martes, 2 de septiembre de 2014

El sacerdote Patricio Wade: Una vida al servicio del Evangelio



“Aquí estoy Señor toma mi vida, sacerdote para siempre quiero ser”, el coro de esta canción resume la vida del sacerdote jesuita Patricio Wade, quien fue fiel hasta el final. Partió a su encuentro con Dios a las de 7:00 de la  mañana de este jueves  28 de agosto de 2014, cuando estaba próximo a  cumplir 82 años de edad.

Wade tenía 62 años de haber ingresado a la Compañía de Jesús y 49 años de sacerdocio.

El  padre Patricio  quien  pasó gran parte de su vida sacerdotal  en Honduras, falleció de un paro cardíaco en una clínica de San Pedro Sula,  ya que padecía de diversas enfermedades que lo aquejaban con mayor intensidad en los últimos tres años. 

Al igual que los demás sacerdotes jesuitas, el padre Patricio se ganó el cariño del pueblo por llevar su celo pastoral más allá de las paredes de los templos religiosos. Siempre buscó a través de la organización tanto parroquial como vicarial, el realizar un trabajo de evangelización en pro de la población más empobrecida tanto en la zona montañosa, como en los  valles del departamento de Yoro, al norte de Honduras. 

"Estaba bien enfermo, sin embargo su estado de ánimo lo hacía estar tranquilito, lúcido,  sereno  y no era para menos;  toda su  vida la dedicó al servicio del evangelio de Jesús. Murió y su espíritu ya está con nuestro padre, dijo el padre Valentín Menéndez, superior de la Compañía de Jesús en Honduras.

"Hay tristeza, pero predomina la esperanza porque hemos tenido un sacerdote fiel a sus principios. Era un gringo grande y del mismo tamaño era el amor y el compromiso con el pueblo más desposeído… él fue de los hombres que termina su carrera llena de dignidad”, indicó.

Vida y obra

El Padre Patricio Wade  es originario de Missouri, Estados Unidos, por lo que desde muy joven tuvo contacto con la comunidad Jesuita que misionaba en la región y siendo un joven sacerdote, se incorporó a la misión pastoral de la Iglesia en las comunidades del departamento de Yoro, tanto en la parroquia de Yoro, como en las parroquias de El Negrito-Morazán.

Fue Superior de la misión de Honduras en los años setenta y vicario de la Vicaría de Yoro, dependiente de la arquidiócesis de Tegucigalpa. Como Superior fue uno de los impulsores de la extensión de la misión de la Compañía en el departamento de Colón, así como animador de las obras sociales y de comunicación como Radio Progreso, el ERIC, teatro La Fragua, y por igual animador de las obras educativas y de espiritualidad como el instituto Técnico Loyola, el Instituto San José y el centro de Espiritualidad de Arena Blanca.

“Viendo el conjunto de la vida y servicio del P. Patricio Wade, como Compañía de Jesús nos queda un profundo sentimiento de gratitud al Señor por habernos dado el regalo de la presencia generosa y misericordiosa de la vida, palabra, mística y obra del Padre Patricio”, indicó en una nota de duelo la Compañía de Jesús en Honduras.

“Elevamos nuestra oración al Señor y a la santísima Virgen María, por medio de la cual pedimos al Señor lo mismo lo mismo que pidió nuestro fundador, San Ignacio de Loyola, que dé el regalo al P. Patricio de estar puesto con el Hijo, y que desde su descanso y alegría en el Reino continúe su labor de rezar porque nosotros los jesuitas y los laicos y laicas que trabajamos en las diversas obras apostólicas, recibamos el regalo de la fidelidad a nuestra vocación de servicio de fe y justicia, en cercanía y compromiso con los más pobres, al modo y profundidad como lo hizo en vida el P. Patricio Wade por quien hoy ofrecemos nuestra oración y gratitud” concluye la nota de duelo.

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