viernes, 14 de febrero de 2014

Atilio Borón en el conocimiento antiimperialista y en el conocimiento para vencerle


Rebelión

Por Ramón Pedregal Casanova

Entre las personas más conocedoras de la circunstancia latinoamericana, pasada y presente, destaca por méritos propios Atilio Borón, sociólogo y politólogo, catedrático de Teoría y Filosofía Política en la Universidad de Buenos Aires, director del Programa Latinoamericano de Educación a Distancia, coordinador de la Cátedra de Pensamiento Marxista y Poder Popular del Centro de Estudios y Formación Marxista Héctor P. Agosti, Premio Internacional José Martí 2009 de la UNESCO y Premio de ensayo Ezequiel Martínez Estrada, Casa de las Américas 2004, por Imperio & Imperialismo. Una lectura crítica de Michael Hardt y Antonio Negri. Además es autor de numerosos libros como “Crisis civilizatoria y agonía del capitalismo. Diálogos con Fidel Castro”, “Estado, capitalismo y democracia en América Latina, “Socialismo siglo XXI. ¿Hay vida después del neoliberalismo?”, y otros, de algunos puedes disponer en www.atilioboron.com.ar

De la misma manera que la persona, sin menospreciar otros libros con los que abrimos la puerta a paisajes atractivos y perspectivas reveladoras de la conciencia, entre tanto libro publicado destaca en momento histórico tan crucial como el que vivimos, su último libro y de reciente publicación “América Latina en la Geopolítica del Imperialismo”, Premio Libertador al Pensamiento Crítico 2012.

El profesor Atilio Borón nos presenta una profunda reflexión que parte de otro título, “El lado oscuro del imperio. La violación de los derechos humanos por EEUU”, escrito en colaboración con Andrea V. Vlahusic.

Difícilmente se encuentra un texto tan atractivo, que abarque tanto y de manera significativa sobre el imperialismo y sus planes para Latinoamérica, táctica y estratégicamente.

Los cambios políticos en el mundo han llevado al imperialismo a cambiar el término para hacerse llamar globalización, y es que su extensión ya ocupa la mayor parte del mundo, de ahí también que la crisis del sistema convulsione el mundo entero.

Atilio Borón desmenuza las actuaciones del imperio, los textos clásicos que lo estudiaban en etapas anteriores, la avidez eterna del capitalismo por la riqueza de los pueblos y la explotación de estos en todo tiempo y lugar, y el proyecto que viene implementando en América Latina y los planes que quiere hacer realidad para seguir siendo imperio. Y también los triunfos populares, sus experiencias perdidas y aprovechadas, la manera de sobreponerse a los planes criminales del gobierno estadounidense y la construcción casi inimaginable del proyecto de una sociedad basada en la justicia social y la solidaridad entre los pueblos sintetizando en varios puntos el libro de Lenin “El imperialismo fase superior del capitalismo, destaco alguno: concentración de la producción y el capital; fusión del capital bancario con el industrial; predominio de la exportación de capitales sobre la exportación de mercancías; reparto territorial del mundo entre las grandes potencias;... , el libro trata el funcionamiento de los Tratados de EEUU con el resto de los países, lo que afecta al territorio americano, la implantación del poder militar, la movilización de tropas y la Cuarta Flota, todo lo necesario para apropiarse de los recursos naturales. Mientras la crisis económica se hace manifestación de crisis política del capitalismo, desde sus orillas a los núcleos duros de centro Europa y la mismísima célula cancerígena yanki. que tiene una deuda impagable, que alcanza decenas de billones, con b, de dólares, más allá de su producto interior bruto.

Atilio Borón, analizado el monstruo, pone sobre el papel la historia de la creación y mantenimiento de los intereses imperialistas que sintetiza la frase que se atribuya a Monroe (18171825) y que sin embargo fue expresada por su secretario: “Estados Unidos no tiene amistades permanentes; tiene objetivos e intereses permanentes”. De ahí se desprendió su conclusión: “América para los americanos”. De ahí para adelante todo van a ser invasiones, golpes de estado, fomento de la inestabilidad social, política, económica, … , la cúpula que ostenta el poder en EEUU llevará a cabo todos los esfuerzos para aterrorizar al mundo. Su búsqueda de las riquezas necesarias para mantener su poder las tiene bien cerca, en América del Sur, el continente del Sur dispone de las mayores reservas de agua, petroleo, minerales fósiles, vegetación. Atilio Borón detalla, explica además la importancia estratégica para la dominación imperial incluyendo cambios legislativos promovidos desde sus centros de poder como gobiernos y organismos internacionales, entre sus objetivos resalta la ley de propiedad intelectual.

Y llegamos al capítulo titulado “La militarización de la política exterior de EEUU y su impacto sobre América Latina”: la mayor flota militar del mundo , la mayor manifestación de fuerza se extiende y se asienta por todos los rincones amenazando a los pueblos. Para tal proyecto han hecho un gasto que supera el de 13 países juntos y los miles de millones crecen año tras año. Pero toda esta gran maniobra imperial no ha podido vencer, o ha sido respondida victoriosamente por algunos pueblos, el primero en Sudamérica ha sido Cuba. Su lección ha dado frutos diversos, Venezuela, Ecuador, Bolivia, y otros sin haber avanzado tanto hacen frente a obstáculos diversos. La creación de la CELAC, como organismo latinoamericano, ha atraído a todo tipo de gobiernos, lo que hace ver cómo saltan los obstáculos los más dependientes del régimen de EEUU, y cómo buscan acabar con su proyecto operativo, a nadie se le escapa las limitaciones. Atilio Borón pone el ejemplo del silencio en que se ha mantenido ante el caso de Julian Assange, mientras la UNASUR, el ALBA, Ecuador, Bolivia Venezuela, declaran su solidaridad y lucha por la liberación.

