sábado, 29 de octubre de 2016

Un grito desgarrador en miles de gargantas



Por Mariana Carbajal

Con una convocatoria que crece momento a momento y a la que se sumaron los dos sindicatos CTA y la CGT, mañana se realizará por primera vez en la historia argentina, un paro nacional de mujeres contra los femicidios y en demanda de políticas públicas integrales que contemplen la prevención, sanción y lucha contra la violencia de género, y que garanticen la autonomía económica de las mujeres, sin la cual, muchas víctimas quedan entrampadas en relaciones de pareja atravesadas por maltrato y golpes. 

“No es testimonial. Como no fueron testimoniales los paros de la clase obrera por la jornada máxima de trabajo, cuando no la conseguía. No es un ademán de moda ni se trata de vestirse de un color determinado. No es un acto de buena conciencia. Es un grito desgarrador y a la vez un acto de lucha, que encadenamos con muchos otros”, explicó la socióloga e investigadora de la UBA, María Pía López, integrante del Colectivo #NiUnaMenos, que lanzó el llamado a la huelga junto a otros espacios y sindicatos, a partir de la conmoción social que generó el brutal femicidio de Lucía Pérez, de 16 años, en Mar del Plata, drogada, violada y empalada y por cuyo crimen hay tres detenidos. 

El paro tendrá eco en las principales ciudades del país, donde están previstas movilizaciones y también en otros países latinoamericanos, como Uruguay, México y Chile, donde se replicará la medida. El cese de actividades se cumplirá entre las 13 y las 14, con la consigna de salir a las calles para hacer ruido, con vestimenta negra. Entre otros gremios, adhirió la Ctera. En los jardines de infantes y escuelas de educación especial que no pueden parar una hora –porque niños y niñas ya están en clases– se va a aprovechar esa hora para dar educación sexual integral y llamarán a las familias a participar. En la ciudad de Buenos Aires, está prevista una concentración a partir de las 17 en el Obelisco para marchar luego a la Plaza de Mayo. “Paramos porque ganamos menos, porque somos más desocupadas –varones 8,5 por ciento, mujeres 10,5 por ciento–, más precarizadas, más pobres. Porque no damos más, porque nos matan. Porque no queremos entregar más víctimas al altar de los verdugos. Porque no queremos el hambre ni la desesperación”, señaló la periodista Marta Dillon, también parte del Colectivo #NiUnaMenos. 

“Es muy potente la idea de pluralizar la imagen del paro: pueden sumarse desocupadas y empleadas, podemos parar todas. Es para mostrar cómo las mujeres somos las principales sostenendoras de la economía, las que aguantan las primeras consecuencias del ajuste. El 76 por ciento de las tareas de cuidados recae sobre las mujeres, y ganamos menos a igual tarea. Es importante destacar la velocidad de reacción y la transversalidad, con la viralización de consignas #NiUnaMenos y #VivasNosQueremos, lo que muestra una capacidad de organización del movimiento de mujeres impactante”, analizó en diálogo con este diario la investigadora del Conicet y docente de la Unsam, Verónica Gago. Dillon y otras miembros de NUM se reunieron ayer con Hugo Yasky y otros líderes sindicales por la mañana. Y por la tarde, con la secretaria de Igualdad de Oportunidades y Género de la CGT unificada, Noemí Ruiz (modelos), quien se comprometió a apoyar la movida desde la central obrera, aunque lo harán como “jornada de reflexión y lucha”, –y no como huelga nacional–, pero apoyarán a las “compañeras” que quieran visibilizar en sus lugares de trabajo los reclamos de la convocatoria y participar de la marcha. En cambio, las dos CTA expresaron su adhesión al paro. Durante el corte en la 9 de Julio, se darán clases públicas de ESI. 

