miércoles, 30 de agosto de 2017
Villa de San Francisco resiste a mega proyecto de la azucarera Tres Valles
A 55 kilómetros al oriente de Tegucigalpa se sitúa la Villa de San Francisco. Un municipio de Francisco Morazán que basa su economía en la ganadería, la agricultura y la cosecha de caña de azúcar. A la Villa de San Francisco la vigila desde lo más alto el Parque Nacional La Tigra, el único pulmón de la capital Tegucigalpa, y quizás de todo el Distrito Central.
Ahí, desde hace 40 años, vive don Mario Paguaga. Decidió dejar Tegucigalpa para formar una familia en un lugar alejado de las prisas y con la naturaleza característica de un valle. “Mi esposa es de aquí, pensé que tenía hecha mi vida, una vida tranquila sin ningún sobresalto y resulta que nos sale está gente con esto”.
Esa estabilidad, la que don Mario nos describe a mitad de una toma pacífica por la defensa de la vida, entró en amenaza cuando el gobierno de Juan Orlando Hernández otorgó una licencia ambiental a la azucarera Tres Valles.
“Nos quieren freír los sesos”
En 2015, la Secretaría del Ambiente (MiAmbiente) dio luz verde a la azucarera Tres Valles, propiedad del empresario Mateo Yibrín, para la generación de energía eléctrica a través de biomasa. El proyecto requiere la instalación de cables de alta tensión por la principal arteria vial.
“Por eso estamos en la lucha, no queremos estos postes, serían 104 mil voltios los que estarían pasando las 24 horas del día, prácticamente nos freirían los sesos”, afirma don Mario, frente a unos los agujeros donde la azucarera Tres Valles pretenden instalar los postes de concreto. La comunidad ha cercado con palos y piedras el lugar, y le ha llamado “el hoyo de la dignidad”.
De acuerdo a un informe técnico de la Dirección General de Evaluación y Control Ambiental (DECA), el monto de inversión del proyecto suma trece millones cuatrocientos ochenta y un mil novecientos dólares.
José Jorge Aguilar, presidente del Comité Ambientalista Popular Independiente por los Recursos Hídricos y Otros (CAPIRHO), comenta que a pesar de las recomendaciones presentadas a la empresa Tres Valles y autoridades municipales, insisten en el desarrollo del proyecto: “son postes voluminosos que están puestos en las orillas, hasta adentro de las casas, esto implica un riesgo muy grande para nosotros porque esos cables en cualquier momento puede caer y esto puede provocarnos un cáncer a través de la radiación electromagnética”.
En julio de 2017, el comité ambiental CAPIRHRO presentó ante la secretaría MiAmbiente una solicitud de cancelación del proyecto energético señalando que la ruta de las líneas de transmisión pasará por la carretera de terracería que conduce desde el municipio de San Juan de Flores, Cantarranas, Francisco Morazán, hasta Yuscarán, en el departamento de El Paraíso (26.50 kilómetros), “olvidándose los técnicos y funcionarios que en el marco de dicho tramo a recorrer por la línea de transmisión, está comprendida la calle principal o boulevard de la ciudad de la Villa de San Francisco”.
La Villa de San Francisco cuenta con una población de 10 mil personas. A lo largo de la calle principal viven unas mil personas, las que estarían expuestas a la radiación electromagnética.
Sin consulta
Frente a esa realidad, la comunidad de la Villa de San Francisco mantiene una toma parcial de la carretera para evitar la instalación de los postes en los que se colocarán los cables de alta tensión.
Nolvia Pineda, pobladora afectada, recuerda que el empresario Mateo Yibrín y el acalde Janio Borjas “jamás les consultaron” si estaban de acuerdo con el proyecto que busca generar energía a través de la biomasa.
“Cuando ya venía lo estaban instalando fue que nosotros comenzamos a protestar, tenemos más de 18 meses de andar en esta lucha porque este proyecto no se sociabilizó, como que nosotros no existíamos”, dice doña Nolvia, parafraseando la frase del mandatario nacionalista, Juan Orlando Hernández: “nadie está por encima de la ley”. Le pide a Hernández que “tome cartas en el asunto”.
Rafael Ponce, regidor en la alcaldía de la Villa de San Francisco, reconoce que la azucarera Tres Valles nunca ha solicitado un permiso municipal que avale la puesta en marcha el proyecto energético que tendrá conexión al sistema de distribución de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE).
“En la corporación no han solicitado ningún permiso, entonces, la corporación municipal tomó la decisión que el cable se iba a pasar por abajo del pueblo, pero ellos están porfiando por acá. La empresa lo que está haciendo es un financiamiento al Estado, las autoridades de más arriba son las que están permitiendo, la corporación no tiene nada que ver”, declaró el regidor.
El comité ambiental CAPIRHO mostró en la solicitud de cancelación del proyecto, dirigida al ministro de MiAmbiente, José Galdámez, que los terrenos donde están ubicadas las subestaciones de la azucarera Tres Valles la titularidad corresponde a los vecinos o pobladores de la Villa de San Francisco, dictamen emitido por el Instituto Nacional Agrario (INA) el siete de junio del año dos mil; los títulos datan desde el año 1,706.
Don Mario, junto a sus vecinos, se abraza a la bandera de Honduras golpeada por los intereses mezquinos de las élites económicas y de poder, aguarda frente al "hoyo de la dignidad", la respuesta de las autoridades que entregaron esa tranquilidad que vivió al lado de familia.
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