Por Marvin Palacios
El analista político Hermilo Soto dijo que el gobierno que preside Juan Orlando Hernández no está interesado en una agenda nacional incluyente, cuando se excluye la participación y el diálogo con la oposición, se criminaliza a los defensores de derechos humanos y se articula una campaña propagandística para hacer creer que el país va por buen camino.
Soto compareció el sábado 3 de mayo al programa radial Voces contra el Olvido que produce y transmite por radio Globo, el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH) para abordar la actual situación política y social que vive el país.
El analista inició su análisis sobre el tópico de derechos humanos y sostuvo que el tema central es que no existe voluntad política en el gobierno para frenar la vorágine de violaciones a los derechos humanos que está sufriendo el país, no existe la voluntad política en el gobierno para proteger a los defensores y defensoras de los derechos humanos en el país.
“Tampoco existe voluntad política en el gobierno para que las instituciones encargadas y que tienen responsabilidad constitucional de defender los derechos humanos, de proteger a los defensores y defensoras de derechos humanos, lo hagan diligentemente”, señaló Soto.
Soto subrayó que uno pone en una balanza para ver qué pesa más, es decir esa opinión del gobierno de que no hay una política de estado para violentar los derechos humanos, pero el gobierno no puede convencer a nadie en el sentido que no existe voluntad política para que la situación pueda mejorar; al contrario se hace de la vista gorda, evade la responsabilidad, responsabiliza a otros de lo que está pasando y creo que eso no lo cree, ni la opinión pública nacional, ni la opinión pública internacional.
En relación a una Ley que se encuentra en el Congreso Nacional, (que aún no ha sido discutida por los parlamentarios y parlamentarias) y que está destinada a la protección de los defensores y defensoras de derechos humanos, Hermilo Soto expresó que hay una serie de medidas y de buenas intenciones del gobierno para hacer creer que efectivamente está preocupado por mejorar la situación de derechos humanos.
“Pero cuando uno va a platicar con las comunidades, con las organizaciones, platica con los defensores y defensoras de derechos humanos, platica con la oposición que está en desacuerdo con lo que está pasando en el país y que el gobierno le saca el garrote, los excluye, los reprime, los criminaliza, porque ahora el gobierno dice que los sectores de oposición están ligados al narcotráfico y al crimen organizado, entonces vemos que realmente una cosa es lo que se dice y otra cosa es lo que se hace”, explicó el analista.
Así que, lo que se hace está en abierta contradicción a esas declaraciones de buenas intenciones, algunas iniciativas de ley para satisfacer de alguna manera la presión de la comunidad internacional, pero cuando uno se va a la realidad se da cuenta de que la situación no está cambiando en términos de mejorar, sino que hay una tendencia a empeorar.
“Y creo que lo que le ha pasado a José Guadalupe Ruelas (director de Casa Alianza golpeado salvajemente por militares y policías frente a Casa Presidencial) que es una personalidad de reconocimiento nacional e internacional, pues eso comprueba esa situación y preocupa mucho más, porque entonces si esto sucede a una persona que tiene toda la fortaleza moral, todo el respaldo institucional y todo el reconocimiento nacional e internacional, entonces qué le puede pasar a otros que no lo tienen; entonces es sumamente grave y preocupante”, detalló.
Para JOH todo marcha bien
El gobierno ha desplegado a través de varios medios de comunicación una millonaria campaña publicitaria para hacer creer que las cosas en el país están cambiando, que la delincuencia comienza a reducirse, que la situación económica va mejorando y que la mentalidad de la nación está más positiva.
Al respecto Soto expresó que la situación es compleja, aparentemente los que controlan el poder político podrán estar satisfechos, pero a mí me parece que es torpeza política, que es falta de visión, porque ya el adagio popular lo dice: Se siembran vientos y se cosecharán tempestades. Lamentablemente yo creo que el país está pasando algo de eso y a mediano plazo, la situación es de imprevisibles consecuencias.
Es interesante cuando el gobierno tiene la habilidad y tiene toda una maquinaria de comunicación en donde hace aparecer a las víctimas como los victimarios, a los agredidos como los agresores, a los que quieren realmente hacer acciones para transformar el país, como los enemigos de la democracia, entonces los descalifica y a veces la gente con falta de información o con el consumo de una información manipulada, entonces la gente termina creyendo estas cosas, apuntó el analista.
En torno a que defensoras de derechos humanos como Bertha Oliva (Coordinadora General del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras) han señalado que el presidente Juan Orlando Hernández está mal asesorado en la forma de cómo dirigir sus acciones al frente del poder Ejecutivo, Hermilo Soto consideró que los sectores de opinión de la sociedad hondureña que no se suman de manera crítica y que tienen capacidad de discernir y elementos para el análisis y la discusión, estamos viendo al presidente Hernández como candidato y no como presidente.
“Es decir, el candidato tiene esa tendencia a generar buena imagen para ganar votos, pero cuando llega a asumir los destinos del país, asume la responsabilidad de impulsar una agenda nacional incluyente, y cuando hablamos de eso, hablamos de los sectores de la oposición; y eso significa que hay que tratar de impulsar acciones, diálogos nacionales, puentes de entendimiento, para impulsar esas grandes decisiones que requiere el país y comenzar a resolver esos problemas estructurales que no son responsabilidad de un gobierno, pero sí de sentar las bases para que la situación del país comience a cambiar; entonces vemos más a un candidato que a un presidente preocupado por los graves problemas que tiene el país”.
Sobre la falta de participación de la oposición en el Congreso Nacional dominado por la alianza nacionalista-liberal, el analista consideró que eso nos hace pensar que efectivamente el gobierno no está interesado en una agenda nacional incluyente, en una agenda de país incluyente, porque cuando un gobierno está interesado en impulsar una agenda de país incluyente, entonces contar con la oposición es indispensable, lo que significa que abrir diálogos con la oposición es central y no excluir, atropellar y criminalizar la oposición; difícilmente un gobierno puede impulsar una agenda de país, sin tomar en cuenta a los sectores de la oposición.
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