sábado, 1 de febrero de 2014
A mí también me dio basca
Por Rodolfo Pastor Fasquelle
No hagas caso del cardenal, Virgencita, ¿qué culpa tenemos nosotros si fue en Roma que lo nombraron? Mira que la gente es buena, alguna al menos. A mí también me dio basca, como dice hoy Manuel Gamero. Y antes de acostarme le dije a mi mujer que estoy por arrepentirme de haber enseñado a mis hijos a ser buenos ciudadanos de este país, no dije de mierda, ahí disculpe, porque es bien educada ella, ya hemos peleado antes, años atrás, por esa palabra y no voy a renunciar a la poca fuerza que le queda. ¿Gobernanza?
Es fácil opinar sobre los actos escandalosos que convergen en el primer pleno del nuevo Congreso Nacional, celebrado ayer en el llamado hemiciclo legislativo. Es triste, da pena ajena. Pero más bien hay que inventariar esos fenómenos. La incompetencia, por el amor de dios, el cinismo, la ignorancia, la falta de destreza política, la vulgaridad. Yani es el único que admira la buena jugada del Partido Nacional, de haberle permitido a su grupo poner un procurador (porque Mauricio y también, cómo se llama, Antonio Andino, dicen que el Partido no trató cargos ni nada a cambio, así que debe haber sido el grupo de Yani). ¿Hay que felicitarlo? Ofende la comparsa de ideólogos. Ofenden las muecas en la pantalla de la televisión, de los voceros, pobres, a los que les dan la tarea de la comunicación. ¿O seré yo el único ofendido? ¿El primero?
Son una fauna inferior estos políticos nuestros y tienen más de comediantes que de solones. Aquel que condesciende y aun congenia con la malcriadeza de la plebe o interpreta lo que le exigen. ¿Cae en la provocación? Este otro finge ser un Catón. Hipócrita, quiere personificar los buenos modales, como una institutriz inglesa, el sinvergüenza que ha estado conspirando contra la democracia y con los liberales, que se vendieron baratos (alguien les dice hetairas, creo que fue Alemán) invocando una retórica del interés general, la necesidad de procurar la morigeración de un paquete fiscal que se hizo a su medida, de la necesidad de justificarlos como defensores del interés popular.
Traidores al ideal de un Bonilla, de un Reina, de un Zelaya, pero ya practicados en ese cuento del colaboracionismo que finge oposición. Ahí están las fotos.
¿A quién le puede realmente gustar el llamado zafarrancho, acaso por genuino? ¿Qué importa si nos disgusta? Lo importante es entender el teatro de la política, lo invisible primero fácilmente deducible y lo que está a la vista, de esta escenificación cuatrienal. Que la oposición tenía una agenda, dice el Sr. Ministro, el fiel Áfrico y ¿es que según Ud. no tenía que tenerla Ministro? Pero eso, o incluso su teoría, que repite con vomitiva servidumbre pagada la prensa golpista (Melgar, el chino, los crotalocutores como dice su propio ídolo MVLL) la teoría de que son malos chicos, y así los vamos a tratar, con el chicote, a Mel y a su pandilla de mal portados y pencos, y deberían de haberse quedado quietecitos en sus curules sin molestar y permitir --sin objeción efectiva-- en respetuoso silencio, que se permitiera al PN la escenificación de su propia agenda, la imposición de una junta directiva interina nombrada personalmente por el dictador al que se le delegó esa escogencia públicamente, para ser después la directiva permanente, con un Presidente Oliva del Congreso en el cual tuvo antes tanta confianza Juan que lo mandó con Tito a negociar la venta de las camaroneras a cambio de un precio simbólico y sustanciales contribuciones políticas, una de las cuales le fue confiscada (por lo demás sin consecuencia) a la esposa y al hijo del Sr. Ministro de Finanzas. Pero que no parece reunir ninguna condición de liderazgo propio, destreza, conocimientos, sabiduría?
¿La imagen de un conductor? Mel y sus vándalos y un par de entusiastas y emotivos diputados de PAC se les alborotaron (tiene razón el golpista de congraciarse con los PACS, muy burguesitas y vulnerables). Porque no les concedieron como era obligado según el procedimiento parlamentario que el Ministro o no conoce realmente o pretende ignorar cuando lo invoca. La Moción de orden denegada. La pretensión de darle la palabra al Diputado por Olancho para leer la planilla cabildeada con los liberales pese a no figurar en ella ningún liberal (¿para qué compadre? Si, como dicen los cuatreros, somos los mesmos y solo provocaría resentimientos, de Flores o Rosenthal o Elvin) y que consolida un control omnímodo del Partido Nacional sobre la única rama de gobierno que no estaba ya en su manos. Los liberales se aguantaron que el Ministro Madrid les dijera “pacotilla de ignorantes” que no saben cuándo procede un proyecto de ley”, así como él ignora cuándo procede o no una moción. O confesarían abiertamente que necesitaban un ardid, un pretexto. Un cuento de camino real que contar a la hora de dormir al niño. Que es por la gobernanza. El orden público. ¿Le llama orden Ud. a este contubernio?
