Después de tres años de criminalización, los pobladores y pobladoras de la comunidad de Paujiles, ubicada en Tela, Atlántida arañaron justicia en medio de todo el contexto de persecución e impunidad que impera en Honduras.
Paujiles es una comunidad que desde hace más de 5 años lucha en defensa del río Mezapa, su principal fuente agua, y lugar donde el empresario progreseño, Jason Hawit ha querido construir la represa hidroeléctrica Centrales El Progreso “Hidrocep”, cuya capacidad de generación sería de 1.2 MW, lo suficiente para iluminar un poco más de dos mil viviendas.
El abogado Víctor Fernández del equipo legal del Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia (MADJ), explica que dieron las batallas haciendo todo lo que tenían a su alcance, y finalmente el caso pasó al Tribunal de Sentencia. Se presentó una petición formal orientada a que se aplicara el nuevo Código Penal a la causa de Paujiles.
Esta acción se denomina “Excepción por falta de acción”, que indica que el proceso judicial no debe seguirse, porque en el mismo Código Penal la figura de “Usurpación por detentación de un espacio público”, dejó de ser delito, por lo que no tenía sentido continuar el juicio.
Fernández detalla que el Juzgado decidió resolver de oficio por iniciativa propia, en función del criterio anteriormente descrito, y que tiene que ver con que el comportamiento de los luchadores no constituye delito alguno.
“La historia le ha dado la razón a la gente. Cerramos esta fase de este grupo de compañeros y compañeras criminalizadas, seguimos la fase central de la defensa del territorio y consolidación de un proceso de soberanía comunitaria, que implica el impulso de un modelo de desarrollo distinto al modelo extractivo que, destruye la naturaleza, la vida y el tejido social en los territorios”, comenta.
Ejemplo de organización
En el atlántico hondureño, Paujiles ha sido ejemplo de los procesos organizativos que pueden liderar las comunidades en defensa de los territorios. Su lucha obligó a que las autoridades municipales en Tela declararan en 2018, al municipio libre de proyectos extractivistas (hidroeléctricas, térmicas y mineras), a pesar del control que los empresarios en complicidad con políticos corruptos tienen de la justicia en el país.
La lucha organizada y la resistencia pacífica de las comunidades dan frutos positivos. Son trece los luchadores y luchadoras que la semana pasada recibieron su notificación exonerándolos de las acusaciones interpuestas en agosto de 2017, por representantes de HIDROCEP.
Oscar Martínez es una de las personas que fue perseguida por la justicia hondureña. Él junto a su familia han sido parte fundamental en la lucha por la defensa de los bienes comunes de la naturaleza en Paujiles. Martínez es delegado de la palabra de Dios y junto a su esposa, María Angélica Recinos, fueron criminalizados.
Sin embargo, ni los constantes ataques con bombas lacrimógenas, los desalojos al campamento y las innumerables amenazas que recibieron, les limitó a seguir defendiendo su querido río Mezapa.
El luchador manifestó a Radio Progreso sentirse contento y agradecido con Dios al recibir la noticia del sobreseimiento definitivo. “Nos tomó por sorpresa porque estábamos a la expectativa de que en cualquier momento nos llamarían a la audiencia para continuar con el juicio, puesto que se había suspendido desde el 2020 a raíz de la pandemia”, señala.
Martínez contó que fue un proceso tormentoso para todos sus compañeros y compañeras, en el sentido que nunca habían tenido una experiencia de criminalización por defender lo que les pertenece.
“Nosotros en vez de sentirnos atemorizados, nos sentimos con fuerza para continuar en el proceso de lucha. Tenemos claro que la criminalización es una de las artimañas del Estado y las empresas extractivas para evitar que la gente continúe en la defensa de los bienes comunes. Por lo que seguimos el proceso de organización”, dijo.
Lucha sostenida
Víctor Fernández cree que el modelo de resistencia que instaló Paujiles es un modelo extremo y radicalizado; en el sentido de defender a fondos los derechos, a pesar de exponerlo todo.
Pero fundamentalmente cree que, el proceso de Paujiles es interesante por su continuidad y permanencia. Pues se ha sostenido desde que inició, las 24 horas del día, con colectivos y alianzas nacionales e internacionales.
“Esa lucha tiene resoluciones de los mismos sistemas de justicia que favorecen a los sistemas capitalistas. De alguna manera las demás luchas territoriales en el país deberían tomar algunas características de Paujiles. “Creo que hay un proceso de autonomía interesante. El proyecto de la empresa no va a funcionar nunca y los derechos humanos se van a respetar. En Paujiles en algún momento vamos a crecer en un ejercicio de soberanía en el que ese río se proteja de manera perfecta, profunda y con una participación comunitaria”, concluye Víctor Fernández.
Entre los luchadores y luchadoras que fueron absueltos por la justicia hondureña, se encuentran: María Angélica Recinos, Arnaldo Castro Ríos, José Lucas Mejía, Santos Murcia, Pablo Peraza, Oscar Martínez, Andrés Alvarado, Manuel Molina, German Leonel Moreno, Rufino Lara, Juan Echeverría Bonilla, Jesús Hernández y Regino Menjívar.
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