Los habitantes del sector del Ramal del Tigre en Tela, Atlántida hacen un llamado de auxilio para poder alimentarse y sobrevivir a la inundación que han sufrido la mayoría de las 13 comunidades que integran la zona.
El Ramal del Tigre está ubicado en la margen derecha del río Ulúa, es la zona más baja del Valle de Sula, cercano al municipio de Tela, Atlántida.
No existimos para el gobierno
Doña María de La Paz Velásquez, habitante y lideresa de la comunidad El Tigre nos cuenta que la situación es complicada y la emergencia apenas comienza ya que perdieron sus animales como cerdos, vacas, gallinas y patos, también sus cultivos fueron arrasados por lo que la hambruna está a la vuelta de la esquina.
“Ha sido complicado porque antes contábamos con los bordos que estaban muy bien pero ahora se han destruido por los tiempos. Solicitamos al gobierno que se acuerde de nosotros, tenemos muvhas necesidades en estas inundaciones, que no vendan sólo cuando vienen a pedir el voto”, dijo doña María.
Contó que la última vez que el gobierno reforzó los bordos del río Ulúa fue después del paso de huracán Mitch. Doña María de La Paz Velásquez cuenta que están en total abandono, las ayudas no llegan porque sus clamores no son escuchados ni por los gobiernos locales ni nacionales.
“Nuestros animales se perdieron. Se murieron vacas, caballos, cerdos, es una total mortandad. Hemos llegado a esta tragedia porque el gobierno no nos ayuda, no tiene visión para el país sino sólo para la bolsa de él. Nosotros no existimos para el gobierno ni para las municipalidades”, aseguró doña María.
Comunidades afectadas
El Ramal del Tigre está compuesto por 13 comunidades. Las más afectadas son La Leona, El Tigre, Los Guayabales 1 y 2, La Achicadora, Triunfo de Esquipulas, Toloa Crick, La Chatera, la comunidad El 10, parte de Meroa 8 y parte de Meroa Río. Todas estas comunidades quedaron totalmente inundadas, el agua tapó las viviendas.
Las familias carecen de alimentos, agua, no hay servicio de energía eléctrica y el agua sigue cubriendo las viviendas. En la zona apenas la Fuerza Naval de Puerto Cortés está apoyando con el traslado de alimentos que muchas familias y organizaciones están aportando de su propio bolsillo. Pero el desorden, al no estar organizados, no permite que beneficien a todas las comunidades por igual.
Imposible llegar al Ramal del Tigre por el lado de Urraco Pueblo, se puede acceder a las comunidades únicamente por Baracoa, Cortés donde se toma una lancha que lo traslada por las aguas del río Chamelecón hasta llegar a Tapón de los Oros. Luego, allí se debe tomar otra lancha para avanzar aguas abajo del río Ulúa.
Cruz Roja únicamente
En la comunidad de Tapón de los Oros, estaba una pareja de voluntarios de la Cruz Roja Hondureña filial de Puerto Cortés, Yani Reyes y Soany Santos. Ellos narraron para Radio Progreso lo difícil que la están pasando las familias y sobre todos los niños y las niñas que están siendo afectados con las putrefactas aguas producto de la inundación.
“Llegamos a esta zona con víveres, apoyando la evacuación y ahora estamos apoyando con la atención médica primaria y si las personas requieren ser trasladados a un centro médico, se hace”, manifestó Yani Reyes.
No hay brigadas médicas aún, la Secretaría de Salud brilla por su ausencia. Si las comunidades de los municipios de la gran Zona Metropolitana del Valle de Sula reciben poca asistencia, en el Ramal del Tigre la asistencia no existe.
“Nos hemos encontrado a pacientitos, bebés de días de nacidos, niños y niñas que han sido los más afectados al ser expuestos a las aguas contaminadas, ellos han sido trasladados. También hay pacientes con hongos en sus pies”, contó Soany Santos.
Los dos voluntarios de la Cruz Roja coinciden que es necesaria y urgente la alimentación, agua, también arroz, frijoles, además comidas para los animales que han sobrevivido. También se demanda de ropa porque muchas familias lo perdieron todo.
Covid, la otra amenaza
Ramal del Tigre, Tela, Atlántida.
La tragedia por las inundaciones producto de las lluvias de la Depresión Tropical Eta se da en momentos de la otra emergencia sanitaria producida por el Covid-19.
Esta situación complica aún más el panorama desolador que se puede respirar en cada una de las comunidades inundadas. La población está más preocupada por resolver su alimentación, tratar de volver a sus inundadas casas y buscar la manera de sobrevivir a una emergencia que apenas comienza.
“Siempre la prevención, no hay que dejar la mascarilla, hay que mantener el lavado de manos, evitar la aglomeración que es un tema muy difícil trabajar en estos tiempos de crisis, pero poco a poco vamos a ir trabajando en eso, recuerde que la gente lo primero que saca es lo esencial y no se acuerdan de una mascarilla”, dijo a Radio Progreso Yani Reyes, voluntario de Cruz Roja.
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