jueves, 24 de diciembre de 2015

Las mujeres místicas de Leticia Banegas que también somos nosotras



Leticia Banegas se dedica al arte y su musa es ella, ella y todas las mujeres, porque pinta desde el poder de su género. Esta semana Leticia presentó su nueva colección: Mujeres y otros seres sobrenaturales. Con diversas técnicas plasma sobre lienzo y sobre madera mujeres de miradas desafiantes, sonrisas sabias y cabellos libres. 

Por Jennifer Avila. 

"Yo pinto mujeres porque es mi género, con eso me identifico. Creo que la violencia hacia nosotras tiene que ver con que nos han hecho creer que no tenemos poder, y en cierta forma le temen a ese poder. El poder de la intuición, de la percepción que tenemos del mundo y el mismo poder de la reproducción", dijo Leticia mientras me mostraba la secuencia La metamorfosis de Álope, cuya historia representa la vida de miles de mujeres que pasan de la sumisión a la libertad. 




Con la secuencia La metamorfosis de Alope, Leticia participó en una exposición de mujeres pintoras promovida por Mujeres por las Artes, MUA en Tegucigalpa, llamada "El cuerpo como territorio". Allí compartió con las artistas Celsa Flores Luz Medina Bonta, Julia Galeano, Mei Lin Quan y Juliana Fuenzalida. 

Leticia estudió diseño gráfico en la universidad y se cataloga como autodidacta en este oficio al que se dedica con mucha pasión. Le gusta experimentar, pinta con óleo y con acrílico y busca plasmar de forma creativa la realidad donde también se sitúan sus personajes.Hay muchos elementos de grafismo y mezcla la bidimensionalidad con la tri dimensionalidad, explica. Pinta los arquetipos: la mujer guerrera, la cazadora, la diosa, la reina, etc... todos los que llevamos dentro las mujeres, según ella. 

Su madre la ayuda a montar y desmontar sus exposiciones que siguen siendo muy íntimas, aunque a través de las redes sociales ha logrado nutrir un poco más su público y debatir sobre su arte. Yo llegué a platicar con ella mientras desmontaba la exposición que solamente duró una noche, pero que según ella fue muy concurrida por jóvenes y artistas que buscan hacer propuestas políticas y de cambio a través de imágenes ágiles y frescas. 

Es fácil que toda plática se deslice hacia la realidad de violencia y corrupción que vive Honduras y que afecta a esos seres que ella plasma en cuadros, a las mujeres. Leticia lamenta que en Honduras el encierro muchas veces vence la creatividad que pueda existir en la sociedad. Un ejemplo es que sus exposiciones son pequeñas, no solo porque hay poco interés en el arte, sino por la inseguridad de la ciudad. 

Esa libertad que a veces se niega se plasma en los cabellos de las mujeres de Leticia. "El cabello ha sido considerado como una extensión del sistema nervioso, como antenas que nos hace buenas rastreadoras, por eso en mis pinturas siempre andan así sueltos, largos y alocados", cuenta. 

La red social Instagram recientemente recomendó la cuenta de Leticia por sus pinturas y eso ha abierto las puertas a un nuevo público virtual que admira su trabajo.  

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