Informe electoral

Diario Tiempo

En el informe final sobre las elecciones primarias de la Misión de Observación Electoral de la Organización de Estados Americanos (MOE/OEA) se incluyen varias recomendaciones para mejorar el proceso electoral, de cara a los comicios generales del próximo año.

En esas recomendaciones se abordan aspectos controversiales, vinculados al fraude electoral, sin duda en base a la reciente experiencia en que fueron más visibles las prácticas viciadas, de las que los movimientos de los partidos hacen uso de acuerdo con sus particulares índices de corrupción.

Entre los señalamientos de la MOE/OEA está la necesaria reforma para la integración de las Mesas Electorales Receptoras (MER) para extraerlas del control partidista mediante su integración “con ciudadanos no afiliados, capacitados y seleccionados de manera aleatoria por el propio Tribunal Supremo Electoral (TSE)”.

También el informe se refiere a la emisión de las tarjetas de identidad (TI) para lo cual debe proveerse “al Registro Nacional de las Personas (RNP) con mayores recursos e infraestructura para que esta institución haga entrega personal del documento”. A eso habría de añadirse el imprescindible trabajo de depuración del registro civil y la actualización domiciliaria.

En cuanto a la transmisión rápida de los resultados, que en las elecciones primarias del 18 de noviembre/12 fueron un escandaloso fiasco, denotativo del chanchullo a que hubo lugar, la MOE/OEA dice en su quinta recomendación:

“De cara a las próximas elecciones del año 2013, la Misión recomienda, respetuosa pero enfáticamente, (que) se considere la posibilidad de evaluar otras modalidades de transmisión de datos preliminares que no dependan de un sistema de transmisión a voz y que permitan contar con una mayor cobertura”.

Sobre este particular, y, en realidad, en todo lo concerniente a la eficacia y transparencia de los procesos electorales, Diario TIEMPO, el Diario de Honduras, ha venido insistiendo, desde hace diez años, en la adopción e implementación del voto electrónico, tal como se practica exitosamente en otros países.

Por cierto que el reclamo para la adopción del voto electrónico en esta oportunidad fue manifiesto en la opinión pública. Valga decir, al respecto, que su aplicación redundaría, además de lo relacionado con la transparencia y la inmediatez del conocimiento público de los resultados, en un considerable ahorro en los costos generados por los materiales electorales impresos, su distribución y su manejo.

Dadas las condiciones deprimidas de nuestro presupuesto nacional, nos permitimos hacerle una sugerencia a la OEA para beneficio del funcionamiento de la democracia electoral de Honduras y de otros países centroamericanos y del Caribe con limitados recursos económicos, y es que considere la creación de un banco, por así decirlo, de equipamiento de voto electrónico, para ponerlo a disposición de estos países en sus procesos electorales.

A la formación de ese banco de equipamiento de voto electrónico podrían contribuir algunos Estados miembros de la OEA con capacidad y experiencia, por ejemplo Brasil y Venezuela, cuyos sistemas son ejemplares en el mundo entero.