Por Patricia Murillo Gutiérrez
Esta cultura hondureña que dice apoyar la moral y la solidaridad, a veces me luce tan ambigua, tan bizarra y además discriminatoria, que se nos tambalea su credibilidad.
Fíjese lector, lectora que en este mes del periodista hondureño, casi nadie recuerda los mártires que hemos ofrendado en este gremio, justo por hacer uso de su libre expresión para buscar la verdad de los hechos y fueron callados sin misericordia.
Otros tuvieron que huir de su patria porque su vida peligraba a raíz de la tenaz oposición al Golpe de Estado. Recién conocí un joven periodista en un país centroamericano que emigró para salvar su vida. En tanto escuchamos los lamentos, los reclamos airados de quienes dicen defender la libertad de expresión, pero se quedaron muy calladitos mientras reprimían a los colegas, amenazaban a propietarios de Medios que no se acomodaron al bárbaro crimen del Golpe y sufrieron las consecuencias de la dictadura, del régimen de facto que dio frutos venenosos, uno de ellos la impunidad ahora enraizada y lozana en este gobierno de JOH y Lobo.
Recién le comentábamos a Jane Zimmerman Secretaria Adjunta para los Derechos Humanos, del departamento de Estado de los Estados Unidos, como grupos de poder han atentado contra la democracia mucho antes del Golpe, cuando impusieron sus agendas a sus mismos periodistas , caricaturistas, editorialistas, camarógrafos, fotógrafos, etc., so pena de perder el empleo y vedaron al pueblo hondureño la oportunidad de contar con un pluralismo de ideas, le impidieron el acceso a que la verdad sin ataduras a los lazos que tiene algunos dueños de Medios con otros intereses .
El mismo día del Golpe trabaron un candado en la conciencia de muchos de sus empleados, prohibiéndole usar es termino Golpe y haciéndoles promover una mentirosa y antijurídica “sucesión constitucional” que les tocaba tragar muy grueso pues sus conciencias e inteligencia les impedía deglutir semejante adefesio.
El propio Colegio de Periodistas al que pertenezco, a través de sus directivos calló cuando Micheletti y nefasta compañía, ponían los toques de queda, cerraban medios, confiscaban y destruían sus haberes… total para ellos fue invisible tanta barbarie y después con que moral pueden hablar de defender la libre expresión.
El mismo COHEP, las cúpulas de las Iglesias que hoy aparecen, pontificando en el tema fueron cómplices por omisión ante tanta canallada.
Lástima que don Elías Chahín y esas Organizaciones no gubernamentales que hoy surgieron como hongos en invierno para “defenderse” de una ley mordaza se quedaron mudos, ante lo descrito y mucha cosas más, como que no fueran hondureños lo que cayeron y los empresarios y Medios alternativos que sufrieron el grosero bozal de la dictadura .
Entonces traten de no ser entes fragmentados, sean de una sola pieza y si hoy se presentan como los adalides y defensores de la Libre expresión y de Prensa vean para atrás y hagan autocrítica de su responsabilidad ante lo que paso y vean hacia adelante y sepan lo que se viene encima, si todo ello queda en la impunidad.
Finalmente les pregunto, ¿por qué les encanta ver la paja en el ojo ajeno y obvian las gigantescas vigas en los propios? cuando despotrican contra Correa, el finado Chávez, Cristina Kirchner, Evo Morales, o sea los gobiernos progresistas que buscan otra vía de convivencia social, que no sea el entreguismo a los intereses extra nacionales, y no dijeron ni dicen nada ahorita mismo, que se sigue sufriendo en Honduras, la mordaza oculta pero real incluso y vaya que es el colmo… hasta de algunos anunciantes y poderes de hecho, que manipulan la agenda de los Medios.
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