miércoles, 23 de agosto de 2017

¿Qué tan estúpidos nos creen?



Por Héctor Flores *

De nadie es extraño que ya vienen las elecciones y que con ellas llega el bombardeo publicitario de los que quieren seguir viviendo a nuestra costa. El fotoshop vuelve con su dosis de magia virtual y los rostros rejuvenecen, y se vuelven bellos, y parecen interesantes pero, en realidad, lo que son es indescifrables. La realidad vuelve otra vez a desaparecer del escenario y la farsa electorera es el pan nuestro de cada día. Sin embargo hay unas acontecimientos en este momento que me han llamado poderosamente la atención. Intentaré escribir sobre ellos, si quiere me puede seguir en la lectura.
La primera cosa en la que me quiero detener es en las fotografías y videos que han compartido mis amigas y amigos de lucha en el peaje de San Manuel. En ellas se ve claramente como descargan de una plataforma casetas prefabricadas. Que son no lo sé, para qué los ocupan tampoco y realmente no se si me interesa. Lo que es obvio – especialmente a mi manera de interpretar las cosas es que hay un nuevo mensaje en ese hecho y yo, otra vez en la simpleza de mis interpretaciones - lo leo en dos vías así “Volvemos a la carga, el peaje lo pagan o lo pagan, nosotros ADASA no vamos a perder así por así”, o en su defecto “ya esta decidido, tenemos apoyo total, procedamos”. Si ese mensaje resulta real entonces qué paso sigue. Están dispuestos los y las progreseñas a pagar ese peaje, después de casi un año de resistencia digna y rechazo absoluto a esa extorsión legal fraguada por el Estado y la empresa privada. Pregunto pues ¿están – ustedes amigos y amigas - dispuestos a dar la lucha, como es debido, cuando sea menester darla? 

El segundo acontecimiento tiene que ver con el puente caído de La Democracia y el parapeto que en él se fragua. Realmente es impresionante lo idiotas que nos creen con la farsa de la reparación. Llevo dos semanas yendo a pararme ahí y ver lo que hacen y rehacen pasmosamente. Sin duda lo único de avance que yo distingo ahí es la posibilidad de jugar con la voluntad de la gente y fingir que lo están reparando para ganar adeptos en las elecciones. Si para que usted y yo creamos que tenemos que volverlos a elegir, que son lo que nos conviene y nos clavemos nosotros mismos la daga. Puente, si es que hubiera alguna remota posibilidad, sería bueno que hubiera. Pero tenerlo a cambio de tener que votar por ellos y aguantarlosotros tantos años más, o a cambio de la venta de la soberanía de nuestras calles jamás.

Yo espero, de verdad lo espero, que usted amigo y amia tenga la conciencia tan alta como para no volver a dejar jamás, que nunca jamás, le vuelvan a ver la cara de idiota.

El tercer momento si que me sacó de las casillas. Realmente que se burlen de uno y de la manera que el gobierno lo hace es indigno. No puedo creer que el presidente nos piense tan bajo y que nos quedemos tranquilos. Han visto los anuncios del gobierno de la república con la nueva ley de las tarjetas de crédito. Que logro tan grande que ahora ya no te vayan a perseguir los vendedores (acosarte) para ofrecerte productos que no has solicitado, o que ya no vas a perder tus puntos acumulados (por que ahora ya no pueden caducártelos si antes no sos notificado) y que en caso de hacerlo tienes un teléfono al cual llamar para poner la denuncia. Señor presidente dígale a sus desarrolladores de imagen y campaña que los y las hondureñas no somos tan estúpidos como ellos nos creen. Que se pongan a pensar cuanta gente usa tarjetas si ni trabajo hay, que si es que piensan que los puntos llegan por la tarjeta de identidad. Aconséjeles – ya que ellos como consejeros suyos no sirven, que mejor le orienten para hablar de la ley de turismo y su atentando a la soberanía territorial y al derecho ancestral de los pueblos originarios. Dígales que le preparen campañas para explicar por qué el caso de Chungo Guerra, Margarita Murillo y Berta siguen impunes. Yo creo, señor presidente, que usted es un poquito más listo que ellos por favor dígales que no lo hagan quedar en ridículo ante el pueblo, que se ganen lo que – seguramente – ganan al menos respetando la dignidad de las personas. Por que acá señor presidente, en esta Honduras mancillada y destruida que ustedes nos están dejando, no habitamos idiotas, somos gente que pensamos y sabemos entender cuando nos quieren ver la cara de mensos.

Y no se olviden, o por lo menos no del todo, que hay un proverbio universal que dice “con la vara que midas has de ser medido”.

  • Chaco de la Pitoreta.


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