Después de analizar los indicadores del Programa Monetario 2014-2015, el Colegio Hondureño de Economistas (CHE), alertó el viernes que las finanzas públicas se siguen deteriorando, con lo que se obstaculizaría la suscripción de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El Programa Monetario 2014-2015, divulgado la semana pasada por el Banco Central de Honduras (BCH), proyecta un déficit fiscal de 21,413.3 millones de lempiras para este año, mayor en alrededor de 1,600 millones en relación al que se programó a finales del 2013.
En el Presupuesto de Ingresos y Egresos para el mismo período fiscal, aprobado en enero de este año, ese concepto se ubicó en alrededor de 19,800 millones el déficit de la cuenta corriente del aparato estatal.
En ese sentido, el presidente del CHE, Roldán Duarte expresó que “hay problemas en el campo fiscal del país: eso implica que el déficit se está empeorando”.
Asimismo, que “el Fondo Monetario en la última visita que hizo una de las recomendaciones fue que hay que tomar medidas adicionales para controlar el gasto primario”.
“Entonces, vemos que esto no está ocurriendo, debido a ello, nosotros decimos que no se está mandando el mejor mensaje, porque las finanzas públicas se siguen deteriorando, son las primeras cosas que se deben de corregir”, apuntó Duarte.
El BCH también proyecta mantener la inflación en 6.5 por ciento, con fluctuaciones de un punto hacia arriba o hacia abajo, no obstante, los analistas estiman que para lograrlo será necesario reducir más la liquidez del mercado.
Con ello, se estaría ganando en estabilidad de precios, pero a la par, se desincentivará más la inversión, al elevarse el costo del dinero, porque el BCH entra a competir con tasas para captar dinero del público.
Distintos sectores del país, exigen al gobierno el control del gasto corriente y la suscripción de una carta de intenciones con el organismo multilateral, porque así se estaría enviando un mensaje positivo sobre un buen manejo de las finanzas públicas.
El gobierno por su lado, manifiesta haber obtenido ahorros por el orden de 4,000 millones de lempiras al cuarto mes del año, en función de la solicitud presidencial de reducir el gasto en 10 por ciento en cada una de las secretarías.
Sin embargo, trascendió esta semana que dicha disminución se debió mayormente por el despido de personal supernumerario que dejó la administración del ahora expresidente Porfirio Lobo Sosa.
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