jueves, 10 de diciembre de 2015

Aguinaldo navideño



Estos días tanto la “economía comercial” como la “economía familiar” no dejan de hacer cábalas acerca del destino que darán a los “aguinaldos” aquellas personas o sectores sociales que tienen el privilegio de recibirlo. Y ya metidos en el ambiente navideño, no sin cierta ironía y sarcasmo, recogemos algunos de los ingredientes del “aguinaldo navideño” que estamos recibiendo los hondureños simplemente por el hecho de ser ciudadanos y participar de la vida social de nuestro país.  Todos ellos elegidos aleatoriamente.

1.- El primero aguinaldo navideño que destacamos  viene referido al transporte público donde se nos dice que “los extorsionadores aplican auditorías al Transporte: el crimen organizado hace riguroso controles financieros a buses y taxis para definir el “impuesto de guerra”.  Solo en San Pedro Sula cada hora se pagan 27,777 lempiras por extorsión;  los trasportistas sampedranos pagan unos 20 millones  de lempiras al mes por extorsiones.  San Pedro Sula y Tegucigalpa pagan 540 millones por “impuesto de guerra” al año.  Es inútil denunciar a los extorsionadores a la policía pues nunca los capturan: las autoridades trabajan en conjunto con los delincuentes y si hay denunciantes aparecen muertos.

2.-  El observatorio de la violencia de la UNAH por medio de su rectora, Julieta Castellanos, afirma que “se siente burlada ante el proceso de depuración y que la Policía tiene miedo a las bandas internas, por lo tanto, no actúan”.  Las autoridades de la Secretaría de Seguridad no quieren asumir la responsabilidad de la depuración policial.  No quieren tomar decisiones: les gustan los cargos pero no los riesgos de esos cargos.  De enero a noviembre han habido 95 masacres y 352 víctimas.  La Policía está obligada a capturar a los autores y si no lo hace evidenciaría que está a merced de estos grupos. Si no resuelve estas masacres, efectivamente no tenemos policía.

3.- El Tribunal Superior de Cuentas está ejecutando una auditoría a varias administraciones en la Secretaria de Salud, debido a que al menos seis mil millones de lempiras de medicamentos han vencido.  Es increíble que sigan apareciendo datos tan perversos en un país atravesado por una corrupción tan descomunal como en el Seguro Social. A la corrupción de las mafias burocráticas se suma la ineficiencia del sistema burocrático-administrativo que en un país sumido en la pobreza y con presupuestos fiscales reducidos acrecienta estos males que afectan a las mayorías y a los pobres del país. 

4.- La paradoja de la “Navidad Segura” con militares y policías en operativos a lo largo y ancho del país.  No deja de ser curioso que para que su efectividad sea real se deja toda la responsabilidad al ciudadano dándole 16 recomendaciones.  ¿Para qué necesitamos tanto presupuesto y controles si, en definitiva, depende de cada ciudadano y su familia?

5.- El Parlamento Europeo por medio de su Vicepresidenta, Ulrike Lunacek, dijo sentirse decepcionada porque ninguna de las doce reformas que se plantearon después de los comicios del 2013 se han realizado.  Una de ellas es la trasparencia en la financiación de las campañas electorales.  Otra que señala es la despolitización de las mesas electorales por la ciudadanización de las mesas electorales; los partidos tienen que ser observadores únicamente.  En el mismo sentido la despolitización del Tribunal Supremo Electoral y del Registro Nacional de las Personas.  En sus largas declaraciones dice que “aún hay tiempo” en contra del sentir de las argollas del bipartidismo que tratan de neutralizar cualquier reforma  a la Ley Electoral.
6.- Aunque no se ha da dado mucha o escasa información acerca de la Cumbre de París, sigue siendo el liderazgo del Papa Francisco quien alerte acerca de los resultados de la misma.  Por eso señala que “el calentamiento climático pone al mundo al borde del abismo.  La cumbre de Paris debe lograr un acuerdo ahora o nunca”.

7.- Terminamos mencionando los datos que nos vienen de lo que se ha convertido en el “culebrón del Seguro Social”: 61 millones de lempiras se pagaron a empresas de maletín”. Fueron contratos sobrevalorados: uno costó 47 millones, pero en realidad debió ser de 13 millones y el otro de 14 millones por 250,000 lempiras.

Estos son elementos de la realidad nacional que nos acompañan en estos primeros días de diciembre.  Si lo que debemos esperar es un “aguinaldo ciudadano”, ciertamente debido a la situación económica que atravesamos, no nos merecemos como ciudadanos que recibamos unos “aguinaldos” que no son nada indicativos, de celebración, alegría, optimismo y esperanza.  Lo único esperanzador es la conciencia ciudadana que se va desarrollando fuertemente para tener en sus manos lo que hasta ahora controla la clase política y gobernante.

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