“Esto es fundamental porque cruza todas las demandas de Ni Una Menos: prevención, defensa de nuestros derechos, búsquedas no punitivistas para enfrentar la violencia machista. También va a haber partido de fútbol, en contra de los estereotipos de género y a favor del juego en equipo entre mujeres, es una manera de pensarnos no siempre como víctimas y de saber que hay un enorme potencial para defendernos de la violencia en los lazos que generamos con otras”, destacó Dillon, editora del suplemento Las 12. La idea de la convocatoria salió de las redes sociales para convertirse el jueves en una asamblea en la Confederación de Trabajadores de la Economía Social, luego de conocerse el femicidio de Lucía Pérez. Con el correr de los días, y la sucesión de femicidios (ver aparte), el llamado a una huelga nacional de mujeres se consolidó con nuevas adhesiones. En algunos espacios de trabajo, tomará otra modalidad como una radio abierta: así se sumará la Universidad Nacional de General Sarmiento, porque en el horario de 13 a 14 no hay clases. Desde el Observatorio de Violencia de Género de la Defensoría del Pueblo bonaerense, que adhirió a la medida de fuerza, Laurana Malacalza apuntó a los responsables de las áreas gubernamentales para reclamarles “la obligación de definir políticas públicas integrales que aborden las desigualdades sociales, económicas y políticas de las mujeres que promueven cada nuevo hecho de violencia”. 

La huelga tendrá visibilidad en las plazas de distintas ciudades del país. En San Nicolás provincia de Buenos Aires, en la Plaza Mitre: “Paramos porque estamos hartas de asistir todos los días a femicidios cada vez más crueles y que nada parezca poder pararlos. Porque no queremos vivir con miedo de salir a la calle, ni temiendo por nuestras hijas, sus amigas, las nuestras, por todas y cada una de las mujeres. Exigimos gozar del derecho a vivir una vida libre de violencia. Exigimos libertad”, dijo a Página/12 Marité Gutiérrez, del Centro de Estudios e Investigación de la Mujer “Elvira Rawson” (CEIM), de San Nicolás. “Marcho por políticas públicas integrales, inexistentes hoy, para erradicar la violencia contra las mujeres. Por las miles y miles de niñas y mujeres golpeadas, abusadas, desaparecidas, víctimas de trata, femicidio, travesticidios, y por las que mueren por abortos clandestinos. Marcho porque estoy segura de que el machismo mata y la desidia del Estado, también”, indicó a este diario, Marta César, presidenta de la Multisectorial de Mujeres de Salta e integrante de Periodistas de Argentina en Red por una Comunicación No Sexista (PAR). En Ushuaia, “paramos pidiendo justicia por Lucía, y también por Nilda Mabel Núñez, embarazada de cinco meses, víctima de femicidio en Tolhuin en julio”, indicó a este diario Ayelén Martínez, de La Hoguera. 

Desde Corrientes, la activista Caro González, contó: “Voy a hacer uso de esta herramienta de reclamo para decir basta. Basta con bronca, basta con dolor, harta de que nuestra vida no valga nada para la sociedad machista: tengo una hija de 16 años y no quiero que se eduque con miedo,quiero que sea libre pero yo tengo miedo. Ayer (por el domingo) murió en Corrientes una mujer que fue quemada por su pareja, otra joven está internada luego de que su pareja policía le pegara un tiro en la cara y se suicidara. ¿Cómo llamamos la atención si no conmueven nuestras muertes? Si no conmueve una marcha de 100 mil mujeres como en el Encuentro Nacional Rosario? Paramos afectando la economía de la cual somos un motor importante e invisibilizado”, agregó. En esa ciudad se concentrarán junto a otras organizaciones sociales y feministas de 9 a 11 en la plaza 25 de Mayo, frente a Casa de Gobierno provincial vestidas de negro en señal de duelo. También en Mendoza, Rosario, Lomas de Zamora, Morón, Córdoba, Mar del Plata, entre tantas otras ciudades, se replicará el histórico reclamo.

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