miércoles, 18 de noviembre de 2020

Huracán ETA, caos climático y Estado colapsado


OFRANEH

Con un saldo oficial de 63 fallecidos y miles de damnificados como consecuencia del paso sobre Honduras de la tormenta tropical ETA, la que impacto en la costa norte de Nicaragua como un huracán de intensidad 4 en la escala Safir, quedó demostrado una vez más que Honduras es uno de los países más afectados por el caos climático y sus consecuencias.

El Valle del Sula y la Moskitia, fueron las zonas más afectadas por las severas inundaciones que produjo el ETA al fusionarse con el frente frio #11m dando lugar a una interminable lluvia, la que aparentemente obligó a efectuar descargas de la hidroeléctrica Francisco Morazán, conocida como el Cajón la que se encuentra ubicada en el centro del país.

La Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) ha manifestado en diversas ocasiones que no han efectuado ninguna descarga de la hidroeléctrica indicando que las inundaciones son producto de las enormes precipitaciones pluviales que se dieron durante el ETA; no obstante, los afectados señalan que fueron descargas efectuadas durante los días 3 y 4 de noviembre.

La cota actual del Cajón se mantiene en 285 metros, el cual es su máximo nivel operativo y es posible que ante el arribo de un nuevo fenómeno meteorológico que se cierne sobre Centroamérica la ENEE se vea obligada a efectuar descargas controladas.

Feriado Morázanico  y manejo de conteciones a ritmo de regatón.

El arribo de la impresionante tormenta se dio a los 22 años del huracán Mitch, el que destruyó Honduras en 1998, demostrando la enorme vulnerabilidad ambiental del país, especialmente la grave condición de las cuencas hidrográficas que se encontraban para aquel entonces totalmente sedimentadas como consecuencia de la masiva deforestación a lo largo y ancho de Honduras. 

A pesar de las predicciones sobre la llegada del fenómeno al caribe centroamericano, la actual administración gubernamental insistió en decretar un feriado de una semana, con el propósito de “fortalecer el turismo interno”, rubro que se vio afectado por la pandemia de Sars II. A pesar de que el país no ha superado la primera oleada de la pandemia, los “honorables” gobernantes insistieron en llevar a cabo el “feriado”, el cual solo fue suspendido a último momento cuando ya el país estaba siendo afectado por la Tormenta ETA

Semana antes de la desastrosa tormenta, el gobierno designó como encargado de COPECO -ente estatal encargado de responder a las contingencias- a un conocido regetonero, que manifestó de forma pública no contar con experiencia alguna en la materia.

El “amateurismo” demostrado por el gobierno de JOH, en materia ambiental y en el manejo de desastres, ha tenido como resultado catástrofes que culmina con oleadas migraciones masivas, tal como se ha dado en el el corredor seco del país.

Algo similar a lo sucedido con el Cajón se dio con la represa del Patuca III, la que hasta la fecha no ha sido inaugurada, después de un largo proceso de construcción, salpicado de denuncias de corrupción en todos los niveles. Las descargas del Patuca afectaron muchas poblaciones entre ellas comunidades indígenas ribereñas que perdieron sus cultivos. Cabe señalar que la ENEE, no utiliza el sistema de alerta temprana que indica los protocolos de descarga.

El desastre ambiental y el colapso del a gobernabilidad.

A dos décadas de haber sido semidestruido Honduras por el huracán Mitch, la actual administración sucumbe en medio de la corrupción y violencia imperante.  La lección del Mitch no fue asimilada y nunca se llevó a cabo una estrategia de recuperación de cuencas hidrográficas. Y lo peor es que la palma africana suplantó buena parte de los humedales, costeros, acentuado de esta forma las posibilidades de verse afectadas las comunidades por inundaciones. 

Las imágenes de cientos de personas atrapadas sobre techos de sus viviendas que lamentablemente se dieron en días recientes, puede darse de nuevo, e incluso de forma más severa, con el arribo de la tormenta que probablemente se avecina.

Mientras tanto el gobierne insiste en un lavado de imagen permanente ante la catastrófica década, donde se dedicaron al saqueo del país al mismo tiempo que apostaron por la militarización para acallar los reclamos de la población.

Así que, a ritmo de regatón, en el país gobernado por un grupúsculo de inútiles, saqueadores y genocidas esperamos el próximo diluvio. 

Organización Fraternal Negra Hondureña, OFRANEH


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