viernes, 30 de enero de 2015
Los desafíos del sondeo de opinión pública del ERIC
Las dirigencias hondureñas siguen impasibles no obstante la insistente voz de la gente que les dice que así como actúan y como gobiernan seguirá aumentando la desconfianza hacia ellas, de acuerdo a la percepción que recoge el sondeo de opinión pública en esta quinta edición, opinión que ha persistido en todos los sondeos realizados.
La población no tiene ninguna vacilación en decir que la situación económica sigue en creciente deterioro. Por su parte, el problema de inseguridad y violencia tiene una dosis de objetividad en muertes, extorsiones y robos callejeros. Pero la mayoría de la población dice que no ha sufrido personalmente agresión, lo que estaría indicando que a la realidad objetiva de violencia se une una muy alta dosis de subjetividad, es decir, miedo y angustia de la gente a ser víctima de la violencia. Esta dosis subjetiva de miedo y angustia no puede estar desprendida de la preferencia de la gente por informarse a través de canales de televisión especializados en hacer morbo de los hechos de violencia.
La influencia de determinados medios, especialmente televisivos estaría en correspondencia con el nivel de escolaridad de quienes escuchan noticias. A más bajo nivel de escolaridad más capacidad de influencia y control tendrían los medios de comunicación. Esto es lo que se refleja en los datos del sondeo especialmente en lo referente a la propaganda oficial.
El sondeo de opinión pública del ERIC aporta percepciones sobre la política que invitan al debate nacional. La precepción que recoge el sondeo es más bien desalentadora frente a las expectativas que la gente tenía ante la emergencia de nuevos partidos políticos. De la población encuestada más del setenta por ciento dijo que había participado en las últimas elecciones, al tiempo que casi el mismo porcentaje expresa que no se siente representada por las decisiones de los líderes de los partidos políticos. Mayoritariamente la gente expresa que los nuevos partidos políticos han venido a ser más de lo mismo. El sistema de partidos políticos garantiza que se realicen elecciones, que la gente vote, pero no garantiza participación de la sociedad en los asuntos públicos.
La incursión de nuevos institutos políticos no ha variado en nada la percepción de desconfianza hacia los políticos que se ha venido reflejando en las encuestas a lo largo de los últimos cinco años. La construcción de propuestas políticas partidarias y la necesidad de repensar la política y la participación de la ciudadanía en los procesos políticos hondureños, sigue siendo una asignatura pendiente.
El sondeo deja abierta la demanda de la población a los liderazgos nacionales a buscar consensos a partir de los aportes de los diversos sectores de la sociedad hondureña. En impulsar este proceso de búsqueda de consensos se encuentra el desafío más grande que la población hondureña nos deja a los diversos liderazgos sociales económicos y políticos a través de este último sondeo de opinión pública.
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