martes, 27 de mayo de 2014
Tres bancos nacionales harán fiesta por la quiebra de la ENEE
Tres bancos nacionales harán fiesta con quiebra de la ENEE
La “Ley General de la Industria Eléctrica” aprobada en la hemorragia de decretos por el Congreso Nacional anterior, despojó a la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) y la convirtió en una empresa de sociedad anónima, en la cual, el Estado hondureño renunció a ser el único proveedor en la distribución, así como en la transmisión y operación del sistema eléctrico.
“Se han concretizado los fideicomisos, en tres bancos: Ficohsa, Banco Atlántida y Banco Continental, allí está el centro de toda la ganancia que producirá toda esa ley recientemente aprobada; yo no sé quiénes son los socios de esos bancos, pero realmente es un negocio cerrado, sin invertir un centavo van a ganar millones,” manifestó Gladys Lanza ex sindicalista de la ENEE. Añadió que “así cualquiera se hace millonario. A costillas de la gente que elige a diputados que están de rodillas ante el capital transnacional”.
Para Lanza, con la llegada de Juan Orlando Hernández al poder, después de haber él mismo aprobado esta ley energética cuando era presidente del Congreso Nacional, se cierra el círculo de la privatización de un servicio que debe ser eminentemente manejado por Estado, porque la energía eléctrica no debe ser privada.
Afirma que “este es un viejo sueño que ha tenido el Banco Mundial (BM), y que ahora se concretiza con esta ley, porque durante muchos años, vinieron impulsando, colocando a diputados en una estrategia que culminó con la aprobación de esta nociva ley para la ciudadanía”.
El Congreso Nacional (2010-2014), antes de despedirse, aprobó 140 nuevas leyes y 93 nuevos contratos en apenas tres días (viernes 17 y lunes 20 de enero) trabajando hasta horas extras. Esto fue catalogado por diversos analistas como un claro descaro, porque se hizo horas antes de que se instaurara el nuevo Congreso Nacional, integrado ahora por siete partidos políticos, dos de ellos con 52 diputados de los 128 que hay en la cámara legislativa.
El Estado hondureño ya no será quien fije las tarifas por consumo de energía eléctrica, ahora, quien decidirá el precio que van a pagar los abonados de la ENEE será la empresa privada. A partir del 1 de julio de 2015, la ENEE será dividida en tres subsidiarias que generarán con los propios recursos nacionales la electricidad, la van a distribuir a la gente, y se encargarán de la transmisión y la operación del sistema eléctrico.
La ENEE ha sufrido este proceso acelerado de privatización, por las políticas del Banco Mundial y la corrupción existente, orillándola a comprarle energía a empresas privadas nacionales, propiedad de los grupos de poder en Honduras, registrando pérdidas anuales de 200 millones de dólares.
Por ser “incapaz de invertir en nuevos proyectos” se tomó la decisión de aprobar esa ley dijo en su momento el gerente de la ENEE, Emil Hawit, quien al paso dijo que "esta legislación permite la participación de actores privados en todo el mercado de la energía eléctrica para alentar las inversiones y responder a la demanda de nueva energía, necesaria para el desarrollo del país.
Pero para el economista Domingo Godoy los empresarios privados y las transnacionales han puesto los ojos en la ENEE para hacerse más millonarios, porque es una de las empresas más rentables del país, y advierte que no solo la energía está pasando a manos privadas, sino que también el agua, la Empresa Nacional Portuaria (ENP) y las telecomunicaciones.
“Esto es parte de todo el proceso de privatización de las empresas públicas, recordemos que el gobierno aprobó la Ley de Asociación Pública-Privada, es decir Coalianza, el órgano que el gobierno utilizará para privatizar lo que queda del país. Uno de los casos más importantes en el papel de Coalianza es el tema de la portuaria, luego cayó el tema de las telecomunicaciones, el de la ENEE y el agua, que aparentemente Ficohsa no lo va tomar, pero que es parte también de todo este proceso privatizador,” dijo Godoy.
Godoy añade que el impacto de la privatización de la estatal eléctrica es grave, y es que en primer lugar, empresas como la ENEE, que han sido de gran importancia en el tesoro nacional, precisamente porque son rentables, le interesan a la iniciativa privada, en ese sentido no solamente se dejan de percibir recursos para el gobierno sino que además hay una tendencia a que los sectores que están invirtiendo en estos procesos de privatización tengan la posibilidad de concentrar mucha más riqueza de la que ya tienen.
“Lo que viene para el país es terrible, al no tener soberanía energética, al cambiar también la matriz energética donde el sector privado tenga pleno control, estamos hablando de que los empresarios pueden amenazar con bajar la cuchilla en cualquier momento, imponernos los precios y obviamente no va a ser con fondos del Estado que se va a pagar todo ese dinero, van a ser los usuarios, va a ser usted y voy a ser yo, que vamos a pagar por todos los aumentos que nos quieren imponer; de hecho, ya lo están haciendo” expresó el economista.
Por su parte la rectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras afirmó que con la aprobación de la “Ley General de la Industria Eléctrica” lo público terminó de desarticularse de una forma dramática. “En 30 años perdimos el Estado, en su sentido de ser garante de lo público”, expresó en medios de comunicación nacional.
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