lunes, 12 de enero de 2015
Una oportunidad
Con reducción de fondos al sector agrario y educación, Congreso Nacional aprobó Presupuesto 2015
Atrás quedaron las parrandas y se fueron hasta los olores de las hojas de tamales. Y la realidad es implacable: el cobro del 100 por ciento del incremento al peaje en San Pedro Sula, y que afecta a toda la zona noroccidental, ya es un hecho, pero a la vez es una oportunidad para reavivar a un movimiento social y popular que inverniza, sigue soñando en triunfos electorales, a pesar de los abusos y atropellos que se cometen en contra de la ciudadanía.
También se convierte en un reto para la ciudadanía cómo canalizar su rechazo y protestas en acciones concretas. Que la gente pase de la pasividad a movilizarse, a exigir sus derechos. El rechazo a esta decisión arbitraria, debido a la falta de consulta con la gente, es un primer ejercicio de organización y articulación para las futuras decisiones que sin duda nos vendrán desde arriba.
Aceptar el incremento al precio del peaje es aceptar el peaje impuesto en Zambrano, el que está pronto a instalarse en San Cruz de Yojoa y decir Acepto a todos los que se pretenden instalar en el marco del proyecto del corredor turístico. Es aceptar que del mismo cuero salen las correas.
Aceptar ese cobro ilegal es decir Sí a Coalianza y todas las propuestas de privatización que tiene este gobierno. Es decir SÍ al despojo y a los abusos que se comente con decenas de comunidades que luchan por defender sus bienes naturales, la soberanía y la vida misma.
La pasividad de la gente y los cálculos y negociaciones por debajo de la mesa de las organizaciones únicamente acelerará el proceso de precarización, de quitar lo poco que tienen las mayorías para seguir entregándoselo a aquellos grupos que siempre se han beneficiado del erario público.
Rechazar este incremento es iniciar un nuevo año con las esperanzas puesta en revertir una realidad que sigue oprimiendo la vida de la gente. Es dejar un mensaje de no permitir más abusos, de saber dar la lucha en medio de un panorama nada alentador pero que encuentra signos de vida en la movilización y acciones de la gente que exige dignidad para sus vidas y la de su gente.
Rechazar el incremento al peaje en San Pedro Sula, y que afecta a la población del valle de Sula, del occidente y de todo el atlántico, es la oportunidad de decir Basta Ya, ni un abuso más. Aquí hay un pueblo que exige que sus derechos se respeten.
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