miércoles, 24 de febrero de 2021

Con siete horas de retraso inició juicio contra militar acusado de tortura y detención ilegal


Defensores en Línea

En el Tribunal de Sentencia de Trujillo, departamento de Colón, hoy dio inicio el juicio Oral y Público contra un militar acusado por los delitos de “tortura y detención ilegal” en perjuicio de dos hermanos en la comunidad de Francia, jurisdicción del municipio de Limón, en el caribe del país.

El juicio estaba programado para llevarse a cabo a las 9:00 de la mañana, pero el mismo comenzó con siete horas de retraso, primero porque la defensa no estaba presente y luego se informó que los jueces estaban en otra audiencia.

A las 3:20 de la tarde todas las partes fueron llamadas para dar inicio con el juicio oral y público contra el soldado del ejército Nelson Otoniel Gómez Sarmiento, acusado de tortura y detención ilegal, siendo las víctimas los hermanos Santos Alberto y Marco Tulio Ramos.

El hecho ocurrió el 18 de junio de 2014 a eso de las 2:00 de la tarde en la comunidad de Francia municipio de Limón, Colón, cuando una patrulla del ejército requirió a Santos Alberto Ramos, frente a su vivienda.

Ramos contó a defensoreslinea.com que estaba tratando de encender su vehículo, luego de haber llegado de trabajar, cuando ocho militares saltaron de una patrulla color verde.

Lo encañonaron y lo empujaron, cosa que sorprendió a la víctima, quien les preguntó que ¿Por qué hacían eso? sí él lo que estaba tratando de hacer era encender el carro y les pidió ayuda, cosa que molestó a los militares, quienes enardecidos le pegaron en el pecho.

Indicó que los militares le preguntaron si tenía armas, a lo que les respondió que no, luego le consultaron si tenía droga, asegurando que no.

Los soldados lo rodearon y lo agredieron verbal y físicamente.

Ramos siguió relatando que su hermano Marco Tulio al ver lo que le estaban haciendo, salió de la vivienda para intervenir pero que eso molestó más a los militares y procedieron a capturarlos.

“Nos obligaron a quitarnos las botas de hule y a poner los pies en alto. Tomaron un cable y comenzaron a pegarnos en la planta de los pies. Se intercambiaban para hacerlo”, relató Santos Alberto.Los hermanos fueron llevados al destacamento militar donde antes funcionó Corfino, ahí fueron sometidos a torturas.

Añadió que “luego el jefe de nombre Ángel Onán Tinoco, agarró varios baldes de agua y comenzó a echarnos en la cara, a modo que nos ahogaramos, mientras los demás nos tenían agarrados de las manos y los pies”.

Después de ser sometidos a torturas, fueron llevados a la posta policial del municipio Bonito Oriental y en el camino los militares amenazaron a los detenidos que “si decían algo, se las verían con ellos”.

Ya en la posta el encargado les dijo que les miraba cara de haber sido torturados, pero por las amenazas recibidas, las víctimas negaron haber sido golpeados.

Una vez que los soldados del ejército se fueron, el encargado les volvió a preguntar si habían sido torturados, a lo que contestaron que sí.

Se quitaron las botas de hule y le enseñaron como los habían dejado; entonces fueron auxiliados con atención médica.

Al día siguiente, los hermanos fueron liberados y procedieron a interponer la denuncia contra los soldados del ejército que los habían torturados.

Por este hecho se decretó orden de captura contra los ocho soldados, siendo detenido primeramente Ángel Onán Tinoco, que era el jefe. En el juicio fue encontrado culpable y sentenciado a diez años de prisión.

Ya se han detenido a dos de los participantes en la tortura contra los hermanos Ramos. Angel Onán Tinoco ya guarda prisión, cumpliendo su sentencia en el centro penal de Olanchito, Yoro.

El año anterior fue detenido el soldado de apellido Sarmiento y este día ha sido sometido a juicio oral y público.

“Será la ley que se encargará de hacerse justicia. Espero que lo encuentren culpable y lo sentencien como al primero”, señaló Santos Alberto Ramos.

Indicó que la lucha por hacerse justicia la ha continuado solo, ya que su hermano decidió irse del país para salvaguardar su vida y la de su familia, debido a las amenazas que recibieron de los militares.

“Quedamos con miedo, pusimos la denuncia y mi hermano tuvo que abandonar el país; yo tuve que irme por varios días de la casa y regresé porque no podía dejar tanto tiempo a la familia sola”, relató Santos Alberto.

Finalmente señaló que se dió cuenta que Sarmiento cuando fue detenido quiso buscarlo para negociar porque tiene hijos pequeños y que eso lo hizo dudar en continuar con el juicio, pero recordó que cuando fueron torturados “ellos no tuvieron lástima como nos trataban, sabiendo que mi hija menor sufría porque estaba viendo”.

Santos Alberto Ramos, solicitó al Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (Cofadeh), ser observador del juicio, porque siente dudas en la imparcialidad del mismo.

Por lo que dos procuradoras del área de Acceso a la Justicia del Cofadeh, acompañan el proceso, pese a que se le dio largas al horario de inicio.


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