Por Rodolfo Cortés Calderón *
A Alberto Fujimori Fujimori lo conocimos en el campus de la Universidad Nacional Agraria “La Molina”, UNA, de Lima, Perú, durante los años 70s. Aunque tenía el grado de ingeniero agrónomo, era un brillante y muy respetado profesor de matemáticas. Fue maestro de una docena de conspicuos profesionales hondureños que pasaron por aquellas aulas incaicas. Tendría él a lo sumo 35 años cuando lo conocimos. Posteriormente ya en Honduras nos enteramos que fue nombrado rector de la UNA y posteriormente Presidente de la República por el movimiento CAMBIO 90, gobernando la nación peruana desde 1990 hasta el 2000, año en que huyó a Japón y se radicó en ese país gozando de la nacionalidad nipona al ser hijo de inmigrantes japoneses.
Dentro de las excusas manifestadas para renunciar, enviada desde un hotel en Tokio, está lo que textualmente expresó en su carta-fax: “renuncio al cargo porque no puedo gobernar con un congreso controlado por la oposición”.
Después de estar “exilado” en Japón decide regresar a Perú vía Chile donde es capturado por la Interpol el 2007 y extraditado, a solicitud del gobierno peruano que lo acusa de una infinidad de delitos entre ellos asesinatos políticos, peculado, allanamiento, malversación de caudales públicos, corrupción y compra de periódicos nacionales que favorecieron su reelección. Cinco periodos completaron su dictadura de 10 años.
Los procesos contra este abusivo dictador eran siete, pero en materia de derechos humanos le juntaron 3 en 1, quedando en total sólo 5: -Allanamiento ilegal a la casa de Trinidad Becerra esposa de su ex asesor Vladimiro Montesinos; se le condena a seis años de prisión. -Homicidio calificado por las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta y por secuestro agravado en la captura de un periodista y un empresario durante el autogolpe de 1992, condenado a 25 años. -Por pago de 15 Millones de dólares con fondos del erario nacional a su asesor en aspectos de seguridad, Vladimiro Montesinos Torres, para encubrir sus desmanes; condenado en 2009 a siete años y medio. -El 2009 es condenado a seis años de prisión y al pago de reparaciones millonarias por tres evidentes casos de corrupción que implican la compra de Cable Canal de Noticias y la línea editorial del Diario Expreso; pagos ilegales a congresistas tránsfugas y espionaje a políticos y periodistas.-El último de los procesos que se realizó el día de hoy le incrementó la pena actual a ocho años más acusado de haber pagado 40 Millones de dólares a los llamados “diarios chicha”: Ojo, Expreso, Mañanero, MAS, etc. etc. de aquella nación para favorecer la inconstitucional y tormentosa segunda reelección.
Con Fujimori también caminaron a la cárcel directores de periódicos y varios generales del Ejército Peruano cómplices de estos delitos cometidos en contubernio con los siameses del mal Fujimori-Montesinos.
Casi 30 periodistas y directores de medios, igual que un ex comandante general de la Fuerza Aérea de Perú, Elesván Bello, fueron llevados a la cárcel el 2005.
Sin embargo, en los 35 años que ha vivido Perú de falsa y débil democracia, después de 12 años de gobiernos militares, 1968-1980, sólo ha tenido gobiernos corruptos y anti populares desde Belaunde Terry, García Pérez, Toledo y lógicamente la dictadura de Fujimori.
De esto hace casi 20 años, pero como Dura Lex Sed Lex, la Ley algún día llega, si no es con cárcel y reparación, es con vergüenza -si tienen algún ápice- para la familia.
Ojalá que Juan Orlando Hernández, JOH, los Generales Militares, Políticos, Periodistas y Dueños de Medios de Honduras, aprendan esta lección.
Lástima que en países con tan brillante trayectoria histórica, excelentes culturas, envidiables riquezas naturales y generosas gentes como Honduras y Perú, se den esta clase de satrapías.
* Ingeniero agrónomo hondureño
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