sábado, 3 de mayo de 2014
La marca país
El gobierno de la Vida Peor ha contratado una empresa internacional de mercadeo para sustituir todas las malas imágenes de Honduras en el mundo. Epaminondas Marinakis tendrá más de 200 millones de lempiras este año para ese propósito.
La queja del señor Juan Orlando Hernández es que hay personas extranjeras y hondureñas que hacen mucho daño a los negocios en Honduras con sus denuncias constante.
Le molestan a JOH las denuncias por asesinatos de campesinos en el Aguán y la criminalización de mil campesinas y campesinos que luchan por la tierra en Comayagua, La Paz y otras regiones del país.
Igual que a su antecesor Pepe Lobo, al Indómito de Lempira le molesta escuchar sobre violaciones a derechos humanos civiles y políticos, sociales y culturales y de tercera generación relativos a la justicia, la paz y la autodeterminación.
La marca de país más violento del mundo, el más complejo para operar negocios por tener el más alto índice de percepción de corrupción y ser un país golpista que hace fraude en las elecciones, es una mala imagen que quedará en la historia.
El gobierno instalado por el Tribunal Electoral en noviembre 2013 hará lo que tenga que hacer para sojuzgar a todos los medios de comunicación, inclusive aquellos que pierden un millón de lempiras mensuales por no estar todavía dentro del reparto publicitario de Casa Presidencial.
La nueva imagen de país próspero, que crece económicamente y reduce casi a cero la inseguridad y la violencia, ideal para los negocios, será impuesta cueste lo que cueste.
A partir de los primeros cien días de Juan Hernández, el pensamiento único comienza a ejercer su mandato cotidianamente. Nada contra el Presidente. Una crítica a su gobierno es una crítica a la Patria. Y una crítica de esas, es traición. Así, la oposición y los opositores no existen. Al menos no existirán en las iglesias, en los partidos políticos ni en la prensa.
Para el primero de mayo próximo los periódicos, las televisoras y radios controladas dirán que las centrales obreras se quedaron solas y que LibRe salió a las calles a asaltar su fiesta con pancartas. La fiesta de los obreros por hora, de las trabajadoras sin chamba y de los jóvenes sin presente. La fiesta de los jubilados sin jubilaciones y del magisterio sin estatuto. La fiesta del pueblo indómito sin patria, porque los golpistas la entregaron a los neoliberales de las corporaciones internacionales.
Pero mientras tanto el Ministerio de Estrategia con el Instituto de Turismo venderán el país cinco estrellas para campos de golf y minerías metálicas.
En la tele y en la radio habrá lisonjas para la familia presidencial reunida con el Papa Bergoglio y vendrá el mundial de fútbol en un mes a comérselo todo.
Atención todo el mundo, atención Honduras, avanza Costly peligrosamente sobre el área ecuatoriana, va a tirar, va a tirar, tiró….
Katracho ¡qué linda es tu casa! Así no debe ser, alertas!
Editorial Voces contra El Olvido 26 de abril 2014
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