miércoles, 7 de enero de 2015
Exhortación a los cristianos
Por Rodolfo Cortés Calderón *
“Los sacerdotes son como los aviones, sólo son noticia cuando se caen”
Don Francisco, no ese viejo lépero y mafioso de nacionalidad chilena que aparece en la televisión pro gringa, sino el Papa Bergoglio, les ha metido sal y limón en la llaga a los “príncipes de la Iglesia” diciéndoles lo que ya tiempos debieron haber hecho otros papas.
Sí, como lo ve, lo lee o lo oye, en una última reunión con el colegio cardenalicio en Roma, se descosió y les señaló hasta de qué van a morir.
Ya era hora que esto sucediera si se quiere recuperar el verdadero evangelio de Cristo en este mundo tan corrompido por falsos profetas de todas las iglesias cristianas que hacen y deshacen a su antojo y capricho. Por eso siempre nos hemos cuestionado eso de los Votos de los curas o predicadores, sean simples diáconos, pastores, obispos, profetas, arzobispos, cardenales o papas.
Entre algunas cosas el sacerdote Jorge Mario Bergoglio les señaló algunas de “sus enfermedades” relacionadas con aspectos financieros, sexuales y otras debilidades humanas entre ellas:
"Sentirse inmortal e insustituible", sin defectos, privado de autocrítica; "el "exceso de actividad", de trabajo y los invitó a respetar y a dedicar momentos de descanso con la familia, algo que él personalmente no respeta; la "petrificación mental y espiritual"; el "exceso de planificación y funcionalismo"; la "mala coordinación" y lo que llamó el "Alzheimer espiritual", que lleva a olvidar el fervor inicial; la "rivalidad y vanagloria", el vivir en el mundo de las apariencias; la "esquizofrenia existencial" de quienes olvidan que están al servicio de personas concretas, que "viven una doble vida", se limitan a realizar trámites burocráticos, dependen sólo de sus propias pasiones, caprichos y manías y "construyen a su alrededor muros y costumbres"; incluyó entre los males de la Iglesia el de "acumular bienes materiales", de pertenecer "a círculos cerrados", así como "la mundanidad y el exhibicionismo".
Y concluyó con una advertencia: "Cuánto mal puede causar a todo el cuerpo de la Iglesia un solo sacerdote que cae", dijo al mencionar indirectamente los escándalos sexuales y financieros así como las filtraciones de noticias por parte de miembros de la Curia…”
A estos predicadores se les olvida y obvian los evangelios del maravilloso, tierno y amoroso nacimiento de Jesús; el lavatorio de los pies, símbolo del más hermoso sentimiento de amor, humildad y servicio hacia los demás; el evangelio que habla de Mateo y Saqueo sobre el desprendimiento a la riqueza; la pasión, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo; en fin…
Ojalá que todos los cristianos seamos laicos, feligreses, sacerdotes, religiosas, obispos y sobre todo el cardenal Rodríguez Maradiaga, escarmentemos sobre esta reflexión navideña del Papa.
¡Feliz y Santa Navidad Hermanas y Hermanos de todas las iglesias que nos esforzamos en seguir el evangelio del Jesús siempre niño, tierno y dulce!
* Ingeniero agrónomo hondureño
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