Por primera vez en la historia de Honduras un personaje político de alto nivel, como la ex primera dama Rosa Elena de Lobo, es capturada y sometida ante la justicia por vincularla directamente con actos de corrupción en el manejo de fondos públicos.
La captura de la esposa del ex presidente Porfirio Lobo Sosa, ha generado un fuerte impacto y envía un mensaje directo a los grandes personajes políticos sobre el papel que están jugando en la administración pública.
Pero más allá de eso, la captura a pesar de ser un fuerte golpe a la corrupción, genera sospechas, sospechas respaldadas por una realidad de inoperancia y parsimonia de la justicia nacional.
En las últimas dos semanas sectores afines al gobierno han levantado una campaña para reelegir al fiscal general Oscar Fernando Chinchilla en su cargo por cinco años más, argumentando que él ha sido el mejor fiscal de los últimos tiempos y que su accionar se ha visto reflejado en resultados.
Lo cierto es que, al momento del lanzamiento de la campaña para su continuidad, el fiscal Chinchilla no tenía en su hoja de vida un requerimiento contra un personaje de tal categoría, lo cual genera sospecha, según el abogado y analista político Ramón Barrios.
“Lo objetivo es que, en efecto, este es un fuerte golpe a la clase política, y se puede decir que independientemente de las dudas de la gente, que son válidas, el Ministerio Público, la Misión de Apoyo contra la Corrupción e Impunidad en Honduras (MACCIH) han hecho un gran trabajo para que se requiera a una ex primera dama, hay que valorar eso positivamente”, inició su análisis Barrios.
Barrios dice que ahora lo que resta en este caso es esperar que la investigación esté bien preparada para que finalmente se pueda obtener una sentencia condenatoria contra Lobo.
La audiencia contra la ex primera dama Rosa Elena de Lobo y su cuñado Marlon Mora, se realizó entre el día viernes y sábado, y será hasta este lunes a las 3:30 de la tarde que el juez de los Juzgados Anticorrupción dará a conocer el fallo, por ahora ambos continúan recluidos en una cárcel de Tegucigalpa.
“Nosotros diríamos que hay cuestiones paralelas que hacen sospechoso el requerimiento fiscal, semanas atrás hemos visto como han intentado levantar el perfil del fiscal para reelegirlo en septiembre, hasta el día del requerimiento contra la ex primera dama no había un requerimiento fuerte como este, por eso es sospechoso, porque este requerimiento, pueda ser para aprovechar la coyuntura y así levantar su perfil.
Es ya sospechoso que la clase política actual diga que hay que reelegirlo, porque él representa al presidente Hernández, con el apoyo de la cúpula del partido de gobierno, y son esos sectores los que dicen ahora que debe reelegirse”, valoró Barrios.
Oscar Fernando Chinchilla es un hombre de confianza del presidente Juan Orlando Hernández, Chinchilla fue el único sobreviviente en la depuración hecha por Hernández en la sala de lo constitucional de la Corte Suprema de Justicia, posteriormente lo ubicó como fiscal general del Estado y a pesar de las recientes capturas, los casos que implican directamente a Hernández en corrupción y abuso de poder siguen sin ser investigados, por ejemplo, los asesinatos políticos.
“Hay algo que el gobierno de Hernández no va negociar nunca, y eso es la fiscalía, por eso tiene a un hombre de confianza, para que investigue lo que sea, menos lo que involucre al presidente y le afecte directamente”, valoró en Radio Progreso, el analista Raúl Pineda.
Para Pineda, en efecto hay en curso una campaña para reelegir a Chinchilla, y en eso se debe poner atención, por los escenarios que se puedan desarrollar en el futuro.
Edmundo Orellana ex fiscal del Ministerio Público, dice que el principal problema del país es la impunidad, y la falta de investigación en casos que hasta la fecha deberían tener requerimientos fiscales contra altos funcionarios.
Inicialmente Orellana valora la captura como un acto positivo, pero asegura que resta mucho por hacer, y que hay deudas que el propio Ministerio Público tiene, y que deja abierto a interpretaciones de voluntad política para no afectar con esas investigaciones a funcionarios en particular.
La captura además de ser un fuerte golpe a la clase política en el poder, también se convertirá en un argumento más para potenciar la campaña para reelegir a un fiscal, que hasta la fecha no ha tenido voluntad de investigar los crímenes políticos, ni los delitos electorales, que tienen al país inmerso en una crisis de altas proporciones.
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