viernes, 19 de junio de 2015

De lo cleptocracia actual a la democracia participativa



Dime de que presumes y te diré de que careces dice la sabiduría popular. Este razonamiento ejemplifica con claridad el gobierno de don Juan Orlando Hernández, quien a pesar de que todas las pruebas objetivamente verificables confirman que el Partido Nacional y su gobierno son los principales responsables del saqueo al IHSS, don Juan en una acción enfermiza, cínica e hipócrita se sigue presentando como el máximo abanderado de la lucha contra el latrocinio en el Seguro Social.
La palabra que mejor nos ayuda a conceptualizar el cinismo e hipocresía del gobierno de Don Juan Orlando Hernández es la cleptocracia. Se le llama cleptómano al ladrón o al ratero compulsivo. Cleptocracia viene del griego kleptein o clepto que significa ladrón; y kratos o cracia que significa gobierno. En ese marco la Cleptocracia es el gobierno de los corruptos y ladrones. 
“La cleptocracia es el establecimiento y desarrollo del poder basado en el robo y aprovechamiento de los dineros y recursos públicos, ejercido por una banda o asociación ilícita para delinquir, para el enriquecimiento personal, familiar y de sus grupos allegados, usufructuantes del poder y del dinero o recursos públicos. Para ello institucionalizan la corrupción y acceden al poder nacional, regional o local vía la mentira, la manipulación o el clientelismo político, hacen uso, abuso y escarnio de la pobreza o extrema pobreza material de los electores”.
El rasgo central del gobierno actual y del partido político que lo llevo al poder es la corrupción y la impunidad. Don Juan Orlando con su grupo, acumuló poder y alcanzó la máxima magistratura a partir del robo y aprovechamiento de los dineros y recursos públicos. Estamos frente a un gobierno, que con premeditación y alevosía se organizaron para saquear las instituciones del Estado. Lo hicieron desde el poder que gozaban en diferentes instituciones públicas, con el único fin de acumular más riqueza y seguir disfrutando el poder del Estado.

Desde la lógica de la cleptocracia y la corrupción no solo han saqueado el Instituto Hondureño de Seguridad Social, también ha saqueado el Instituto de Jubilados y Pensionados. Las mismas mafias del gobierno actual han vendido nuestros ríos, minerales y han puesto en venta el territorio nacional con las Zonas Especiales de Desarrollo. Pero el asunto no termina ahí, estas bandas criminales de cuello blanco han controlado el nombramiento de magistrados, fiscales y jueces para asegurar que todas sus fechorías queden en la más cínica y perversa impunidad.

Sin embargo, en medio de la putrefacción institucional, algo nuevo ha surgido en Honduras. En las calles y plazas se juntan jóvenes, adultos, mujeres y niños. Estas movilizaciones cada vez son más grandes y su máxima demanda es la renuncia de presidente como principal responsable del robo en el Seguro social, y a la vez demandan la instalación de una Comisión Internacional contra la Impunidad que sirva como punto de partida para recuperar el Ministerio Público y la Corte Suprema de Justicia y desde ahí avanzar en adecentar todo el Estado.

En medio de toda la incertidumbre actual una cosa está clara, que de la capacidad movilizadora y de resistencia de las antorchas de la dignidad, está la posibilidad de pasar de la cleptocracia actual a una democracia participativa y a un verdadero Estado de derecho.

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