jueves, 10 de diciembre de 2015
Fuerte mensaje por la memoria y contra la impunidad en 33 aniversario de COFADEH
Por Marvin Palacios
Al cumplir 33 años de existencia el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH) reunió a familiares de los desaparecidos de la década del terror de los años ochenta y a las familias que en el presente experimentan el dolor y la angustia por la desaparición forzada de sus parientes.
Las familias de los desaparecidos asistieron al foro: “La Desaparición Forzada…un reto pendiente”, que reflejó el mensaje contundente de continuar la lucha por encontrar la verdad y la justicia y por mantener viva la memoria histórica relacionada a las desapariciones forzadas.
La coordinadora General del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH) Bertha Oliva introdujo el tema central del foro al señalar que pese a que se levantan voces para borrar el pasado, el comité junto al pueblo hondureño han luchado por preservar la memoria y exigir justicia.
Oliva reconoció el trabajo del primer Fiscal General de la República, quien fue expositor en el foro y dijo que el Dr. Edmundo Orellana Mercado marcó diferencia en el Ministerio Público (MP) cuando se desempeñó como Fiscal General.
Su política era acompañar a los familiares y a las víctimas a través del COFADEH para hacer procesos de investigación que en aquella época generaron también requerimientos fiscales, en procesos de exhumación, logramos identificar personas en aquel momento y eso permitió hacer requerimientos fiscales que por supuesto, si me preguntaran si se han implementado esos requerimientos, yo les respondo que no, sostuvo Oliva.
“Por eso es que en Honduras tenemos este alto nivel de impunidad, por eso es que en Honduras se le apuesta a borrar la memoria, pero desde luego el pueblo está dispuesto a mantener esa memoria…”.
Porque la memoria no se olvida, la memoria permanece, se construye y se reconstruye, para ponerla, no para venganza; sino para impedir repetición de hechos como los que sucedieron en el pasado con la práctica de la desaparición forzada, señaló la laureada defensora de derechos humanos.
“A mí esa parte como que no me gusta tocarla porque me toca lo más profundo de mi ser. No es fácil trabajar en el tema siendo uno víctima, pero también eso lo compromete y está ahí, firme porque puede entender el dolor y la dimensión de cada familia”, dijo Oliva.
El foro: “La Desaparición forzada…un reto pendiente”, contó con la participación de familiares de detenidos desaparecidos de la década de terror de los años ochenta, pero también con nuevas familias que experimentan el dolor y la angustia de la desaparición forzada de sus seres queridos.
Durante su disertación Oliva destacó que en un momento de la historia del COFADEH, “entendimos también que la población hondureña no quería adquirir conciencia sobre el tema de la desaparición forzada, por la desaparición forzada produce miedo y paraliza. Y es donde iniciamos todos los procesos sobre la memoria histórica con el tema de los derechos humanos”.
Oliva apuntó que a lo largo de los 33 años de fundación del COFADEH se han levantado voces para borrar y olvidar el pasado, incluso dijo que recientemente alguien expresó que debían olvidarse los hechos oprobiosos que resultaron del golpe militar de estado, del 28 de junio de 2009.
En su alocución, el ex Fiscal General, Edmundo Orellana Mercado, comentó que en los 33 años de fundación del COFADEH, “estamos conmemorando 33 años de lucha desigual, de lucha constante y sostenida, sin abandonar en ningún instante el propósito de encontrar la verdad”.
“En un régimen constitucional fue donde más se violaron los derechos humanos”.
Esos 33 años coinciden con el régimen constitucional hondureño y esa es la vergüenza, el estigma que llevamos los hondureños, que nuestra constitución coincide con su edad; con el nacimiento de esta institución y de esa lucha por la verdad.
“Porque fue un régimen constitucional donde más se violaron los derechos humanos, y fue el primero (de Roberto Suazo Córdova 1982-1986) el que anunciaba la alborada del nacimiento del régimen constitucional, para mi desgracia fue de mi partido (Liberal); es un estigma que llevamos los políticos y que llevamos todos los que votamos y repetimos a esos políticos”, sostuvo el ex Fiscal General.
Esos políticos que han repetido por más de 30 años en el Congreso Nacional con el voto favorable del pueblo hondureño, han estado ahí siendo observadores impasibles de ese crimen feroz y sanguinario de la desaparición forzada; no decían nada, en la Asociación para el Progreso, la famosa APROH, no decían nada, era la que gobernaba el país y ahí estaban algunos de los que firman la Constitución de la República, aquellos que decían que estaban por los derechos humanos, detalló Orellana Mercado.
