Mientras los ricos llenan sus piscinas y riegan sus jardines y los tubos de abastecimiento del SANAA llegan a las zonas más privilegiadas, casi el 80% de la población de la capital hondureña carece de suministro del vital líquido o lo recibe muy racionado.
Según las autoridades del SANAA, se trabajaba en la conformación de un comité para estudiar la factibilidad del fideicomiso antes de su publicación.
El Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillado (SANAA) va camino a la privatización, aseguran los representantes del sindicato de trabajadores del ente autónomo. Su declaración se basa en la aprobación de un fideicomiso que traspasa los cobros por servicios de agua de la entidad a la banca privada.
A juicio de los representantes del Sitrasanaa, la medida afectará a los abonados pues visualizan que entre las medidas para mantener el mismo está el aumento a las tarifas del servicio. Francisco Menjívar, presidente de la asociación gremial, manifestó que van a luchar hasta las últimas consecuencias para lograr que se deroge el fideicomiso, publicado en el diario oficial La Gaceta el pasado 22 de marzo.
"Nosotros hacemos lo propio con la presentación de un recurso de amparo de inconstitucionalidad de la ley ante la Corte Suprema de Justicia, el pasado martes del cual esperamos un fallo en los próximos 15 a 20 días", afirmó. Por otro lado, aseguró que el fideicomiso da todas las facultades al banco que ganó el proceso de decidir qué proyectos ejecutar sin ningún tipo de supervisión.
"Se habla de un comité técnico que supervisa las operaciones pero, es el mismo banco quien lo nombra, además, el anterior gerente -Danilo Alvarado- firmó sin autorización de la junta directiva, por eso exigimos que se derogue", detalló. Ante el temor de aumentos en la tarifa el gerente del SANAA, Luis Eveline, aseguró que aún no se define este tema pero es necesario revalorizar el servicio.
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