viernes, 13 de noviembre de 2020

Intereses económicos y falta de planificación incrementan la vulnerabilidad del Valle de Sula


Radio Progreso

El fenómeno tropical Eta causó destrucción en distintos sectores de la costa atlántica, occidente y Valle de Sula. Uno de los sectores más afectados por las fuertes lluvias ha sido el municipio de La Lima, en el departamento de Cortés, donde nuevamente quedó reflejado que el canal Maya, una cuneta de alivio del río Chamelecón que se construyó para impedir que sus aguas afecte a la población no está cumpliendo las funciones para lo que fue creado.

A criterio de Juan Mejía, ingeniero ambiental e integrante del Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia (MADJ), el canal Maya estaba condenado a no funcionar porque todo lo que se ha hecho, se ha realizado no para solucionar los problemas del Valle de Sula, si no para llenar las bolsas de los corruptos en Alianza con las empresas constructoras.

Juan Mejía explica que desde el paso del huracán Mitch en 1998, existe en el país un estudio de los ingenieros de la Armada Estadounidense que indica que, no es solución la construcción de bordos más altos.

“Eso más bien es contraproducente porque si un bordo es mediano y el agua los rebasa, esa agua va a salir en menor cantidad, y se va a ir repartiendo en las comunidades, en cambio si el bordo es más alto y a esa altura revienta, la cantidad de agua que va sobre las comunidades más la velocidad a la que sale puede matar a la gente”, señala.

El experto continúa detallando que es necesario hacer un estudio a escala de todo el Valle de Sula para lograr repartir los cursos de agua en las máximas de intensidades de avenida (inundaciones).

Falta de planificación

El ingeniero Mejía dice que hay una actitud criminal con la que se planifica el crecimiento del Valle de Sula, también señala que otro de los factores que contribuyó a que varios sectores se hayan inundado es la presencia de represas hidroeléctricas.

Recuerda que cuando el huracán Mitch, la única compuerta que se abrió fue la de la Central Hidroeléctrica Francisco Morazán, “El Cajón”, pero ahora como le han montado un montón de proyectos hidroeléctricos sobre el río Ulúa y sus principales afluentes, eso contribuye a incrementar las inundaciones.

“Esa planificación desordenada y avarienta  de una clase empresarial que no le importa inundar a las comunidades con tal de generar jugosas ganancias, es la que tiene en vulnerabilidad a varios sectores del país”, señala.

El experto en materia ambiental señala que, la solución para reducir el impacto de las inundaciones no solo debe estar en el Valle de Sula, también se debe mirar al occidente, pues lo que pasa en esa zona, le va a pasar al Valle de Sula “si las montañas del centro y el occidente están debidamente reforestadas los suelos van a ser más resilientes y van a tener capacidad para retener el agua y luego ir liberándola poco a poco”.

Explica que en este momento las montañas no pueden soportar más de 2 días de lluvia porque la deforestación ha incrementado en los últimos años.

Por último, señala que el impacto de los fenómenos tropicales se agrava cada vez más por la degradación del ambiente, la ampliación de la frontera agrícola, el extractivismo y el crecimiento urbano descontrolado. En ese sentido dice que los planificadores del Estado debieron estar desde hace mucho tiempo atrás preparados para la llegada de cualquier fenómeno meteorológico.

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