Para el biólogo Alex Vallejo, lo que ha pasado en Honduras, con los huracanes Eta e Iota, es una gran sacudida en el sentido que en la historia no se había detectado dos huracanes de alta intensidad.
“Es consecuencia de una serie de factores que todo va sumando. En primer lugar, un factor es la falta de políticas adecuadas en materia de prevención, tanto de riesgos como de prevención. También es una consecuencia de la falta de intervención en un esquema educativo eficiente y efectivo que no tenemos, en este caso, para poder establecer una sociedad que tenga una posición preventiva y no correctiva, analiza Vallejo.
Radio Progreso (RP) dialogó Alex Vallejo (AV), quien es biólogo, investigador y docente del departamento de Biología en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras en el Valle de Sula, Unah-Vs, además es máster en cambio climático y pasante de la maestría en Ciencias biológicas del Centro de Investigación científica de Yucatán, México.
RP. ¿Cómo valora lo que ha pasado?
AV. Es una gran sacudida en el sentido que en la historia no se había detectado dos huracanes de alta intensidad. En 15 días tuvimos dos huracanes categoría 4 y 5 que es lo máximo en la escala Saffir-Simpson.
RP. ¿Por qué tan destructivos?
AV. Es consecuencia de una serie de factores que todo va sumando. En primer lugar, un factor es la falta de políticas adecuadas en materia de prevención, tanto de riesgos como de prevención. También es una consecuencia de la falta de intervención en un esquema educativo eficiente y efectivo que no tenemos, en este caso, para poder establecer una sociedad que tenga una posición preventiva y no correctiva.
RP. Y el cambio climático, ¿cómo influye?
AV. El cambio climático definitivamente suma a esto, pero más que ser el responsable como tal, el cambio climático lo que nos viene es a desnudar, de una manera más fuerte, todas las cosas incorrectas que estamos desarrollando como país y como sociedad.
RP. ¿Cuál es el panorama que nos espera para los próximos años?
AV. Desgraciadamente los pronósticos nos indican que vamos a seguir teniendo paulatinamente más posibilidades de eventos de este tipo con más frecuencia y más intenso porque el clima se está calentando cada vez más, y a medida que se calienta el agua del mar eso genera prácticamente una bomba principal que alimenta los huracanes para que ganen esta intensidad.
RP. La temporada concluye el 30 de noviembre, ¿qué nos esperan en estos días que faltan?
AV. Lo que puede pasar es que todavía se siguen formando, lo que se denominan, ondas tropicales del este, que vienen de África y corren en dirección oeste, hacia nuestras costas. Éstas podrían concluir en depresiones tropicales, tormentas tropicales o huracanes si es que las condiciones del mar son apropiadas para ello.
El Vale de Sula ha sido de los más golpeados tanto por el huracán Eta como por el huracán Iota.
RP. ¿Por qué canales de alivio, como Maya y Chotepe, no salvaron al Valle de Sula?
AV. Dos factores principales: primero, el río Chamelecón y los ríos en general, por el mal manejo de las cuencas medias y altas. Allí se aplican cultivos de manera incorrecta, producir no es malo sino la forma como se están haciendo. Hay que buscar sistemas que produzcan riquezas y que protejan al río. Y lo segundo, es el asolvamiento de los ríos que provoca la disminución de la capacidad de trasferir volúmenes de agua por parte de una fuente.
RP. ¿Conviene o no instalación de represas?
AV. Ya desde hace varios años se mencionan las represas El Tablón, Jicatuyo y Los Llanitos. Yo trabajé en la evaluación ambiental de Jicatuyo y Los Llanitos, en los estudios de prefactibilidad y factibilidad, pero nunca se desarrollaron los proyectos.
RP. ¿Son necesarios ahora?
AV. Es necesario desarrollarlos por varios motivos: darle un respiro al Valle de Sula con una retención de volúmenes de agua que puedan ser arrastrados por estos ríos y que no lleguen directo al Valle. También que puedan servir como una represa de uso múltiples en el sentido que se pueda potenciar para desarrollar actividades productivas aprovechando los espejos de agua por parte de las comunidades aledañas al mismo. También para poder suministrar agua potable o agua para riego para donde se necesite. Y también para la generación de energía eléctrica. Es importante las represas, pero no es lo único para controlar las inundaciones en el Valle.
El Comisionado Max González ha sido uno de los funcionarios públicos más señalado por su incapacidad para conducir Copeco.
RP. ¿Qué se necesita para tomar decisiones acertadas?
AV. Se necesita rescatar y mejorar el hecho de que las instituciones sean gerenciadas por personas que tengan la capacidad académica que corresponda.
RP. ¿Qué debe contener un plan para mitigar la vulnerabilidad?
AV. Primero, hacer una evaluación general de cómo quedó la situación del Valle de Sula, hay que empezar a reevaluar cuáles son, ahora, las áreas de riesgo y las áreas de vulnerabilidad que han cambiado radicalmente. Luego viene un proceso para identificar cuáles son las obras de protección que se deben desarrollar por diferentes escalas de prioridades. Por la cantidad de áreas inhabitables se tiene que empezar a crear un plan de vivienda ya no creciendo horizontalmente sino verticalmente, es decir, en un menor espacio ubicar a más personas. Es construir edificios.
RP. ¿Cómo se debe trabajar con la gente?
AV. Por medio de la apuesta a un proceso educativo en el sentido de que la gente que tiene conocimiento es capaz de poder identificar las amenazas que se le puedan presentar y tomar mejores decisiones. Una sociedad educada es una sociedad comprometida.
RP. ¿Qué le dice a la gente que piensa que lo que hoy vivimos son castigos divinos?
AV. No hay castigos divinos. Soy católico y Dios no castiga. Dios lo que da es la libertad al ser humano de hacer lo que nosotros deseamos. Estamos pagando las consecuencias de que hemos usado de manera inadecuada esa libertad que Dios nos ha dado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario