A pesar de la crisis económica que atraviesan las municipalidades del Valle de Sula, las corporaciones municipales de La Lima en Cortés y El Progreso en Yoro aprobaron ostentosos incrementos para los alcaldes y regidores.
La Lima fue la primera y es que en sesión de corporación los legisladores aprobaron la medida a pesar que en esa comuna se respira una profunda crisis que los tiene con la energía eléctrica suspendida, problemas con el agua potable, deudas con los empleados y complicaciones con el pago de planilla al Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS).
La deuda asciende a los 92 millones de lempiras, donde tienen moras impagables como la energía eléctrica, lo anterior no fue impedimento para el incremento.
Solo con la Empresa Nacional de Energía Eléctrica la mora anda por los 18 millones de lempiras y hasta la fecha se adeuda el pago de 3 quincenas.
Para tomar la decisión hubo debate y esa discusión se expresó en las votaciones donde tres regidores se inclinaron a favor y tres en contra, decidiendo el alcalde Astor Amaya por voto de calidad.
Antes del incremento el alcalde ganaba 44 mil lempiras mensuales. Con la reforma aumenta su salario en 12 mil, y en el 2016 devengará 56 mil lempiras; por su parte el vicealcalde pasará a ganar 41 mil gracias a un reajuste de 8 mil, mientras que los regidores subieron su salario 8 mil lempiras, dejándolo en 40 mil mensuales.
“Es penoso que se tomen esas decisiones con aumentos desmedidos, injustos y sin condiciones para hacerlo, por tal razón nos opusimos a la iniciativa”, dijo Ricardo Rivas regidor del Partido Anticorrupción (Pac).
Rivas junto a los regidores Cesar Lara y Cesar Fúnez del Partido Liberal votaron en contra de la propuesta, pero solo Rivas y Fúnez renunciaron al aumento acordado para el próximo año.
En ese sentido decidieron no recibir el incremento y enviaron una carta a la gerencia municipal, para que su sueldo a partir del 2016 sea depositado de acuerdo a su participación en las sesiones de corporación.
Para los demás corporativos el aumento era justo y necesario bajo el argumento que en el 2015 no registraron reajuste.
Rivas consideró la modificación como un nuevo golpe a la economía de los limeños, puesto que la crisis económica debería orientar a los corporativos a tomar medidas de austeridad, pero todo lo contrario toman un acuerdo que generará el pago de 337 mil lempiras mensuales solo en salarios de regidores, vicealcalde y alcalde.
La población de La Lima fue consultada por Radio Progreso ante la decisión, algunos manifestaron en las calles que no era justo jugar con el dinero que le pertenece al pueblo, porque no se ve reflejado ni en obras ni en el funcionamiento administrativo adecuado de la corporación.
Por otra parte los entrevistados dejaron claro que un aumento solo debería ser aprobado por el pueblo, porque son ellos quienes sostienen las finanzas de la municipalidad con el pago de los impuestos.
Asimismo dijeron que hacer una modificación de este tipo pone en precario la transparencia en el manejo del dinero municipal.
También en El Progreso, Yoro
En sintonía con La Lima, la Municipalidad de El Progreso también decidió en su última sesión de corporación la aprobación de un aumento para regidores y alcalde.
El aumento para los regidores es de 15 mil lempiras y pasan a ganar 50 mil mensuales, mientras que el alcalde Alexander López pasa de 55 mil a 81 mil mensuales.
En esta decisión hubo menos oposición ya que los regidores compartieron la iniciativa y consideraron necesario aprobarla para que entre en vigencia en el 2016 junto al presupuesto que andará en 449 millones de lempiras.
El profesor y analista Antonio Mejía habló sobre el tema y afirmó que en El Progreso no hay transparencia porque no se dan a conocer los ingresos ni los egresos ni se toma en cuenta a la población para decidir este tipo de aumentos.
“Son pocas las municipalidades que tienen autonomía para tomar una decisión de esas, porque no todas tienen el presupuesto suficiente para hacerlo”, dijo Nery Cerrato, en representación de la Asociación de Municipalidades.
Cerrato dejó claro que si todo se hace en el marco de lo que estipula la Ley de Municipalidades se debe respetar las autonomías de cada corporación.
Asimismo recalcó que lo ideal es que los incrementos no pongan el riesgo las finanzas municipales, ni el desarrollo o sostenibilidad de proyectos que se ejecuten.
De cara al 2016, población teme que las municipalidades sigan bajo la dinámica que incluye la falta de transparencia, decisiones arbitrarias, ajustes económicos y crecimiento de las deudas internas.
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