martes, 8 de diciembre de 2015

Treinta y tres años de tejer sueños



El Comité de Familiares Desaparecidos y Detenidos de Honduras, COFADEH, acaba de cumplir 33 años de lucha contra la corriente. Es toda una historia de fe en la vida, de exigencia de justicia y un abrazo de consuelo y ternura a las víctimas de la impunidad y la persecución estatal. Es la historia contra el odio, contra el olvido y contra la mentira. COFADEH es una de las instancias hondureñas de mayor aporte a la democracia desde la defensa de quienes han sido víctimas de un Estado antidemocrático.

Para la gente de poder, la persistencia de Cofadeh molesta y estorba. Mucha gente con poder y privilegios persiste en el discurso de dar vuelta a la página, olvidar las atrocidades del pasado, dar unas palmaditas a las víctimas y seguir como si aquí no ha pasado nada. Cofadeh es un índice que señala la raíz. No admite componendas con injustos, por muy honorable o sagrada que sea su investidura.

COFADEH es un trozo esencial de la historia nacional. Encarna lo más sublime de la historia hondureña, porque con su voz y a través de ella han hablado los silenciados de la historia oficial, y los desaparecidos adquieren rostro, nombre y memoria. En COFADEH cabe toda la gente que estorba a los bien situados en la historia de los triunfadores. En COFADEH irrumpen con pleno derecho los perdedores y los que han sido vencidos y aplastados por la historia de los fuertes.

COFADEH es tejedora de sueños, y lleva treinta y tres años de coleccionar pesadillas para convertirlas en sueños, y en convertir los sueños en programas de Vida. COFADEH se parece a Monseñor Romero, una pesadilla para los opresores y gobernantes, y un sueño de amor para su pueblo. Las palabras que un día pronunció Monseñor Romero pudieron ser palabras de alguno de los comunicados de COFADEH, y citamos textualmente: “Dios no camina por allí, sobre charcos de sangre y torturas. Dios camina sobre caminos limpios de esperanza y de amor”.

Consuelo es otra palabra que identifica a Cofadeh en sus 33 años de historia. Ha denunciado y ha demandado al Estado contra crímenes cometidos en contra personas por sus ideas o por su compromiso con la justicia. Pero a la par ha consolado a los familiares de las víctimas, los ha acompañado en su dolor y ha enjuagado sus lágrimas.

La vida humana es divisa de Cofadeh. Defensa de la vida en toda su dimensión, pero sobre todo la defensa de la vida amenazada, de la vida perseguida, de la vida desaparecida por el Estado. Despertar la memoria del pueblo, luchar contra el olvido de los que dieron la vida, ha sido el quehacer de COFADEH. Y su fiesta es el regalo de quienes seguimos creyendo que los sueños solo se convierten en realidad cuando los tejemos desde la periferia de la historia. Así como lo ha hecho COFADEH por treinta y tres años de hermosa persistencia.

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