Por Sandra Rodríguez
Continúan privados de libertad los cinco estudiantes universitarios capturados ayer por la Policía Nacional, cuando se manifestaban contra el crimen de Keyla Patricia Martínez Rodríguez.
Grissel Portillo, una fiscal del Centro Integrado, expresó que a los jóvenes se les investiga por los delitos de lesiones y daños, incendio agravado y asociación para delinquir, pero será hasta después de mediodía que podrían especificar de qué se acusa a cada estudiante.
Familiares de los jóvenes permanecen atentos frente a la Jefatura Metropolitana UDEP #1 (Core- 7) en el centro de Tegucigalpa. También han llegado defensores de derechos humanos que desde anoche se movilizaron para acompañar a los detenidos.
La representante legal del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (Cofadeh), Karol Cárdenas, permanece dentro de la estación policial con los criminalizados, quienes son estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).
Alex Laguna, Rafael Fonseca, Eduardo Molina, Joel Rojas y Christofer Flores, participaban en la manifestación pacífica horas después del sepelio de la estudiante de enfermería Keyla Martínez, víctima de homicidio bajo custodia policial, en la UDEP-10 de La Esperanza, Intibucá.
A Keyla la capturó la policía la noche del sábado 6 de febrero, por suponerla responsable de violentar el toque de queda impuesto por el régimen de Juan Orlando Hernández, como medida para evitar la propagación del Covid-19, según el Decreto Ejecutivo PCM 012-2021, afirmó la Secretaría de Seguridad.
En la madrugada del domingo 7 de febrero fue llevada por una patrulla policial al Hospital “Enrique Aguilar Cerrato” de La Esperanza, supuestamente por intento de suicidio dentro de la celda. El Hospital desmintió esta versión, afirmando que la joven de 26 años llegó sin signos vitales (fallecida).
La autopsia practicada en la Morgue Judicial del Ministerio Público en Tegucigalpa, revela que Keyla fue víctima de asfixia mecánica, o sea homicidio.
El crimen contra la joven, originaria de La Esperanza, desató la indignación del pueblo que salió a las calles a exigir justicia. Por su parte las fuerzas represoras han reprimido desde el domingo, las protestas sociales en diferentes ciudades de Honduras, golpeando y capturando a los ciudadanos.
La zona de la Estación Metropolitana, donde están los jóvenes detenidos, se encuentra acordonada por la policía.
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