sábado, 24 de enero de 2015
2015: Año de presiones para asegurar la reelección presidencial en Honduras
Sin duda que los rumbos del país para este nuevo año estarán sustentados con ambiciones políticas que buscan elevar el rango constitucional de la Policía Militar de Orden Público y asegurar la reelección en el país, por sobre las necesidades y opinión de la gente. A continuación el licenciado Efraín Díaz Arrivillaga, ex diputado, ex embajador de Honduras en Alemania y analista político hondureño, respondió algunas preguntas en una entrevista a Radio Progreso, en torno a los destinos políticos y sociales de Honduras en los próximos 12 meses.
Radio Progreso (R.P): ¿Cómo se valora el primer año de Juan Orlando Hernández?
Efraín Díaz (E.D.): Si se puede decir en una frase, yo diría que hay mucho ruido y pocas nueces. Ha sido un gobierno esencialmente muy mediático, tratando de dar una imagen de realizaciones pero que no corresponden necesariamente con la realidad que el país tiene. Creo que se han hecho esfuerzos muy concretos para lucha contra el crimen organizado, narcotráfico, se han hecho algunas acciones que podemos considerarlas como positivas; algunas acciones también en contra de la corrupción como en el caso del Instituto Hondureño de Seguridad Social, aunque en eso todavía permanecen demasiadas interrogantes y demasiadas lagunas como para poder afirmar que efectivamente es una lucha frontal contra la corrupción.
El acuerdo con el Fondo Monetaria Internacional, FMI, esto ya estaba previsto, no es el primer gobierno que lo hace, repetidamente hemos venido haciendo acuerdos con el FMI, casi desde los años 80s, y casi viene a constituir la misma receta que se negocia con el organismo internacional. Pero el acuerdo permite el acceso de recursos frescos para el país en una situación fiscal muy crítica, con una economía todavía sin despegar, con impuestos que han generado problemas para la población, una contracción económica durante el año 2014 que no ha podido realmente dinamizar el crecimiento de la economía.
Y por supuesto que la inseguridad continúa campeando en el país, no obstante, se dice que la tasa de homicidios ha disminuido, pero yo creo que la realidad nos indica otra cosa, que la violencia continúa, la inseguridad sigue siendo una realidad para la mayoría de los hondureños y hondureñas, y sobre todo creo que, el mayor problema sigue constituyéndose en las desigualdades que todavía existen en el país, la falta de oportunidades de trabajo para nuestra gente sobre todo para los más jóvenes.
Por otro lado, se ha introducido un estilo de gobierno, que me hace generar muchas preocupaciones, un estilo de querer que el país piense en una sola dirección, que todos nos uniformemos en cuanto a lo que debemos y no debemos aceptar, eso me parece un estilo personalista de alguna manera con un tinte autoritario. Y ahora se han vuelto a presentar los dos temas que van a hacer importantes para este 2015, uno el tema de la reelección y la elevación del rango constitucional de la Policía Militar.
R.P: Como se mueven las cosas en el país, ¿cuál cree usted que es la verdadera intención de elevar a rango constitucional la Policía Militar?
E.D: Yo creo que elevar el rango constitucional a la Policía Militar de Orden Público tiene una vinculación definitivamente estrecha con el tema de la reelección y el continuismo, yo creo que esto ha estado en la agenda desde el primer inicio del gobierno actual, entonces no es de extrañar que eso sea parte de este esfuerzo. Hay dos elementos en esto, primero que no hay ninguna opinión de parte de la población, y no sabemos si esa intencionalidad de elevar a rango constitucional la PMOP también es compartido por las propias Fuerzas Armadas, es algo que no se sabe y es un punto que se le debe dar respuesta. El telón de fondo de todo esto está precisamente en la intención del presidente, de ir en la dirección que él quiere que el país vaya, es una dirección que no todos los hondureños compartimos.
R.P: ¿Cuál es su valoración con respecto al tema de la reelección presidencial?
E.D: Primero, históricamente el tema de la reelección siempre ha desembocado en el continuismo y en la dictadura, sino recordemos a la dictadura de Carías, que se gestó a base de reformas constitucionales hechas desde el Congreso Nacional, ese camino fue el que llevó a la constitución de 1957 y que establecieron los famosos artículos pétreos que son los de alguna manera u otra han establecido los candados para eliminar el tema de la reelección. Cuando se presentó el tema por el ex presidente Manuel Zelaya Rosales, se generó la famosa crisis de 2009 ocasionando un golpe de Estado, la interrupción del orden constitucional y el aislamiento de Honduras. En aquel entonces, los mismos que ahora quieren promover la reelección, eran los grandes opositores a la cuarta urna. Yo lo señaló como una doble moralidad, lo que era malo antes, ahora es bueno porque está en la agenda política, precisamente de los que quieren impulsar la reelección y el continuismo.
