Alainet
Por Factor Méndez Doninelli *
En Guatemala hemos vuelto a ver la llegada de otro éxodo masivo de hombres, mujeres, niñas, niños, jóvenes de todas las edades, familias enteras de hermanos centroamericanos de países vecinos de Nicaragua, Honduras y El Salvador, que, según cálculo de autoridades migratorias guatemaltecas, superaban las cinco mil personas que buscaban llegar a México y continuar su travesía hasta la frontera sur de los Estados Unidos de Norteamérica su destino final.
Este nuevo movimiento de emigrantes burló el cerco fronterizo entre Honduras y Guatemala, ingresaron a territorio guatemalteco y continuaron su marcha, kilómetros adelante fueron bloqueados y reprimidos, muchos vapuleados por elementos del ejército y la policía nacional civil (PNC) provocando la dispersión del grupo y posterior expulsión para retornar a sus países de origen. Esta acción del gobierno guatemalteco que preside Alejandro Giammattei, viola derechos humanos (DDHH) universales, el Derecho Internacional de los DDHH (DIDH) y el Derecho Internacional Humanitario (DIH) de los cuáles Guatemala es Estado parte y por tanto, obligado a observar, respetar y honrar sus compromisos internacionales. Está a la vista que los actuales gobernantes como fieles lacayos obedecen órdenes de la presidencia imperial, cuidan los intereses geopolíticos y estratégicos del imperialismo estadounidense y continúan violando DDHH de la población guatemalteca y de quienes ejercen el legítimo derecho a emigrar.
Es la difícil situación social y económica que se padece en varios países de Centroamérica caracterizada por el aumento de la pobreza y pobreza extrema, el desempleo, bajos salarios, deficientes servicios de salud, reducido acceso a la educación, inseguridad alimentaria, menoscabo de oportunidades para el desarrollo, la sobrevivencia digna y un futuro sin sobresaltos, angustias y limitaciones, en suma, ningún progreso en el respeto y vigencia de DDHH sobre todo los económicos, sociales y culturales, explica algunas de las razones por que la gente es empujada al destierro en busca de oportunidades con la esperanza de construir una nueva vida libre del hambre, enfermedades, desnutrición, inseguridad y demás violencias estructurales que prevalecen, como la discriminación, crimen organizado, narcotráfico, trata de personas, violencias contra la mujer, femicidios, corrupción e impunidad, han creado profundas brechas de desigualdad y por tanto, incitación a la lucha de clases. En países como Guatemala que tiene una sociedad multiétnica y pluricultural, los pueblos indígenas son vulnerados en sus derechos, víctimas de racismo, discriminación, represión y despojo violento de territorios y recursos naturales.
Esas condiciones históricas determinadas son resultado del sistema capitalista neoliberal, injusto e inhumano, de la globalización de la economía y el mercado que han propiciado el robustecimiento de las élites, el individualismo egoísta, la ampliación de desigualdades, el abuso de poder, el saqueo de recursos naturales, el atropello de la soberanía, el desprecio por el humanismo y la violación sistemática de DDHH de las poblaciones.
Es claro que el éxodo masivo que observamos en Centroamérica tiene su raíz en las condiciones histórico estructurales a las que me referí antes, pero ahora se potencian ante la presencia de fenómenos inéditos como el auge del crimen organizado transnacional, narco tráfico, trata de personas, redes de corrupción e impunidad que han cooptado a la clase política, a instituciones públicas y privadas y en algunos casos accedido al ejercicio del poder público como Guatemala y Honduras, donde es clarísimo el vínculo de autoridades con el crimen organizado. La gente huye de eso, para preservarse y proteger a su familia.
* Factor Méndez Doninelli es maestro e investigador, consultor en Derechos Humanos y métodos alternativos de resolución de conflictos.
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