sábado, 4 de mayo de 2013
Manifiesto del 1 de mayo condena políticas neoliberales y la intervención de EEUU
Por Marvin Palacios
Centenares de miles de obreras y obreros se movilizaron para conmemorar el Día Internacional del Trabajo y demandaron a través de un manifiesto la derogación de una serie de leyes restrictivas aprobadas por el gobierno de Porfirio Lobo Sosa en contra la clase trabajadora y condenaron el sistema capitalista que oprime y pone en venta las empresas estatales y los recursos naturales del país.
La movilización de trabajadores y trabajadoras pertenecientes a las 3 principales centrales obreras ( Confederación Unitaria de Trabajadores de Honduras CUTH, Federación Unitaria de Trabajadores de Honduras FUTH y Central General de Trabajadores CGT) recorrieron la segunda avenida de Comayagüela hasta l Plaza central General Francisco Morazán en Tegucigalpa.
A cada paso los manifestantes y las manifestantes coreaban las consignas… ¡el pueblo unido jamás será vencido….educación gratuita, primero para el hijo del obrero…. El pueblo ya no aguanta y por eso se levanta…!
El colorido, la música, la fuerza de las voces, las gritos y las consignas populares impregnaron el ambiente del reclamo del pueblo frente a las medidas adoptadas por el actual gobierno que no cumplió sus promesas de trabajo y seguridad.
Para hacer memoria de los mártires de la década de los años ochenta y los caídos después del golpe de Estado, el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras llevo 106 fotografías que fueron portadas por las redes juveniles y de defensores y defensoras de derechos humanos organizadas por el comité.
En la plaza central General Francisco Morazán representantes de las centrales leyeron el manifiesto del primero de mayo destacando que el sistema capitalista no ha podido ni puede alimentar, dar dignidad, ni esperanzas a la mayoría de 8 mil millones de habitantes de la tierra, porque al imponer los interés egoístas de la burguesía hace peligrar la paz mundial, la vida de la especie humana y del planeta.
“Nuestra lucha es contra el sistema y la explotación del trabajo asalariado en que se sustenta, por más que se repita es mentira que el salario que recibimos paga el trabajo que realizamos. Es mentira que el capital produce riqueza, es el trabajo el que la produce”, señala el manifiesto.
En el capitalismo la producción es social pero la apropiación de lo producido es privado por eso se profundizan las diferencias de clase entre los que explotan y los explotados y la pobreza no acabará mientras este sistema exista, apunta el pronunciamiento.
En este aspecto el manifiesta subraya que unas pocas corporaciones y mafias internacionales se apoderan de las riquezas del mundo, controlan l producción, los mercados, los recursos naturales, los servicios públicos, los medios de comunicación masivos y los mercados, utilizando para sus fines, los Estados y los organismos financieros internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial. Esas corporaciones y mafias internacionales son las que producen las guerras y las armas de destrucción masivas para defender y mantener su sistema capitalista.
Condenan intervención de EEUU
En el manifiesto los trabajadores y trabajadoras hondureñas expresaron que el estado oligárquico hondureño está sumido en una profunda crisis y que el poder efectivo está fuera del mismo, concentrado en unos pocos grupos económicos, quienes instrumentalizan los grandes medios de comunicación, las jerarquías religiosas, las Fuerzas Armadas y la policía, estas últimas, penetrados por el crimen organizado y el narcotráfico.
El estado hondureño, estructuralmente debilitado, ha venido perdiendo soberanía y sometiéndose cada vez a la tutela de la Embajada de los Estados Unidos, así lo demuestran las visitas frecuentes de altos funcionarios estadounidenses quienes dictan pautas para imponer supuestas soluciones.
El documento también condena el alto costo de vida y expresa que el 70 por ciento de la población hondureña está empobrecida por la profundización del modelo neoliberal, sobre todo jóvenes y mujeres y que de no ser por las remesas que envían los migrantes hondureños expulsados por la crisis económica, la economía del país y estuviese colapsada.
“En el Bajo Aguán por ejemplo, las tierras dedicadas a la reforma agraria las acaparan tres familias, cuyos ejércitos privados han asesinado, con total impunidad y en conjunto con el ejército y la policía a mas de cien campesinos de esa y otras regiones. Condenamos el asesinato de campesinos y la pretensión de convertir en conflicto bélico, el problema agrario del Bajo Aguán”, expresa el manifiesto.
Los obreros y obreras denunciaron la violación del Convenio 169 del Organización Internacional del Trabajo (OIT), al entregar el gobierno de Porfirio Lobo Sosa y de Juan Orlando Hernández, los ríos, montañas, minas y recursos naturales estratégicos como el agua y el petróleo al capital privado, nacional e internacional,, reprimiendo y desplazando a los pueblos originarios de ls tierras y territorios que ancestralmente les pertenecen.
“Otra consecuencia del neoliberalismo y el golpe de Estado de 2009 es la masificación del desempleo que obliga sus víctimas a convertirse en vendedores ambulantes sin derechos sociales o a emigrar abandonando familias, lo que sucede a medianos y pequeños empresarios desplazados por el llamado libre comercio que nos impone l oligarquía y el imperio”, reza el documento.
Agrega que el actual régimen ha aprobado una serie de leyes con las que pretenden dar fundamento jurídico a la entrega de nuestros recursos naturales y a la liquidación de las conquistas sociales.
“La corrupta y neoliberal COALIANZA privatiza lo que queda de algunas empresas estratégicas del Estado como la Empresa Nacional Portuaria, Empresa Nacional de Energía Eléctrica, Empresa Hondureña de Comunicaciones, Instituto Hondureño de Seguridad Social, servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados, el Patronato Nacional de la Infancia”, entre otras.
El documento recalca que frente a toda esta realidad el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) es la instancia que estamos obligados a fortalecer como el instrumento permanente y unitario de lucha de nuestros objetivos de clase, aun en el marco de la diversidad de su conformación.
Los obreros y obreras de Honduras llamaron al pueblo a refundar el país a través de la instalación de un Asamblea Nacional Constituyente como medio para empezar a transformar la sociedad.
Después de la lectura del manifiesto, el coordinador del FNRP y del partido Libertad y Refundación (LibRe), Manuel Zelaya Rosales instó a los trabajadores y trabajadoras a derrotar a los partidos de la oligarquía el próximo 24 de noviembre de este año para dar paso al socialismo democrático como nueva forma de gobierno al frente de la candidata presidencial Xiomara Castro de Zelaya.
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