R.P: ¿Está de acuerdo con la reelección?
E.D: Yo creo que hay que dar el paso, pero hay que darlo correctamente teniendo los mecanismos adecuados, pero desvinculado de los intereses concretos políticos que una agenda determinada está queriendo hacerlo en este momento por el mecanismo menos indicado. El mecanismo que quieren utilizar, es el mecanismo que se utilizó en el pasado para perpetuar un régimen y eventualmente llevar a una dictadura y eso es lo que los hondureños tenemos que evitar.
R.P: Los interesados en el tema de la reelección son…
E.D: Indudablemente, es muy claro que el gobierno actual y el Partido Nacional, desde el Ejecutivo hasta el Legislativo, son los mayores abanderados ahora. En un momento determinado, por supuesto los partidos de oposición, si así los podemos llamar, en este caso Libre y Pac, han manifestado de alguna manera su resistencia a esa iniciativa, pero me parece dentro del contexto actual sobre la cual se está planteando ese asunto. Entonces yo creo que hay que deslindar los intereses políticos del momento sobre los intereses a largo plazo del país.
R.P: El ciclo político de Honduras es de 4 años, y el primer año se ha caracterizado porque el presidente gobierna sin ninguna sombra política, gobierna para el país, el segundo año es un año en el que comienzan a recobrar vida los movimientos internos, en el tercer año y cuarto año son años eminentemente políticos. ¿Se está rompiendo este ciclo político?
E.D: El problema de Honduras desde mi entender, es que es un país con potencialidades, un país que puede avanzar al desarrollo, pero mal gobernado, mal gestado. Pero mal gestado porque hay dos elementos que se confluyen ahí, uno el tema político, gobiernos que se dedican esencialmente a la política y no a gobernar y todo lo que hacen es en función de obtener votos, de ganar elecciones y no de construir la nación que los hondureños quieren. Yo creo que lo que tenemos que hacer, es un cambio de dirección hacia la construcción de un país moderno, próspero y sentar las bases del verdadero desarrollo nacional. Es decir, como estamos caminando en este momento, Honduras anda en un camino equivocado.
Yo creo que Honduras necesita un nuevo liderazgo, un nuevo liderazgo político, empresarial, social que cambie estos derroteros del pasado.
R.P: ¿Y por dónde pasa ese cambio de política en Honduras?
E.D: Bueno, pasa porque los hondureños pensemos de una manera diferente, tengamos una actitud diferente, pasa también porque las nuevas generaciones tienen que empezar a reflexionar, necesitamos cambiar la política, yo creo que los partidos políticos tienen que cambiar de mentalidad. Los partidos políticos nuevos que han surgido, tienen que cambiar la manera de ver la política y realmente hacer su gestión en función de la construcción de una nueva nación, un nuevo país.
R.P: ¿Cuál su análisis de lo que hasta ahora representa en Honduras la llamada oposición?
E.D: Mi percepción sobre los partidos de oposición, es que hasta el momento, realmente ha existido muy poca oposición. La oposición ha sido limitada, no ha habido unidad respecto al tema de la oposición e indudablemente también, debo señalar que desde el Ejecutivo mismo se ha querido limitar cualquier tipo de oposición, o sea que en el país no se quiere que haya opiniones distintas. Tampoco el movimiento social se ha manifestado en el país, vimos que después del golpe de Estado hubo una gran vitalidad, hubo una fuerte movilización social, esa movilización social prácticamente ha desaparecido en el país. Y los movimientos gremiales y sociales han pasado al olvido, lo cual es una situación preocupante.
R.P: Rango constitucional de la Policía Militar, reelección presidencial, este año elección de la Corte Suprema de Justicia, ¿son las pruebas de fuego para la oposición?
E.D: Sí, definitivamente sí. Yo pienso que tienen que generar una agenda de entendimiento mínima de la oposición en el Congreso Nacional, pero también en otros temas que el país tiene, como por ejemplo: el tema presupuestario, servicios públicos, el tema esencialmente de la economía que parece ser un tema que no está dentro de la agenda de los partidos políticos y es un tema central y crucial para la vida del país.
En una palabra:
Primer año de Juan Orlando Hernández: mucho ruido y pocas nueces
Segundo año de Juan Orlando Hernández: más incertidumbre
Juan Orlando Hernández: difícil, pero yo creo que si pudiera decirlo, personalismo
Reelección presidencial: es la tarea del Partido Nacional
Oposición: todavía fragmentada, falta unidad
Año 2015: de esperanza pero igualmente con grandes interrogantes sobre cuál es el camino y futuro del país.
Su fe está puesta en: todavía en el pueblo hondureño y en las mentes más lúcidas que el país tiene para que esos sectores podamos de alguna manera u otra cambiar el rumbo de la nación, a construir el país que todos y todas queremos.
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