martes, 18 de febrero de 2014
A dos años del incendio en centro penal de Comayagua: La justicia sigue ausente y las familias exigen verdad
Reconocimiento público de la responsabilidad del Estado en la muerte de sus familiares e investigar eficaz, efectiva y eficientemente todo lo concerniente al incendio para la sanción penal de los responsables tanto por acción como por omisión, fueron las exigencias al Estado en sus tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, que los familiares de las 362 personas que murieron calcinadas en el incendio de Centro Penal de Comayagua hicieron cuando se cumplen dos años de la tragedia.
“Nosotros además exigimos: cumplir con el compromiso de brindar atención médica y sicológica a las personas privadas de libertad sobrevivientes del incendio y a nosotros como familiares de los fallecidos”, indicó Gloria Redondo, presidenta del Comité de Familiares y Víctimas del Penal de Comayagua.
Otra demanda que hacen es la reestructuración de los 24 Centros Penales, incluyendo el avance sustancial del proceso de transición del sistema penitenciario, la mejora de las condiciones de hacinamiento y los sistemas eléctricos de los 24 centros penales que hay en el país.
Actividades conmemorativas
Esta mañana se ofreció una Santa Eucaristía por el sufragio de las almas de las personas que fallecieron en el incendio en la cárcel de Comayagua. Esta misa que se celebró en la catedral y la ofició el obispo Roberto Camilleri.
Después de la misa los familiares salieron en una caminata por el centro de la ciudad de Comayagua hacia el centro penal cargando fotos de sus seres queridos, arreglos florales y pancartas en las que exigían “verdad, justicia y reparación”.
A las actividades de conmemoración se sumaron unas 130 personas, entre madres, esposas, hijos y parientes de los fallecidos. Damaris Hernández es una de las dolientes que cargó en sus manos la fotografía de dos de sus hermanos: Cristian Josué Hernández, de 18 años, y José Adalberto Hernández, de 27 años, quienes aseguró habían sido recluidos de manera injusta.
“A mis dos hermanos los metieron al penal sin ningún testigo, ahora están muertos, yo quiero justicia y que los responsables del incendio sean castigados, porque no fue un accidente”, manifestó Hernández.
“La tragedia fue provocada, por esta razón pedimos a las autoridades su esclarecimiento. También exigimos la verdad, cárcel para los culpables y la indemnización de las familias que a dos años sentimos ese gran vacío y continuamos llorando la ausencia de nuestros seres queridos”, dijo Damaris Hernández.
Antes de entrar al predio del Centro Penal se tomaron por espacio de una hora la carretera que de Comayagua conduce a Tegucigalpa, y luego entraron al recinto donde esta un monumento con los nombres de las 362 personas que murieron calcinadas. Las lágrimas retornaron a los rostros de los parientes quienes eran consolados por otras personas.
Formal procesamiento contra exdirector penitenciario
Hasta la fecha el Ministerio Público (MP) logró que los juzgados de Comayagua dictaran auto de formal procesamiento contra el exdirector de la Penitenciaría de Comayagua y tres guardias penitenciarios por los delitos de homicidio culposo contra 361 privados de libertad, así como por el delito de violación a los deberes de los funcionarios.
Los encausados son el director Wilmer Obdulio López Irías y los policías penitenciarios José Víctor Mejía Castillo, Santos Soriano y Rito Yánez Licona. Asimismo, el MP pidió el año anterior auto de formal procesamiento contra dos personas más que en ese momento eran policías penitenciarios asignados a la granja penal de Comayagua y que omitieron hacer su trabajo conforme lo establece su reglamento, según lo explicado por el funcionario fiscal.
Sin embargo para los familiares lo que se está haciendo es muy poco de acuerdo a las magnitud del incendio y el costo humano. “Hay testimonios que dicen que el incendio fue provocado, pero no han hecho lo necesario para acusar a otros involucrados”, dijo Nancy Esteves, quien perdió a su esposo en el incendio.
Testimonio de un sobreviviente
“Soy un muerto menos de esa fatídica noche” sostiene Rubén Tábora, uno de los sobrevivientes del incendio en la Granja Penal de Comayagua, hecho ocurrido el 14 de febrero de 2012.
Tábora de 32 años originario y residente en la ciudad de Comayagua, sufrió quemaduras en su espalda, nalgas, piernas y pies producto de las llamas de fuego que caían sobre él esa fatídica noche que cobró la vida de 361 personas.
La víctima del incendio pasó varios meses en el Hospital Escuela donde soportó diversos tratamientos para poder salvar su vida. Tábora con lágrimas en sus ojos y la voz entrecortada, relató lo que pasó esa noche en que los privados de libertad habían pasado un día de amistad y amor que terminó en un verdadero infierno.
“Cuando llegó Marco, el abrió las celdas, pero cuando llegó a la diez ya habían muchos muertos, yo no pude salir más que por el portón, estaba a 10 metros del mismo, me caían las brazas, las bolas de fuego y yo gritaba. Esa noche, en la celda 10 habíamos 104 personas y solo nos salvamos 12.
Tengo pesadillas por las noches y le tengo miedo a cualquier llama de fuego por pequeña que pueda ser, yo estoy con mi familia pero a veces se me vienen cosas a la mente de lo que pasó ese día, los gritos de los compañeros, es difícil todo esto”, contó Tábora.
Semanario A Mecate Corto Nº 326
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