martes, 27 de enero de 2015

Militares implicados en muerte de menor, sólo debían disparar si su vida corría riesgo



Por Sandra Rodríguez

No disparé porque hay una regla “no disparar mientras nuestra vida no está en peligro” declaró uno de los testigos protegidos que relató los hechos sucedidos cuando una patrulla militar con siete efectivos a bordo, persiguió a Ebed Jassiel Yánez Cáceres, la madrugada del 27 de mayo del 2012, y le quitaron  la vida al menor de 15 años de edad.

El Juicio que se desarrolla en la Sala Quinta de la Sala de Juicios Orales de la Corte Suprema de Justicia, contra el sargento Eleazar Abimael Rodríguez,  el cabo Felipe de Jesús Rodríguez y el subteniente Josué Antonio Sierra (oficial a cargo de la patrulla), por el asesinato de Ebed Jassiel, continuó ayer, en su segundo día, evacuando pruebas y escuchando algunos testigos que de alguna manera se relacionaron con los hechos.

Uno de los testigos protegidos, reafirmó las declaraciones escuchadas el primer día del juicio, en el que se expresa que eran siete los agentes militares a bordo de la patrulla que dieron persecución a una persona que se conducía en una motocicleta y desatendió la señal de parada, en un retén a la altura del desvió a la colonia Los Pinos, salida a oriente.

Asimismo que el oficial a cargo les dijo que lo siguieran, y antes de llegar a la posta policial de la colonia Villa Vieja le dispararon, el oficial a cargo se acercó para ver si el motociclista estaba vivo o muerto, estuvieron poco tiempo allí, y también declaró que quienes dispararon sus armas fueron Josué Sierra, Felipe Rodríguez y Eleazar Abimael Rodríguez, los primeros gozan de medidas sustitutivas a la prisión acusados de abuso de Autoridad, falta a los deberes de los funcionarios y encubrimiento; y el último guarda prisión preventiva, pues se le acusa de homicidio y abuso de autoridad porque su arma coincide con los casquillos de bala encontrados en la escena de crimen, por algunos testigos, pese a que minutos después del homicidio, la patrulla volvió a recoger las evidencias que los podría implicar, y que después iban tirando los casquillos por el redondel de la salida a Danlí, según las declaraciones.

“Eran bastantes, no recuerdo la cantidad de casquillos” declaró uno de los testigos, haciendo referencia a los disparos hechos a Ebed Jassiel, pero que el oficial a cargo les dijo que guardaran silencio, pues él ya había reportado lo sucedido.

También relató que el 4 de junio del 2012, el coronel Fúnez, llegó y les dijo que él andaba unas armas, que dejaran las de ellos y que agarrarán las otras, “y que si nos preguntaban dijéramos que no andábamos allí”. Mencionó que las personas que dispararon fueron tres, uno iba en la cabina y los otros dos en la paila del vehículo.

Uno de las declaraciones expuestas en este juicio es la del coronel Juan Rubén Girón Reyes, quien era encargado del personal contratado para la operación “Libertad” que tenía como zona las colonias del oriente de Tegucigalpa, entre ellas la Kennedy, Villa Nueva y Los Pinos.

Y fue a él que se reputaban los incidentes durante los operativos realizados, por lo que a él el oficial Josué Sierra, le reportó vía teléfono celular que un motorizado había rebasado un retén militar, que había habido disparos y que posiblemente había un muerto. Y éste a su vez le informó el incidente a su eslabón superior el coronel Aurelio Archaga Paz, y este a su superior, supongo que informó, porque hay que seguir procedimientos, declaró el testigo presentado por la defensa.

Cabe mencionar que el coronel Girón Reyes, declaró que su deber sólo era informar a su escalón superior, y no es investigar si había un muerto, quién había disparado o verificar la escena de muerte.

Y manifestó que tienen reglas que describen que acciones realizar según el momento, y que los disparos sólo se realizan cuando su vida o la de sus compañeros estén amenazadas. Por lo que sería en caso extremo.  

El 10 de abril de 2013 la Fiscalía Especial de Derechos Humanos presentó ante el Juzgado de Letras de lo Penal Seccional Judicial de Tegucigalpa requerimiento fiscal contra varios oficiales de alto rango de las Fuerzas Armadas por suponerlos responsables del delito de encubrimiento y violación de los deberes de los funcionarios.

Entre ellos el teniente Coronel Juan Rubén Girón Reyes, Subcomandante del X Batallón de Infantería con sede en Marcala, La Paz, nombramiento que se hizo efectivo el 1 de febrero 2013, el Alférez de Fragata José Emiliano Novoa Fúnez, el asesor legal de la Auditoría Jurídico Militar de las Fuerzas Armadas, Juan José Flores Álvarez y el Contralmirante y Auditor Jurídico de las Fuerzas Armadas, Ramón Cristóbal Romero Burgos.

También el Coronel Raynel Enrique Fúnez Ponce, comandante del Primer Batallón de Fuerzas Especiales localizado en la Venta, Francisco Morazán y nombrado el 1 de febrero de 2013 como comandante del Comando de Operaciones Especiales (COES), el coronel de artillería Jesús Alberto Mármol Yánez, quien durante los meses de mayo y junio de 2012 fungió como comandante del Comando de Operaciones Especiales (COES) y comandante de la Operación Relámpago, y tuvo bajo su mando de febrero a julio de 2012 a 300 efectivos militares, destacados en los silos del Instituto Hondureño de Mercadeo Agrícola (IHMA) y en el Instituto Nacional de Formación Profesional (INFOP) de la capital. El 1 de febrero de 2013 fue nombrado Jefe del Departamento de Recursos Humanos (E-1).

Asimismo la Fiscalía presentó requerimiento fiscal contra otros oficiales por el delito de encubrimiento y abuso de autoridad. Los imputados son: El Teniente Coronel Mariano Mendoza Maradiaga, quien se desempeñó como subcomandante del Primer Batallón de Fuerzas Especiales y nombrado comandante del XVI Batallón de Infantería el 21 de enero de 2013.

Con las declaraciones en el segundo día de este juicio, se han reafirmado las versiones de los testigos protegidos anteriores, sobre la participación de los tres imputados por la muerte del menor Ebed Jassiel Yánez Cáceres en la madrugada del 27 de mayo del 2012, tras evadir un retén militar en la salida a Danlí.

Asimismo, se evacuaron pruebas como informes hechos por peritos del Ministerio Público, en la escena del crimen, la autopsia que establece la causa de muerte es una contusión de tallo cerebral y el médico forense lo cataloga como un homicidio, además la recolección de evidencias y decomiso de armas de reglamento utilizadas esa noche durante el operativo.  

El lunes 20 será el tercer día de este juicio a cargo del Tribunal compuesto por Lesly Gallardo, Yessica Granados, Julissa Aguilar y Mario Díaz como cuarto juez. El Ministerio Público, a través del Fiscal de Derechos Humanos Luis Fernando Padilla, y los defensores Jacobo Salandía y José Tiburcio Amador, aportarán y evacuarán sus pruebas testificales, documentales y periciales.

La familia de Ebed Jassiel ha permanecido atenta a cada uno de los detalles del juicio, Wilfredo Yánez, padre del menor ya dio su testimonio y manifestó que sólo ha llegado hasta este punto en búsqueda de justicia por la muerte de su hijo, cuya representación legal la lleva el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras, COFADEH, que tiene 32 años reconstruyendo la memoria histórica y rompiendo el silencio.

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