En el capítulo dedicado a los recursos naturales expone las características del capitalismo y del ecosocialismo y en este término la actividad que se desarrolla, y tanto en uno como en otro las contradicciones y los frenos. Recojo lo transcrito por A. Borón de “El Capital” de C. Marx: “Ni siquiera todas las naciones, consideradas simultáneamente, son las dueñas del planeta. Ellas sólo lo poseen, son sus usufructuarias, y como boni patres familias deben transmitírselo a las sucesivas generaciones en mejores condiciones que aquellas en que lo recibieron”. Ya en el primer tomo de El Capital (¡nada menos que en el capítulo “Maquinaria y gran industria”!), Marx aporta una interesante reflexión acerca de la forma en que la producción capitalista socava y deteriora “las fuentes originales que la producción capitalista socava y deteriora “las fuentes originales de toda riqueza: el suelo y el trabajador”. Y poco después, citando a uno de los grandes fundadores de la economía política clásica, William Petty, sostiene que la riqueza de las naciones tiene un padre: el trabajo; y una madre: la tierra. De ahí que el ecosocialismo contemporáneo tenga un antiguo linaje marxista en el cual se inspiran autores como los ya mencionados,... Lo que el ecosocialismo plantea es que las raíces profundas de la crisis ecológica no se encuentran en la naturaleza, sino en la sociedad y, más específicamente, en el modo de producción capitalista.”

Desde aquí nos introducimos en el conocimiento de las grandes riquezas naturales de Sudamérica y el consumo del imperio, o la necesidad que tiene de hacerse con ellas para mantener su poder mundial; su total, alta y moderada vulnerabilidad de todo lo que las tierras latinoamericanas contienen le hacen débil en caso de perderlas, sólo así, con los datos precisos que se nos aportan en el libro entenderemos claramente que en el imperio no hay más discurso político que el de los intereses estadounidenses.

El capítulo siguiente, “Debate “Pachamamismo vs. Extractivismo”, expone los avances en los pueblos que encuentran contradicciones en ocasiones conducentes a soluciones distintas, y observa la incapacidad para resolver los problemas inmediatos por el pachamamismo, a esto se le suma, o lo hace más significativo, la labor de organizaciones financiadas por el imperio que atizan desde dentro y extreman los problemas entre pueblos y gobiernos antiimperialistas.

En el capítulo “El buen vivir” desarrolla paso a paso lo que tiene de aporte a la tradición socialista y los problemas el nacimiento de una nueva sociedad desde el mismo pueblo organizado, sobre todo en lo que se refiere al desarrollo que se emprende, teniendo enfrente al capitalismo y al imperialismo, desarrollo que debe sustanciarse en la justicia, la igualdad efectiva en derechos y atenciones a las necesidades presentes y futuras. Termina el capítulo señalando: “Este libro esta escrito con la esperanza de llamar la atención acerca de estos peligros y, de este modo, contribuir a llevar a buen término los difíciles procesos de transformación actualmente en marcha en Sudamérica, en un escenario histórico signado por la creciente beligerancia del imperialismo, ...”

Seguidamente en el libro nos encontramos con un estudio profundo del poder militar del imperio, sus cambios para adecuarse a las nuevas situaciones, sus alarmas urgentes al comprobar que China se presenta con una fortaleza inusitada, la comprobación de alianzas y obtención de bienes por parte de China y otros países que cuestionan su posición hegemónica, y de ahí que haya puesto en marcha fuerzas y estrategias más agresivas, para lo que en Sudamérica establece un “cordón sanitario”, (término empleado por las potencias anticomunistas para cercar a la revolución soviética y así tratar de impedir la extensión del socialismo), sobre Centro América y el Caribe cuajando la zona de bases militares, atiendan a este dato: el número de bases, asombroso y descubridor del miedo del imperio a la Revolución Cubana, que el 1 de Enero de este 2014 cumple 55 años, el número de bases militares imperialistas en la zona del Caribe asciende a 75 (setenta y cinco).

Completan la exposición una serie de mapas elaborados en diferentes épocas, en ellos se manifiesta la visión del imperio sobre el globo terráqueo, clasismo y opresión le hacen magnificarse a sí mismo y empequeñecer a los demás, o cómo hasta los mapas les salen mal; las 75 bases militares, incluyendo la de Guantánamo, como manifestación del bloqueo a Cuba entre otros objetivos, es la prueba de su agresividad, pero también, cómo no, de su fracaso y su miedo.

Si van a leer un libro , aquí tienen uno magnífico con el que van a descubrir el imperio desde sus tripas, y la extraordinaria manera en que los pueblos vencen, sin olvidar lo que encontramos en el trayecto.

Una lectura que da justo en lo que necesita preguntarse, en lo que necesita ser conocido, en lo que nos podemos apoyar para vencer.

Háganse con el libro y transmítanlo.

Título: América Latina en la Geopolítica del Imperialismo. Premio Libertador al Pensamiento Crítico 2012.

Autor: Atilio Borón.

Editorial: Hiru.

Marchas por la Dignidad a Madrid el 22 de Marzo.

Ramón Pedregal Casanova es autor de “Dietario de crisis” (Libros libres, rebelion.org), y es autor de “Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios”, edita Fundación Domingo Malagón.

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