Por Edgar Soriano Ortiz
Miembros del STENEE alzaron su voz de protesta en los bajos del Legislativo en compañía de simpatizantes del Partido Libertad y Refundación, oponiéndose a la lluvia de leyes aprobadas en las últimas horas.
El pueblo hondureño, al igual que el de toda la región, le ha tocado sufrir las secuelas de las dañinas decisiones políticas que buscan únicamente en beneficiar a las elites corporativas, que sin consideraciones transan los recursos a favor de multinacionales. Tras largas décadas de imposiciones, engaños en nombre de “dios”, la “paz” y la “democracia” la miseria creció y sus secuelas de violencia y debilidad educativa y participación equitativa en la producción se llegó al 28 de junio de 2009 y luego a las imposiciones de elecciones corruptas. Los frágiles procesos de las “democracia representativa” ya no funcionan para los que detentan el poder y por ello toman descaradamente las acciones impositivas para frenar el descontento popular y debilitar a las estructuras direccionales.
El caos en que vive Honduras es la consecuencia de siglos de cultura política cuasi-feudal que al amparo ilusorio por más de un siglo montaron un bipartidismo y una militarización como alternativas para defender lo que ellos en teoría conciben como la mejor forma de gobierno, sin embargo en la década del 2000 las máscaras comenzaron a caer y el golpe de Estado aceleró las evidencias de a ojos de miles y miles en todo el país, por ello el partido Nacional se cierra sin crecimiento pero manteniendo el voto duro de sus bases alienadas, además de utilizar los fondos públicos para comprar votos.
En dicho contexto el partido Liberal se adhiere al lado de su similar de la tradición de familias y compadres que se reparte desde las concesiones, los proyectos sociales, los puestos diplomáticos y todos beneficios posibles habidos y por haber. Aunque hay una oposición que deberá ser contundente para lograr avances frente al salvajismo imperante la situación para el futuro inmediato no pinta bien para los intereses colectivos.
El control absoluto que la derecha ha impuesto es parte de una reacción asesorada por Washington, la derecha Latinoamericana y un grupito que se reúnen en Miami con el objetivo de de mantener el orden establecido. Las cartas están tiradas, será ahora la actitud coherente de las dirigencias del movimiento social y del la resistencia popular de Honduras que se enrumben para derrocar la retrograda dictadura del partido cachureco que dirige JOH y sus secuaces.
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