miércoles, 28 de marzo de 2018

Un ejemplo de Soberanía Territorial en Honduras: Simpinula, La Paz



La comunidad organizada y en movimiento de Simpinula, Santa María, La Paz, conmemoró cinco años de resistencia en defensa de su territorio ancestral, teniendo de centro el legado de la líder indígena Berta Cáceres, asesinada el 02 de marzo de 2016 por oponerse a proyectos extractivos.

La celebración inició con un ritual Lenca donde se reconoció el trabajo de acompañamiento que realizan organizaciones de derechos humanos, como el Comité de Familiares Detenidos Desaparecidos en Honduras, Cofadeh y el Equipo de Reflexión Investigación y Comunicación Eric y Radio Progreso.

Simpinula, es una comunidad indígena Lenca rodeada de belleza y riqueza natural que por décadas estuvo en manos de terratenientes con el aval del Estado de Honduras. “Hace cinco años nuestro compañero Pastor López escuchó por la radio que los indígenas tenemos título comunitario de nuestras tierras”, apuntó Víctor Vásquez al ser consultado sobre el inicio de la lucha en Simpinula.

Víctor, es el sub coordinador del Movimiento Independiente Indígena Lenca de La Paz, Milpah, y miembro activo de Simpinula, él resalta que gracias a un programa de radio conducido por Cofadeh, desempolvaron e hicieron valer el título comunitario y la personalidad jurídica cambiando la historia en Simpinula.

En asamblea estudiaron el título comunitario, luego se organizaron en un Consejo Indígena Lenca y se integraron a Milpah para comenzar a recuperar las tierras que estaban en manos de los terratenientes salvadoreños José David Morales y Sandra Morales, en complicidad con el ex alcalde de La Paz, Fauto Pérez, quien había entregado a los terratenientes más del sesenta por ciento de las tierras Lencas, señaló Víctor.

Simpinula cumplió cinco años de lucha en defensa de su territorio ancestral y se ha convertido en un símbolo de esperanza para el resto de comunidades indígenas y garífunas que están siendo despojadas por la imposición de un modelo capitalista, racista y patriarcal. 

Hoy, los indígenas Lencas de Simpinula están ejerciendo soberanía sobre su territorio, están cultivando café, guineos y protegiendo el bosque. También se han organizado para cuidar la comunidad e impulsar procesos de formación política ciudadana. Sueñan construir un centro de enseñanza básica para que sus hijos e hijas no tengan que caminar más para poder estudiar.

“Ya tenemos un botiquín comunitario”, apuntó como logro Víctor, ya que para recibir atención médica les toca caminar kilómetros con la esperanza de recibir atención médica.

Los Lencas de Simpinula no sólo están ejerciendo control sobre su territorio, junto a otras comunidades se organizaron para defender los ríos del departamento de La Paz, que están siendo seriamente amenazados por los proyectos hidroeléctricos propiedad de la diputada Gladis Aurora López, actual presidenta del Consejo Central del Partido Nacional.

Agresiones y amenazas

La lucha en defensa del territorio Lenca ha dejado solo en Simpinula a más de diez indígenas amenazados a muerte y judicializados. “Yo he sido demandado 18 veces”, afirma Víctor apuntando que en Honduras ni los responsables del saqueo al Instituto Hondureño de Seguridad Social, Ihss, han enfrentado tantas demandas como él. 

En enero de 2017, durante un desalojo, Víctor fue herido de bala en una de sus piernas por un agente policial identificado. Él tiene dificultades para caminar y sigue recibiendo terapias de recuperación. Allí mismo ha sido violentado por activistas del Partido Nacional de Juan Orlando Hernández, el corresponsal de Radio Progreso Esteban Vásquez.

A pesar de las amenazas y los peligros cotidianos que enfrentan por defender su territorio aseguran que vale la pena, es la herencia y legado que dejarán a sus hijos e hijas, un territorio Lenca fértil y libre de proyectos extractivos.

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