Justicia hondureña da razón a comunidad garífuna Barra Vieja
Quien para saber lo que el equipo de Juan Orlando Hernández estará informando de lo que ocurre en el país al gobierno de los Estados Unidos. Quien para saber también lo que estará analizando el gobierno de los Estados y la interpretación que hace sobre las múltiples caminatas de decenas de miles de personas en contra de la corrupción y del gobierno, y de qué fuentes estará recibiendo informaciones además de las oficiales.
La versión de Casa Presidencial ya la sabemos: se trata de una conspiración de diversos sectores opositores que incluso podrían estar recibiendo algún respaldo del narcotráfico. Las caminatas de las antorchas son parte de un plan desestabilizador del crimen organizado.
¿Es esta la misma versión que manejan los funcionarios del gobierno de los Estados Unidos? ¿Qué dice la Embajada de los Estados Unidos sobre la actividad agitadora que está convulsionando a toda la sociedad hondureña? ¿Qué papel está jugando en su relación con el gobierno y con aquellas ONGs que reciben fondos directamente de USAID o del propio departamento de Estado?
Sea lo que fuere, Juan Orlando Hernández gozaba del aval de la administración del gobierno de los Estados Unidos. ¿Seguirán convencidos los funcionarios del gobierno de los Estados Unidos que el gobierno de Juan Orlando Hernández es el más apropiado para liderar ese asunto que llaman Alianza para la Prosperidad? ¿Seguirán creyendo que somos los demás --los que cuestionamos y señalamos de corrupto al gobierno--, los que estamos equivocados? ¿Qué tiene que ver la Embajada con ese eslogan de “caiga quien caiga” que, evidentemente, desvía la atención de la presión hacia los que saquearon el Seguro Social?
Quien para saber. La verdad lo que importa no es saber lo que piensan los funcionarios del gobierno de Estados Unidos. Lo importante es lo que deseamos expresar con mucha claridad: pensamos que el gobierno de los Estados Unidos, a través de sus diversos funcionarios y colaboradores, se han equivocado de remate con el gobierno de Juan Orlando Hernández. Y si siguen con este error, el gobierno de los Estados Unidos seguirá participando de la responsabilidad de la creciente inestabilidad que está ocurriendo dentro del país.
Lo decimos sin tapujos: la administración de Juan Orlando Hernández es un fiasco, una impostura, una mafia organizada desde el poder del Estado, que quien la siga avalando --incluyendo el gobierno de los Estados Unidos--, será como querer apagar con gasolina el fuego que ya se ha extendido. Y de este fuego, todos saldremos chamuscados, Incluido el propio gobierno de los Estados Unidos, por seguir teniendo su mente tan cerrada para escuchar la voz de otros sectores que no sea la de sus aliados tan comprometidos con la auténtica criminalidad por mucho que quieran disimularla con palabras e informes impecables y formalmente coherentes.
La soberbia no siempre es la mejor consejera, por mucho poder que se tenga, o por muy pequeña que parezca la dignidad de quienes cuestionamos de frente la corrupción e impunidad que cubre al equipo de Don Juan Orlando Hernández, el gobierno de los Estados Unidos ha dejado claro que su lugar en Honduras es el de maquillar el rostro de altos delincuentes y corruptos.
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