Madre Tierra, no es una canción más, es una propuesta para frenar las agresiones hacia nuestra Casa Común, derivadas del modelo extractivsita, patriarcal, depredador y destructor de la vida y la esperanza. Es también un llamado, que pretende recoger parte de la fuerza y el compromiso que caracterizó la lucha de nuestra querida Berta Cáceres, quien siempre convocó y sigue convocando a despertar y actuar con valentía, asumiendo los riesgos que implica la defensa de los ríos, de las montañas, el territorio, de las comunidades mismas y no postergar este compromiso, porque ya no hay tiempo.
Madre Tierra, es una denuncia enérgica y a la vez una protesta y un rechazo total a la imposición del modelo extractivista que sostiene la acumulación de riqueza a costa del despojo de los bienes naturales.
Madre Tierra, es también un reconocimiento y un homenaje a todas las mujeres y hombres que a lo largo del planeta y cada momento arriesgan y entregan sus vidas, con la convicción de que en el momento histórico que nos ha tocado vivir, no hay otra alternativa, o defendemos Nuestra Madre Tierra o somos cómplices de este sistema de muerte, aún con nuestra indiferencia.
Madre Tierra, Nuestra Casa Común, ¡Defendámosla!, es la campaña que desde el ERIC y en coordinación con organizaciones populares de Honduras impulsa para hacer crecer este movimiento de conciencia ambiental, de solidaridad humana y de transformación política de este modelo de desarrollo. Por tanto la obra musical que le acompaña, busca reflejar ese firme compromiso por la liberación de los territorios y los bienes naturales.
El video que da imagen a la propuesta de la canción Madre Tierra muestra por una parte las maravillas que la naturaleza nos regala, las majestuosas montañas, la fauna y flora, las invaluables playas y caudalosos ríos, productores de agua, alimentos y vida plena, de convivencia, de generación de comunidades en movimiento. Pero también nos muestra los rasgos de la muerte que nos acecha con estos proyectos surgidos del modelo extractivo que ya han llevado a la tierra a los límites de extremos de su capacidad de resistencia y por ende nos invita a reconocer a la Tierra como nuestra Madre, como Nuestra Casa Común, y nos convoca urgentemente a juntarnos para defenderla, porque ya no hay tiempo.
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