Por Ernesto Carmona *
La Comisión de Investigación de Atentados a Periodistas (CIAP), es un organismo de índole regional fundado en 1991 por decisión de la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP) y la Organización Internacional de Periodistas (OIP) La CIAP-FELAP fue puesta en marcha como respuesta a la preocupación en torno de la seguridad y protección de los periodistas en el hemisferio, principalmente en lo concerniente a Latinoamérica y el Caribe. Los asesinatos, desapariciones, atentados, agresiones y violaciones a los derechos humanos en el ejercicio de la profesión periodística hacen de la CIAP-FELAP un organismo puntual en la elaboración de una política de permanente denuncia de tales acciones.
121 periodistas fueron asesinados en 2012 en todo el mundo, denunció la directora de Unesco, Irina Bokova, al otorgar el viernes en Costa Rica el premio a la libertad de expresión 2013 a la columnista independiente etíope Reeyot Alemu, encarcelada en la insalubre prisión Kality de su país desde 2011 bajo acusaciones de alentar el “terrorismo”, que le valieron una sentencia a 14 años rebajada después a 5 por un tribunal de apelaciones (1). Honduras, México y Siria son ahora los países más letales para el periodismo.
"En los últimos 10 años más de 600 periodistas han sido asesinados, muchos no cuando trabajaban en situaciones de conflicto, sino en denuncias locales por corrupción, y nueve de cada 10 casos quedan en la impunidad", aseguró la directora de Unesco, quien calificó de "alarmantes" las estadísticas en que cada semana un periodista es asesinado por informar y afirmó que "las cosas no pueden seguir así", 20 años después de instituirse el 3 de mayo como Día Mundial de la Libertad de Prensa.
La Unesco calificó a 2012 como el año "más mortífero para los medios”. Janis Karlins, subdirector de Comunicación e Información de la organización dijo que "los países que desgraciadamente encabezan la lista de naciones en donde más periodistas se asesinan son México (...) y Honduras que tiene el triste honor de encabezar, por un lado, el número más grande per cápita de asesinatos de periodistas y, por otro, ser el país donde más se asesina per cápita en el mundo (92 homicidios por cada 100.000 habitantes)".
Desde 2000 al presente, hubo en México “123 homicidios contra las libertades de prensa y expresión y el derecho a la información: 103 periodistas, 9 trabajadores de prensa, 7 familiares, 3 amigos de comunicadores y 1 civil; asimismo, aumentaron a 20 las desapariciones forzadas pendientes de aclarar”, según un comunicado del 27 de abril de las organizaciones Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos (Fapermex) y Club Primera Plana (CPP). Las últimas víctimas fueron el reportero gráfico Daniel Alejandro Martínez Bazaldúa, del Diario Vanguardia de Coahuila, y de su amigo, el estudiante, Julián Alejandro Zamora Gracia, cuyos asesinatos se conocieron el 25 de abril. En México, decenas de periodistas que fueron secuestrados o amenazados en algunas zonas "silenciadas" por la criminalidad viven ahora exiliados en su propio país, prácticamente abandonados por las autoridades y con sus carreras truncadas.
En Honduras fueron asesinados 30 periodistas entre el 28 de noviembre 2003 y el 15 de mayo 2012, según un documentado recuento del diario El Heraldo (2). Un informe de Ramón Custodio, Comisionado Nacional de Derechos Humanos (Conadeh) de Honduras, remitido al Congreso Nacional a fines de marzo 2013 revela que en los 35 meses de gestión del actual gobierno de Porfirio Lobo Sosa, desde el 27 de enero 2010, “al menos 27 comunicadores sociales perdieron la vida en forma violenta, cantidad que representa el 79 por ciento del total de homicidios registrados contra miembros del gremio de periodistas desde el año 2003”. Según El Heraldo, el informe revela, como uno de los hallazgos, que durante este período, ocho departamentos del país se han vuelto como los sitios más inseguros para el periodismo (3).
En las cercanías de Bogotá, Colombia, el vehículo en que se desplazaba el periodista Ricardo Calderón, jefe de investigaciones de la Revista Semana, fue atacado con armas de fuego por desconocidos, en la noche del 1° de mayo 2013, informó la propia publicación. Aunque el vehículo recibió 5 impactos, el comunicador salió ileso del atentado, que se produjo en la vía de Ibagué a Bogotá, cerca de la base de Tolemaida y su prisión militar homónima, donde el periodista ha investigado y destapado varios escándalos e irregularidades internas.
En un mensaje de la periodista etíope Reeyot Alemu, la cautiva relató cómo en su país el ejercicio del periodismo es "cuestión de vida o muerte", pero aseguró que "antes que agachar la cabeza y silenciar", lo que queda es luchar para exponer las verdades de quienes por ejemplo, "luchan por sus derechos y son encarcelados como terroristas".
"Les pido que hagan lo que puedan para detener esta opresión a la prensa", dijo su nota. Según su familia, la periodista se encuentra enferma debido a "constantes castigos arbitrarios que le aplican".
Bokova aseguró que UNESCO tiene el mandato de promover y proteger la libertad de expresión, para cuyos efectos lleva adelante un plan de protección y lucha contra la impunidad que debería ser adoptado por todo el sistema de Naciones Unidas y sus estados miembros.
(*) Ernesto Carmona, Presidente de la Comisión Investigadora de Atentados a Periodistas (Ciap) de la Federación Latinoamericana de Periodistas (Felap).
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