sábado, 19 de agosto de 2017

Entre la misería y el abandono están los indígenas de tribu La Pintada en Yoro



Los pueblos indígenas en Honduras continúan siendo víctimas del desprecio gubernamental. La etnia Tolupan, es un ejemplo de esta cruda realidad; sus 28 tribus, ubicadas en seis municipios del departamento de Yoro, y dos en Francisco Morazán, sienten en carne propia el peso del empobrecimiento, discriminación económica y marginamiento estatal.

Para muestra un botón: la pobreza y miseria se ha insertado en lo más profundo de la tribu tolupana La Pintada, ubicada en lo más alto de las montañas del municipio de Yoro. La situación de descuido, desatención y falta de apoyo a las comunidades ha provocado que gran parte de esa población no cuente con oportunidades de educación, salud, ni desarrollo. 

Esta tribu se compone de más de 10 mil habitantes distribuidos en 12 caseríos, y para llegar hasta este sector se pasa una odisea debido a que la carretera está casi intransitable. De la ciudad de Morazán, Yoro, hasta La Pintada, hay 45 kilómetros. Mientras se va transitando por la carretera se ve la belleza territorial llena de diverso bosque y animales, pero además se observan pequeñas viviendas construidas de pedazos de madera y con techos de paja o pedazos de láminas.

Cuando el vehículo en que nos conducíamos pasaba cerca de las pequeñas viviendas salían a observar algunos niños y niñas la mayoría sin zapatos, con ropa deteriorada y con señales de desnutrición, mientras algunos adultos nos quedaban viendo desde algunos agujeros de las paredes.

Las comunidades no cuentan con energía eléctrica por lo que tienen que alumbrarse con candiles, la mayoría de las viviendas no tienen letrinas por lo que las familias hacen sus necesidades al aire libre. “Cuando nosotros escuchamos por la radio al presidente Juan Orlando decir que “Honduras está cambiando” no entendemos de que país está hablando porque la realidad es otra y nosotros lo vivimos a diario”, indicó el indígena José Rodríguez.

Los más olvidados dentro de los olvidados

De acuerdo a datos oficiales en Honduras el 64% de la población vive bajo la línea de la pobreza y de estos, el 40% en la pobreza extrema, sin embargo los Tolupanes, calificados como los primeros habitantes de nuestras tierras, están más relegados que el resto de la población. Basta con llegar hasta sus comunidades ubicadas en las montañas para darse cuenta de la miseria y el abandono en que viven.

La historia señala que el pueblo Tolupan, es uno de los primeros habitantes de este territorio que hoy llamamos Honduras. Según algunos historiadores este pueblo existe hace más de 7 mil años, antes incluso que los Mayas.

En la tribu La Pintada, los hombres se dedican al cultivo de maíz, frijoles, en menor cantidad al cultivo de café, la cacería y la pesca, mientras las mujeres se dedican a los oficios domésticos, la crianza de sus hijos y una pequeña cantidad hacer canastas de carrizo que luego son vendidos a bajos precios.

“Aquí vivimos de lo que producimos en la agricultura y en muchas ocasiones cuando no llueve nuestros cultivos se pierden, o cuando llueve mucho nuestros cultivos se dañan, por ejemplo ahorita estamos sacando la cosecha de frijol pero mucha de nuestra producción se ha dañado por exceso de agua”, indicó Rodríguez.

Dijo además que cuando se dañan los cultivos y la producción vienen tiempos difíciles porque “nos quedamos sin dinero para comprar los alimentos, porque en estas comunidades indígenas casi no hay trabajo, aprovechamos un poco cuando viene la corta de café”.

“Aquí estamos olvidados por los gobiernos, la única vez que se aparecen los políticos aquí a nuestra tribu es cuando andan en campaña política y quieren ganar nuestro voto, pero una vez pasadas las elecciones se olvidan que existimos”, agregó Rodríguez.

Violencia contra las mujeres

En el caso de las mujeres muchas son víctimas de la violencia doméstica y esos casos se quedan en el anonimato, a lo máximo que llegan es quedar en pláticas de vecinos y las cicatrices en los cuerpos de algunas mujeres.

“En aquella casa vive una mujer que su marido le corto la mano de un machetazo porque creía que lo estaba traicionado con otro hombre”, indicó una dirigente indígena mientras nos conducíamos en vehículo hacia la comunidad La Joya.

“Aquí hay otro problema y es que las niñas casi desde los 12 años se casan y comienzan a tener hijos y eso es algo que no se le ha puesto atención debido a que se ve como algo normal en estos lugares”, manifestó otro líder indígena.

Félix Banegas, de Acción Cultural Popular de Honduras, ACPH, quien da formación en participación ciudadana a las comunidades indígenas, aseguró que la mayoría de las niñas antes de cumplir los 18 años, por lo menos una vez había salido embarazada o convertida en madre. 

“El promedio de educación es muy bajo entre las niñas, con mucha suerte llegan a sexto grado, con raras excepciones. Estas cosas queremos que cambien porque para cada edad hay una etapa y eso tiene que respetarse, pero en nuestras comunidades la gente no entiende eso”, indicó una madre de familia quien tiene tres niñas menores de edad.

Acceso a la educación

En la mayoría de 12 comunidades de la tribu La Pintada hacen falta edificios y material didáctico para que los menores que asisten a la escuela puedan recibir el pan del saber en condiciones pedagógicas.

“En la escuela de la comunidad La Joya, por varios años la niñez indígena recibió clases debajo de un árbol y de silla tenían unas pequeñas piedras. Así me tocaba dar las clases no habían más opciones”, dijo el profesor Elías Morales, director de la escuela.

 “Actualmente esta escuela tiene 50 alumnos y alumnas, pero la cantidad de menores en edad escolar de la comunidad duplica esa cantidad, esto significa que hay muchos que no están recibiendo educación”, indicó.

A renglón seguido dijo que hoy la escuela cuenta con tres aulas, oficina de dirección, tres baños y cerco perimetral gracias a las gestiones realizadas por ACPH con personas españolas.

“Lo único que hemos recibido de las autoridades municipales son tres volqueadas de arena y del gobierno central no hemos recibido nada. Todo lo que está es por la ayuda internacional”, manifestó.

Bienes comunes saqueados

“Nuestros bosques lo están saqueando de manera ilegal y nosotros hemos denunciado a la Fiscalía y al Instituto de Conservación Forestal, ICF, pero nadie hace nada por parar esta situación que poco a poco destruye nuestro territorio”, indicó Estela Rodríguez, presidenta del Consejo Indígena de la tribu La Pintada.

Dijo además que están pretendiendo explotar una zona minera ubicada en el mero corazón de la tribu, pero no han consultado a las comunidades indígenas. “Dicen que es antimonio que van a sacar pero sabemos que allí hay oro porque nuestros hermanos indígenas allí van a buscar de manera artesanal pedacitos del precioso meta”, indicó.

Dijo que ellos están en contra del saqueo de los recursos de sus comunidades pero no encuentran apoyo de las instituciones del Estado. “Más bien el INA vino a medir nuestro territorio que de acuerdo al título ancestral son 7 caballerías, pero con la nueva medición nos están robando una caballería.

“Los indígenas demandamos respetar nuestros títulos ancestrales y que se respete su derecho a administrar, acceder y disfrutar de la explotación de los recursos naturales; y se reconozcan nuestros derechos económicos, sociales, culturales y políticos”, concluyó Estela Rodríguez.

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