Edmundo Orellana Mercado, ex Fiscal General
El ex Fiscal General señaló que el legado del COFADEH es que nos promete seguir una lucha siempre en la línea de la reparación para todos aquellos que han sufrido la ausencia ya definitiva de sus seres queridos.
Orellana Mercado subrayó que “fuimos cómplices del COFADEH porque tomamos como nuestro, el primer fruto que diera un Comisionado de Derechos Humanos, con el informe que presentó el Dr. Leo Valladares Lanza, lo tomamos como nuestro, porque era un documento como para que nunca perdiéramos la memoria los hondureños, que estuviese siempre golpeándonos la conciencia de lo que había pasado y que no debíamos olvidarlo”.
Recuerdo que en Washington el Dr. Leo Valladares Lanza me entregó el informe y ahí nos comprometimos a luchar para llevar a la cárcel y condenar a los responsables de esos crímenes; y comenzamos creando en primer lugar la fiscalía de derechos humanos y otras fiscalías especiales, entre ellas la fiscalía de la mujer.
“Pero al final terminamos siendo cómplices de la sociedad civil que fue nuestro verdadero apoyo en nuestra lucha, porque teníamos un enemigo común, que era el poder, era la autoridad y contra ello nos fuimos; 120 oficiales de alta graduación que supuestamente estaban preparados para la guerra, demostraron que eran no más que simples cobardes porque huyeron, se fueron del país con la simple amenaza de una acusación criminal en los tribunales de la República, por sus hechos criminales de violadores de los derechos humanos”, narró Orellana Mercado.
Algunos regresaron hace poco, fueron a morir al país, otros regresaron antes, pero los violadores estaban en el poder, todavía en el gobierno del Dr. Carlos Roberto Reina estaban en las Fuerzas Armadas y la Policía. A algunos logramos mandarlos a la cárcel, el jefe de Inteligencia Policial, el jefe de personal policial, por ejemplo y uno que estaba por ahí que todavía anda dando fuego diciendo que no tiene nada que ver y que tiene como 16 acusaciones y que anda amenazando que va a hacer daño físico en cuanto programa de televisión aparece, huyó, antes de ir a la cárcel se fue, porque estaba acostumbrado a hacer sus picardías con pasamontañas, cuando se develó el rostro, huyó, sostuvo el ex Fiscal General.
Regresó después amparado, porque la Corte Suprema de Justicia (CSJ) desafortunadamente ha sido cómplice del sistema de impunidad, ha sido una piedra angular de la impunidad y emitió un Auto Acordado a través del cual todo militar o policía acusado, tenía que ir a los cuarteles, no a las cárceles.
Procedente del Centro de Análisis Forense y Ciencias Aplicadas (CAFCA) de Guatemala, llegó Sergio Aziel Castro Quemé para disertar sobre la experiencia en los programas de reparación a víctimas de reparación forzada.
Castro Quemé dijo que un Programa de Reparación debe contar con una política pública de derechos humanos, con el resarcimiento económico para las víctimas, con un programa de rehabilitación pisco-social, con un fortalecimiento cultural y de memoria, con el derecho a la persecución penal de los responsables de las violaciones a los derechos humanos y con la garantía del Estado, de que no habrá repetición de estos crímenes de lesa humanidad.
Por último y en representación de los familiares de las víctimas de desaparición forzada de la década de los años ochenta, habló Sara Mass esposa de Omar René McLelan (desaparecido en 1987).
Sara Mass narró que cuando su esposo desapareció era aún muy joven, con tres hijos y uno en su vientre. “Quedé asustada, me pregunté qué hacía ahora y porque no viene Omar René; ignorante yo en aquel tiempo, mi adorada madre que ya partió, me acompañaba mucho y visitamos centros de detención, anduvimos en morgues, hospitales; pregunté en el CORE 7 y me dijeron que no estaba”.
Yo portaba siempre la fotografía de mi esposo y en cierta ocasión, cuando salió una persona que había estado detenida por 3 días en el CORE 7, me dijo que lo había visto. Yo volví a entrar y les dije que mi esposo estaba ahí y para quitarme la insistencia, me metieron a las celdas y él no estaba.
El tiempo transcurrió hasta que Sara Mass se unió al COFADEH para continuar la lucha por encontrar verdad y justicia.
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