A Mel y a los suyos, con la plena colaboración de lo que un amigo llama la mediática jauría (refiriéndose a su carácter canino, que deja mal parados a los pobres perros), los iban a exhibir como salvajes, precisamente como anárquicos y pencos, los libres que a veces son igual de ingenuos que el auditorio del golpismo, irredento por cierto, y sus autoridades igual de arbitrarias porque si no, no termina nada. No hombre, qué va a ser. Si la gente estaba feliz, la mayoría. Somos un país de pencos. Cómo no se van a emocionar. Y no tienen la culpa los pencos de ser pencos completamente si no el pinche sistema que gobierna nuestro subdesarrollo, que determina los niveles educativos, que soslaya como un lujo la cultura del ciudadano y ciudadana, el criterio ausente. Aunque yo no me hubiera exhibido así. Me hubiera quedado quietecito en mi nidito, bueno en mi curul, tranquilo con la promesa del Ministro de darme la palabra. Claro que sí. Haciéndome, como cualquier hondureño por la paz y la justicia, el papo, hasta que fuera la hora.
Y al llamarse mi nombre para darme la palabra, hubiera caminado a la tribuna, como varias veces antes, cadenciosamente, entre silbidos de salvajes y vilipendios, para declarar (en menos de tres minutos) que esa elección (de una directiva provisional) era ilegal a todas luces porque se había hecho sin atender la solicitud de moción de orden para presentar otra planilla y, pero que la entendíamos como una manifestación clara de la conspiración mediante la cual los políticos tradicionalísimos se habían puesto de acuerdo para restaurar íntegro su régimen tiránico, bajo el cual tanto ha sufrido la hondureñita, por tantos años y especialmente en el último lustro. Y que aceptábamos el reto de ser una minoría con nuestros aliados del PAC y con el PINU de Doris Gutiérrez, y sobre todo con la simpatía permanente del pueblo de Honduras, la que nos proponemos conquistar con nuestra denuncia permanente de esas conspiraciones y movidas, con nuestras propuestas. Y en la esperanza de que -de repente- en vista de la reacción de la gente y de que van a perder también las demás alcaldías, los líderes liberales podrían recapacitar y descubrir que el interés general, el bien común y el beneficio de la población se aseguran no con las estratagemas que los han humillado frente al PN, ahora su padrino, su protector, por mera y propia conveniencia, el que le consigue un mérito. Y ¿hubiera pedido una reconsideración? ¿O más bien me hubiera regresado despacito a mi curul? Sin robar cámara ni la campana ni romper el micrófono del señor presidente provisional y poderoso aunque ignorante Ministro aun, por cuatro días… sic transit gloria mundi, que ocupó sus quince minutos de fama (nadie tiene más) para escenificar el papel de un payaso trágico, que llega al escenario de la historia a burlarse de la eternidad, como PAC, pero sin darles la espalda. ¡Qué peligroso! ¿Qué va a pasar con mi pobrecita Honduras? Ayúdanos Virgencita de Suyapa. No nos castigues más. Tampoco a Mel, él es quien es y no quiero ser como él. Un predestinado como cada uno, aunque algunos de Uds. (y Mel no) están predestinados al séptimo círculo del Infierno por falsificadores, lascivos, usureros, impostores y violentos. Y él es el estratega exitoso, yo ¿qué culpa? El que nos va a sacar o a hundir.
¿Hay que solicitar una Investigación Legislativa de la venta de las camaroneras? ¿Llamar a los fiscales para que pasen el polígrafo contestando bajo juramento qué saben de las contribuciones políticas que se dieron en esa ocasión? Todos son payasos. ¿Cómo se les ocurre? ¡120 leyes y decretos de ley y reformas y no sé cuántas concesiones en tres semanas, porque el poder —como el amor— se acaba hasta que se acabó o un día antes! Dice un golpista por ahí en la red que habrá que deducir por planilla los costos de la propiedad pública destruida a los diputados de LibRe. Yo digo que les cobren por babosos, pero que hay cosas peores que ser pencos. Que uno puede ser penco y decir malas palabras sin ser ladrón. Que el cinismo es peor y el latrocinio. Y antes quiero que me digan, puesto que ocurrió primero, cómo van a pagar los presidentes y los diputados salientes, el abuso de las instituciones, el costo económico para la población de sus irresponsabilidades y mal gobierno y tantas otras indignidades que nos deben: ¡el respeto para la ciudadanía Señores! Yo pido por ahora que dejen de burlarse de nosotros, si les interesa la gobernanza, porque los payasos son Uds. Por favor Suyapita.
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