformas electorales.

Nasralla es claro al decir que hablar de reformas electorales, no es lo mismo que referirse a un fraude electoral, Salvador cree que en efecto es necesario aprobar nuevos reglamentos electorales, pero que en este momento la discusión debe ser orientada al fraude cometido.

La Junta de Convocantes también se ha pronunciado y ellos plasman en su postura que la única forma de solventar la crisis política es a través del diálogo, pero un diálogo vinculante y que logre acuerdos importantes para el país.

Jorge Iyescas, representante de esta junta considera que mantener una postura de conversar con condiciones no abona a la construcción de la reconciliación nacional, sino todo lo contrario.

Asimismo Olban Valladares, también miembro de la junta fue más allá al calificar a quienes no quieren conversar como radicales, pues desde su perspectiva el fraude no se puede revertir.

Sabemos que eso no se puede revertir, ahora lo que queda es continuar y saber lo que sucedió en las elecciones de noviembre del 2017, a partir de eso construir nuevas reglas que eviten esa situación en el futuro.

En función de esa caracterización de la situación el analista Ricardo Salgado manifiesta que por todo ese ambiente que se dibuja alrededor de los acercamientos es que simplemente no hay condiciones para entablar un diálogo y que sus promotores lo que buscan es consolidar el fraude no revertirlo.

Salgado dijo que para dialogar se necesita meter a la cárcel a quienes asesinaron a manifestantes y también a quienes se robaron las elecciones. Salgado recalca que este hecho no puede quedar impune, y por lo tanto si ese diálogo no busca eso, simplemente es una pérdida de tiempo y un engaño para la población hondureña.

En los acercamientos realizados la agenda sigue en proceso de construcción, el tema del fraude por ahora no es un asunto definido por los sectores que se han sentado a conversar.

Una división inminente

La Alianza de Oposición contra la Dictadura está debilitada y dividida, y esto es tan evidente que las declaraciones de sus dirigentes que en algunos momentos profesan unidad no son creíbles. 

Nasralla afirmó que ellos mantienen la postura de siempre, con la diferencia que por ahora ellos quieren explorar, porque no quiere continuar arriesgando a la gente en las calles, pero Manuel Zelaya critica las decisiones de Nasralla, acusándolo de ingenuo al participar en este acercamiento.

En este momento Nasralla es asesorado por Arístides Mejía, quien está divorciado por completo con el otro sector de dirigencia de la Alianza, al que representa Manuel Zelaya. 

Parte de esa división se expresa en los intercambios de criterios en las redes sociales, tanto de Nasralla como de Zelaya, a criterio de analistas eso no abona en nada a la lucha contra el fraude electoral.

Ricardo Salgado continúa manifestando que en este momento se debe mantener una postura digna, por respeto a los muertos y presos políticos, por lo tanto no se debe negociar con una dictadura.

La división también se expresa en la convocatoria realizada por Manuel Zelaya, para que el próximo 15 de abril se reúnan a nivel nacional y determinen si es factible o no continuar con la Alianza de Oposición.

La ruptura interna es evidente, y la oficial parece ser solo cuestión de tiempo, mientras eso toma forma los acercamientos continúan y un posible diálogo sin condiciones se podría concretar en las próximas semanas.

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