viernes, 25 de agosto de 2017

Crisis de la UNAH pasará factura a JOH


Por Javier Suazo  

El presidente de la Republica, Juan Orlando Hernández (JOH), por mandato divino y de la Suprema Corte de Justicia, aspira a ser reelecto en su cargo. Entre los argumentos que sus seguidores defienden se encuentran: a) la estabilidad económica, b) reducción de los índices de homicidios, c) una mejor red vial, d) más de 300,000 familias con acceso a programas de compensación social; e) aumento del número de policías en las calles; f) los 200 días de clase, g) la reforma universitaria ya que autorizó y aprobó la reelección de la actual rectora, Julieta Castellanos, por los buenos resultados obtenidos.

En este último caso, uno de los problemas que las actuales autoridades universitarias no han podido superar, es la garantía de la democratización de los órganos de dirección de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), ya que el Consejo Universitario funciona en forma acéfala al no poder integrar a los representantes genuinos de los estudiantes y docentes. El argumento de las autoridades universitarias es que, en el caso de los estudiantes, los representantes pertenecen a los movimientos internos constituidos (FUR, FUUD), pero la denuncia de la dirigencia del Movimiento Estudiantil Universitario (MEU) es que son puestos por la Rectora y reciben orden de ella. 

En tal sentido, la crisis de la UNAH pasa por establecer el gobierno universitaria con base a la representación que el corresponde a cada actor, caso contrario, las decisiones son arbitrarias y sin consenso.

De acuerdo a cifras oficiales, la actual crisis universitaria, donde en Ciudad Universitaria ( Capital de Honduras) se han perdido más de ocho semanas de clase, se ha afectado a más de 55,000 alumnos; se estima que el impacto financiero es de más de 160 millones de lempiras. Esta crisis, a falta de democratización interna en la toma de decisiones, tiene un factor causal común: la intransigencia. Por un lado, la Rectora, se aferra a que sus decisiones son colegidas (avaladas por un Consejo Universitario cojo) y, por el MEU, la consigna es que no hay que escuchar a los demás alumnos y padres de familias que quieren clases y que también son afectados. Entregamos los edificios dicen los dirigentes de MEU, si Julieta reconoce nuestra representación genuina y legal en los órganos de dirección y retira las órdenes judiciales contra alumnos acusados incluso de terroristas; la Rectora dice que negociará bajo presión y mientras no se entreguen los edificios.

En un Comunicado reciente las autoridades universitarias aprobaron la suspensión del tercer periodo académico, con lo cual se afectará a 60,000 estudiantes y padres de familia. Pero también afectará a profesores por hora, ya que las autoridades son del criterio que aunque estos profesores tienen un contrato firmado y se han presentado regularmente a impartir clases y marcar su hora de entrada y salida, se les pagará solo los días trabajados, en caso que el segundo periodo académico (alargado) no continúe. Esta decisión ha sorprendido incluso al propio Ministro del Trabajo, que observa como las autoridades universitarias bajo el ropaje de la Autonomía violan la ley y los derechos de los docentes por hora, que son los que han venido dando la cara por la academia de la UNAH. Algunos docentes afectados son del criterio que esta decisión es arbitraria, y busca identificar al MEU como el causante de la perdida de los salarios, igual que los “sapos” le llevan a la Rectora una información tergiversada en cuanto a que son los profesores por hora los que apoyan al MEU.

Mientras esto sucede, el presidente Hernández, que miraba la solución de la crisis después de las elecciones de noviembre, empieza a preocuparse. Por un lado, está la pérdida del voto joven en la UNAH a nivel nacional. Hace un año, una encuesta de preferencias electorales entre alumnos universitarios mostraba curiosamente a JOH a la cabeza, hoy la misma encuesta elaborada por estudiantes de trabajo social, muestran a JOH por debajo de Salvador Nasralla, candidato de la Alianza Opositora contra la Dictadura. Por el otro, en la medida que el MEU integre a maestros, padres de familia y demás actores a la Articulación en Defensa por la Educación en Honduras (ARDEH), las preferencias del electorado pueden cambiar en contra de JOH.

La Comisión nombrada por el Congreso de la Republica para analizar la iniciativa ciudadana del MEU para resolver la crisis de la UNAH, en el fondo apunta a dar respuesta a esta preocupación del presidente. Esta Comisión es presidida por Edwin Pavón, diputado del partido Unión Democrática (UD), aliado del Partido Nacional en el Congreso de la Republica y Tribunal Electoral. No obstante, esta es una oportunidad para que UD puede reivindicarse con el pueblo hondureño, de lo contrario, puede desaparecer en las elecciones de Noviembre.

Todo apunta a que una Comisión de Transición resuelva el problema con el MEU, y se reinicien las clases; pero a mediano plazo hay un trabajo pendiente: Quitar el mote neoliberal de la reforma universitaria iniciada en 2005, donde los mayores beneficiados de las crisis de la UNAH son las universidades privadas que han visto incrementadas sus matrículas.

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