Paquetazos

Diario Tiempo

Mientras la atención colectiva está inmersa en el mar proceloso del resultado electoral, el gobierno saliente da señales de enfocarse en las tareas de traspaso del mando al declarado de manera preliminar, por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), ganador presidencial Juan Orlando Hernández, en el contexto táctico del hecho consumado.

En efecto, el presidente Lobo Sosa se ha reunido de manera formal con su correligionario político para agilizar el proceso de sucesión, declarando su interés de adelantar 60 días la labor de transición, con la pretensión de lograr la solución de continuidad del régimen, de hecho estructurado y compartido por ambos en la actual administración.

En concordancia con la lógica de este régimen, caracterizado por su elevado aparato burocrático, clientelar, y por la sistemática utilización de la afectación tributaria para sostener los excesos presupuestarios, una de las principales medidas de último momento sería la aplicación de un nuevo “paquetazo”, el décimo de los decretados en el período gubernamental.

Según ha trascendido a través de los medios de comunicación, este nuevo “paquetazo” tributario incluiría el incremento del Impuesto sobre Ventas (ISV) del 12% al 15% para recaudar 5,550 millones de lempiras más y la aprobación legislativa de una Ley de Exoneraciones Fiscales con el objetivo de ingresar adicionalmente 3,000 millones de lempiras al fisco.

Esa recaudación de 8,550 millones de lempiras tendría el propósito, según expertos en materia financiera y fiscal, de aminorar el desfase del respaldo tributario que presenta el proyecto de presupuesto general de la República de 2014, en espera de ser aprobado en esta cuarta legislatura del congreso nacional.

En este sentido, la cuestión básica es el excesivo gasto público operado a lo largo de la administración, pero que cobró alarmante disparo este año electoral, sin duda para costear la campaña política del PN, en el poder, que adquirió niveles inéditos en la Historia de nuestro país.

Se asume, de manera conservadora, que ese gasto significó una erogación de 14 millones de dólares mensuales (280 millones de lempiras), o sea 56 millones de dólares (1,120 millones de lempiras) en los últimos cuatro meses, sin contar los cuantiosos gastos en concentraciones y coimas políticas. No obstante, todo esto queda sin la debida rendición de cuentas.

El hecho es, en resumen, que la aprobación de un nuevo “paquetazo” tiene su motivación, asimismo, en la urgencia de evitar su discusión en el congreso nacional entrante, cuya integración niega el control omnímodo que el PN, desde el poder, ha gozado en la actual administración.

Ese cambio de relación de fuerzas en el congreso nacional implica, por supuesto, uno de los más grandes escollos a la continuidad del régimen, que buscaría la salida por la vía del gran acuerdo nacional, que, como es patente a simple vista, no está, ni por cerca, a la vuelta de la esquina.