miércoles, 7 de agosto de 2019
La violencia es el principal generador del desplazamiento forzado
El informe denominado “Señales de una crisis”, desarrollado en los países que conforman el triángulo norte de América Central, muestran que la violencia es uno de los principales generadores de migración en la región.
El estudio fue elaborado en el 2018, en el que organizaciones de sociedad civil con presencia en Guatemala, Honduras y El Salvador utilizaron el sistema regional de monitoreo de desplazamiento interno, en el que la violencia se muestra como uno de los principales factores de este fenómeno.
El informe fue trabajado por las organizaciones Plan Internacional- El Salvador, la Fundación Educación y Cooperación- El Salvador, Casa Alianza- Honduras, Pastoral de Movilidad Humana- Honduras, la Asociación Pop No´j- Guatemala, y Cristosal, organización regional centroamericana.
En el documento se abordó estadísticas y análisis de casos registrados directamente por las organizaciones, en el que se abarcan los registros, cifras sobre la situación de las víctimas en estas naciones.
Roberto Montenegro, integra el equipo que trabajó el informe, dijo que es necesario conocer la realidad de estos países, y bajo esta investigación se busca soluciones que deben ser discutidas con los gobiernos 0para tratar de forma estructural el problema.
Montenegro se refirió a la iniciativa regional de crear junto a los gobiernos, una ley de desplazamiento forzado, en el que, además, de conocer las causas del problema, se definan políticas de Estado, y así tratar el problema de una forma seria y responsable.
De acuerdo a los hallazgos, los impulsores principales del desplazamiento forzado son: el bajo nivel de desarrollo humano, el control territorial por grupos del crimen organizado, la estigmatización de la población, el abandono estructural e histórico de las víctimas por parte de los Estados, la migración y la corrupción estatal.
Entre los detonantes se encuentran, los índices de violencia en estos países, que puntuaron altas tasas. Una muestra es la tasa promedio de homicidios para los tres países: de 40 personas asesinadas por cada cien mil habitantes. El estudio presenta cifras sobre los hechos detonantes del desplazamiento en Honduras y El Salvador, en la que las amenazas constituyeron la razón principal, es decir, un 49% de las víctimas registradas, mientras que otras causas identificadas fueron la extorsión, el narcotráfico y el acoso de adolescentes y jóvenes.
Datos del Sistema de Monitoreo muestran que mil 724 personas fueron registradas en El Salvador y 222 en Honduras, de las que 241 personas se encontraban en situación de confinamiento, del total del registro, el 53.4% eran mujeres, mientras que 46.6% eran hombres. Otro de los hallazgos fue que el 47% eran niños, niñas y adolescentes menores de 18 años.
“Sabemos que uno de los sectores golpeados por esta situación han sido las mujeres, y en esa ruta los gobiernos tienen mucho por hacer”, calificó la especialista en temas migratorios Sali Valladares.
Valladares habló del informe y también de estos flagelos que afectan a países del triángulo norte, y que se convierten en las causas principales para que la gente tenga que salir contra su voluntad de sus lugares de origen, aunque esto signifique dejar su tierra y a su familia.
Por ejemplo, en el estudio se muestra que las pandillas son las principales victimarias que son señaladas por las víctimas, en segundo lugar, en generación de violencia, se identificó a agentes del Estado, entre los que destacan miembros de la policía y ejército.
“De cara a garantizar atención integral a las víctimas de desplazamiento interno forzado por violencia en Guatemala, Honduras y El Salvador, las recomendaciones del informe señalan, que es necesario hacer una evaluación del impacto de las políticas de seguridad que se están implementando en los Estados.
Es indispensable que se centre en evaluar la forma en cómo se han operado las mismas, superando el enfoque punitivo que las ha caracterizado y asegurar la aplicación del enfoque de derechos humanos, priorizando el bienestar integral de las personas víctimas de la violencia”, expresa el informe.
Esta sugerencia también ha sido planteada de la mano de la propuesta de creación de una ley de desplazamiento forzado, la cual fue mencionada en varias ocasiones por el analista en temas migratorios Roberto Montenegro.
Entre las sugerencias también destaca en la importancia de evaluar el vínculo entre desplazamiento causado por la violencia generalizada y la migración forzada en El Salvador, Guatemala y Honduras. La ausencia estatal como titular de obligaciones en materia de derechos humanos e inactividad o insuficiencia de instancias estatales para la atención y protección a víctimas de violencia que desemboca en la migración irregular de personas, al no encontrar protección estatal adecuada.
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