viernes, 12 de febrero de 2021

Las elecciones primarias pondrán a prueba la calidad democrática de los partidos políticos


Radio Progreso

Las elecciones primarias del mes de marzo serán el termómetro de lo que se puede esperar para las elecciones generales de noviembre, dijo el analista político y sociólogo Eugenio Sosa.

“Estas elecciones están en manos de los partidos políticos, aquí se va a poner a prueba cuál es la calidad democrática interna de los partidos políticos porque ellos permanentemente exigen democracia electoral nacional pero cuando van hacia adentro, su calidad democrática, su democracia interna y su democracia electoral de competencia es muy baja”, señaló Sosa.

En entrevista con Radio Progreso (RP), Eugenio Sosa (ES) analiza las amenazas del proceso.

RP. ¿Cómo ve el panorama electoral este año?

ES. Deberíamos estar en un momento diferente al que tenemos, porque este año está lleno de muchos simbolismos, y los simbolismos son importantes para que las sociedades los aprovechen, para cohesionarla y para dar saltos de calidad en su transformación, en su búsqueda, en sus proyectos, en su sentido de nación, en la construcción democrática.

RP. ¿En qué momentos estamos?

ES. Estamos en un proceso electoral y en una institucionalidad electoral de muy baja calidad democrática.

RP. ¿Qué amenazas ve usted en el proceso?

ES. Cuando hablamos de las amenazas siempre se resalta la pandemia, y no es una cosa menor, pero la principal amenaza tiene que ver con la calidad de las elecciones, con la calidad del proceso electoral y con la calidad de la institucionalidad. Estamos a pocos días de las elecciones primarias, que son la antesala del gran proceso general, y no se tiene idea de cómo la ciudadanía se va a enterar de cuáles van siendo los resultados, no se sabe si va a haber una transmisión de resultados, si vamos a regresar al canto de las urnas de quienes cuentan y llaman a un medio de comunicación o se va a estar horas esperando a que haya un resultado electoral.

RP. ¿Qué está a prueba con estas elecciones?

ES. Estas elecciones están en manos de los partidos políticos, aquí se va a poner a prueba cuál es la calidad democrática interna de los institutos políticos porque los partidos políticos permanentemente exigen democracia electoral nacional pero cuando van hacia adentro, su calidad democrática, su democracia interna y su democracia electoral de competencia interna es muy baja.

RP. ¿Qué se juegan los tres partidos políticos que van a elecciones primarias?

ES. Por la calidad de la democracia podrían los partidos salir profundamente fragmentados y erosionados producto de que no sea un proceso transparente y que la no aceptación de resultados, que se ha vuelto muy común en Honduras como parte de la decadencia electoral, no se produzca en las elecciones generales, sino que en las primarias. Las primarias podrían darnos la antesala de la crisis electoral que podríamos tener en noviembre.

Pero al final, lo que se está poniendo a prueba y de dónde pende el hilo del cual está colgado el proceso electoral, es el “acuerdismo” de tres actores políticos centrales que son los tres partidos que van a elecciones primarias. Lo que está a prueba es ese “acuerdismo” que tienen, y que ya existía antes en el bipartidismo, se mueve en vaivén: a veces parece que funciona, a veces entra en problemas.

RP. ¿Qué peligro representa eso?

ES. Es sumamente peligroso porque cualquier riesgo de fragmentación interna de los partidos podría dar enormes ventajas al fantasma de la reelección que en un momento de crisis y en un momento de mayor fragmentación  de la oposición se presente un nuevo esfuerzo por impulsarla a última hora producto de una crisis, o que se termine garantizando el continuismo no necesariamente de Juan Orlando Hernández sino de su grupo que son los que han actuado de manera igual de responsable y depredadora del Estado.

RP. ¿Usted vaticina una nueva crisis electoral en noviembre?

ES. Lo que planteo es que el elemento del cual se sustenta la posibilidad de que no se produzca la crisis es extremadamente débil. No es de calidad, no es institucional, no es de país, no es de capacidad de acuerdo nacional. Los elementos que han dado lugar a la crisis, dicho popularmente, “están vivitos y coleando”. Usted tiene en el horizonte una reelección que prefirieron no tocarla porque no podía resolverse “acuerdísticamente”, y sencillamente se soslayó. A estas alturas el tema deja de mencionarse, pero el fantasma allí está.

A estas alturas hablan de proceso electoral y ya ni siquiera se está hablando si es que iba a haber el tal plebiscito en las elecciones generales para ver qué se iba hacer con esta reelección, sencillamente tirios y troyanos obviaron el tema y lo han dejado a un lado, pero en la sociedad hondureña ese es un elemento de crisis.

RP. ¿No aprendimos las lecciones del pasado?

ES. Es que ni siquiera se reconocen. No se puede aprender lo que no se quiere aprender. El aprendizaje necesita una predisposición y esa primera predisposición tiene que ver con voluntad y con querer un cambio real. Aquí, en términos políticos electorales, el juego que se hace es en base de chantajes, sobre bases de te doy y me das, sobre base de hagámoslo porque esto nos conviene.

Honduras no ha discutido de manera seria la segunda vuelta, probablemente ella no sería la solución, probablemente no la necesitamos si tenemos una reflexión profunda, pero ni siquiera se discute porque se asume que es pérdida de uno y ganancia de otro, sencillamente así se taza la discusión electoral en el país.

RP. ¿Quién gana con un proceso electoral que se desarrolla en medio de la incertidumbre y la sospecha?

ES. El continuismo, la posibilidad del continuismo, la posibilidad de que este grupo que encabeza Juan Orlando Hernández, con o sin él, continúen en el Estado. Ya llevan 12 años, 4 años les podría habilitar para quedarse mucho tiempo. Uno ha visto como un partido político puede entronizar en el Estado y hacer mucho daño.

La fase que viene después es una total confusión y una desaparición de la frontera entre lo que es el partido y lo que es el Estado, ya hemos perdido mucho de esto, tenemos un Estado al servicio de un partido, pero la otra etapa es la desaparición total de las fronteras donde el Estado y el partido se funden de una manera en la que usted no sabe ante quien está, lo que es nefasto para el Estado de Derecho.

RP. ¿Por qué estaría interesado JOH en el control del poder?

ES. Insisto en que no sólo él sino también su grupo, se involucraron tanto en los ilícitos, por lo menos en corrupción son muy claros y los otros pues sobran muchos testimonios vinculados al crimen organizado y narcotráfico, que llegó a un punto de no retorno y sus opciones no son muchas, y la mejor opción es poder continuar gobernando o que los que gobiernan le garanticen algún sistema de impunidad, lo cual es posible porque el Estado es muy débil.

RP. ¿Cómo se puede derrotar electoralmente al oficialismo?

ES. La mitad de la derrota ellos ya la tienen construida por la forma como han actuado, todo lo que han hecho, todo lo que tienen de impunidad, de denuncias. La otra mita, que no es cosa menor, tiene que ver con toda la capacidad de acción política, de inteligencia y de planteamiento de la oposición. Además, la derrota pasa porque la gente vaya a votar: ¿va a ir a votar la gente?, ¿tiene entusiasmo la gente para ir a votar en este contexto?, ¿qué le van a ofrecer los candidatos, candidatas y los partidos a la gente para que le quede tiempo de ponerse la mascarilla e ir hacer una fila respetando las medidas de bioseguridad?, habrá que esperar.


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